Pierce_Tillman
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Entre los territorios literarios que la lengua española ha ido ganando hay uno que podría denominarse Territorio Merino, cuyos lindes coinciden con el género cuento. Mira que este género ha tenido maestros que lo han sido por haberlo habitado, citaré entre ellos únicamente los de cultivo predominante, desde Borges y Cortázar a Medardo Fraile y Antonio Pereira o Ignacio Aldecoa. Pero lo de José María Merino es un caso insólito, porque ha hecho que tal territorio vincule pasado y futuro, tradición y futurismo . Una leyenda oída en una aldea del norte de León con una creación de Inteligencia Artificial que ya quisiera máquina futura alcanzar. RELATOS 'Yo y yo en breve' Autor José María Merino Editorial Alfaguara Año 2024 Páginas 321 Precio 20,90 euros 4En este último libro está todo Merino, ese que igual se asoma a las janas, diosas que nadan en el río Esla, que a un Chap ATT demasiado inteligente. En un cuento hay pateras de costa almeriense, y tragedias entrevistas, en otro, el júbilo que inspira un detalle nimio, unas hojas secas descubiertas en un cofre regalado por su tía Mané, un cofre de valioso tesoro. El tesoro de la memoria. De cuantos libros le llevo leídos, a quien en su día denomine «Señor del cuento», en ninguno me he divertido tanto. Porque Merino nos regala un libro gracioso, muy suyo. Sabe y se reprocha que algún cuento recuerda a alguno suyo anterior, y hace que su mujer, María Carmen, muy presente en el libro, se lo recuerde. Porque frente a otros libros de cuentos en este se confiesa y representa en todos los papeles posibles: autor, editor que se presume de un taller de cuentos que alumnos suyos han ido entregando, comentarista de las vicisitudes de la creación, en pequeñas adendas que muchos cuentos han incluido sobre lo que el lector acaba de encontrarse. Pocas veces ha sido tan cervantino el que viene mereciendo desde hace años el Premio de esa estirpe. Cervantino porque el autor de este libro unas veces es Cide Hamete, otras el traductor, incluso en algún momento un lector (menos socarrón que Sansón Carrasco) que dialoga con ambos, convertida toda la experiencia, creación y lectura, en una verdadera y divertida mesa de trucos, una fiesta donde todo es posible. Pocas veces ha sido tan cervantino el que viene mereciendo desde hace años el Premio de esa estirpe¿De dónde extrae Merino tanta inspiración y originalidad? ¿Cómo es posible ser nuevo y distinto cuando se trata del más antiguo de los géneros donde parecía que todo estaba inventado? Parece sencilla ruta la de la respuesta, pero hay que saber encontrarla. Aventuro una. Merino es creativo porque nada le importa más que la imaginación, ese dispositivo humano exclusivo y universal, que el cuento ha sabido cercar, para inteligentes y cultos, para menos inteligentes y menos cultos, como si el género cuento cuajara mejor que en ningún otro género la democracia de la imaginación. No ha habido civilización sobre la Tierra que no portara un hatillo de cuentos que donar a los críos que los escuchan con los ojos abiertos, y que en tal escuchar aprenden a vivir las vidas de otros. Merino sabe, porque está en el secreto, que donde hay un sueño hay un cuento, y también un temor o una esperanza, o quizá un miedo o una paradoja. A eso último voy, a las paradojas, que contiene una buena parte de los cuentos que este libro incluye. No son paradojas de vate artificialmente iluminado, sino sensaciones que uno tiene, basta con ser humano. HumanidadEntre todas reina el tema del doble, ese otro yo que actúa más allá de nosotros, unas veces escondido en la intimidad, otras veces desatado en un sueño, algunas otras en la percepción de una vida ya vivida. Incluso como autor unas veces es Andrés Choz, otras el profesor Souto, un yo que es otro, fruto de su metamorfosis, como Gregorio Samsa imaginó en el comienzo del cuento más grande conocido. Hay algo que no puede dejar de decirse: la profunda humanidad que late en la solidaridad con el inmigrante, con el desposeído, con el humilde. Qué grandes (por buenos) nos hace ser Merino cuando leemos sus cuentos. Volvemos con ellos a donde estuvimos cuando la imaginación despegaba y alcanzaba la vida posible, la ficción, esa vida otra más verdadera .
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