Yessenia_Rau
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Desde hace unos años, el sector de la música reflexiona sobre cómo reducir la alta huella climática de giras, conciertos y festivales. Bandas como Coldplay han llegado incluso a plantearse descartar tournées por su impacto ambiental y son muchas las iniciativas en este ámbito que aseguran reducir residuos o emisiones. Un caso particular es el del músico francés Yann Tiersen (Brest, 54 años), compositor de la banda sonora de películas como Amélie o Good Bye, Lenin!, que justo en estos momentos se encuentra de gira por España desplazándose en barco de vela y en furgoneta con conducción “ecorresponsable”. Desde 2022 ya no utiliza aviones en sus giras, así que para recorrer las salas españolas con su música salió en barco hace unas semanas de la costa sur de Francia en el Mediterráneo. Primero dio varios conciertos en las islas Baleares, luego puso rumbo hacia Valencia y en las próximas fechas tocará por distintos puntos de la Península desplazándose de forma lenta en furgoneta. Como explica, “la idea es hacer solo 200 kilómetros al día y no rodar a más de 100 kilómetros por hora para economizar combustible y ser lo más sostenible posible”.
Pregunta. ¿Por qué empieza a hacer giras en barco o conduciendo un máximo de 200 kilómetros al día?
Respuesta. Vaya pregunta. Porque no quiero seguir haciendo giras en avión, hay que vivir con los tiempos y no podemos permitirnos estas cosas en nuestra época.
P. Pero si antes sí usaba el avión, qué pasa para dejar de hacerlo.
R. Pienso que en nuestra época hay que actuar. Hubo una reflexión, no estaba de acuerdo conmigo mismo yendo de gira en avión o pasando mi tiempo en un autobús. Vivimos en un mundo ultracapitalista en el que el dinero es Dios, quiero intentar desobedecer esas reglas y hacer giras de otra manera, en las que el dinero no sea el centro. En mi gira del año pasado a vela hice muchos conciertos gratuitos. Mi trabajo es tocar música, no hacer pasta. Quería reaccionar y actuar de acuerdo con mis ideas.
P. ¿No hace las giras para ganar dinero?
R. Sí, por supuesto. Pero no solamente.
P. ¿Viajar de forma más lenta, a un máximo de 100 kilómetros por hora, es solo por ecología?
R. En este caso es realmente para economizar gasolina, pues no es divertido.
P. ¿A veces el mejor camino es el que conlleva más complicaciones?
R. Es una complicación, pero buscada. Es mucho trabajo, mucha preparación, muchas complicaciones y mucha felicidad también. Porque es difícil, pero pasan cosas, es mejor que esperar en el hall de un aeropuerto.
P. ¿También tiene en cuenta el medio ambiente al crear música?
R. La música se inspira en lo que uno vive, yo vivo en una pequeña isla al oeste de la Bretaña, así que la naturaleza inspira mucho mi música.
P. ¿Los mensajes de la música moderna no van a menudo en la dirección contraria?
R. No, al contrario, pienso que vivimos en un periodo bastante excitante y que están pasando muchas cosas. Hay un montón de grupos jóvenes y mucha reflexión.
P. ¿También las grandes estrellas de la música?
R. Lo que interesa en la vida no son necesariamente las grandes estrellas y las cosas muy comerciales. Yo pienso más en los grupos pequeños y en la música más alternativa. Es de ahí de donde vengo. Y luego hay gente que independientemente del éxito que tenga es también bastante responsable.
P. ¿No cree entonces que los músicos deban implicarse más frente a desafíos como la crisis climática?
R. A mí me da igual si los músicos son responsables en su música. Esto es cuestión de creatividad. Simplemente, creo que es el momento de plantearse si no se pueden hacer giras de otro modo. Pues las giras pueden ser muy impactantes en emisiones de dióxido de carbono, sobre todo, las grandes.
P. Pero la cultura resulta clave para cambiar dinámicas y hábitos muy impactantes de la sociedad.
R. Eso es más bien política. Hay que votar por las buenas personas y así el mundo irá a mejor. Los músicos somos responsables cuando vamos a votar. Eso es todo.
P. ¿Se pueden cambiar las mega giras de las grandes estrellas?
R. Yo hago mis giras en barco de vela para actuar de acuerdo a mis convicciones, pero no merece la pena gastar saliva o papel para decir que hay otros que hacen otra cosa y que no está bien. Me trae sin cuidado. Además, cada uno tiene su problemática. Creo que la resolución de los problemas es política, hace falta que el mundo actúe. Hay que hacer la revolución y bajar a la calle. Pero vivimos en un mundo ultracapitalista donde hay gente que busca hacer negocio. Quizá haya que encontrar una forma nueva de hacer todo esto, pero yo no sé nada.
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Pregunta. ¿Por qué empieza a hacer giras en barco o conduciendo un máximo de 200 kilómetros al día?
Respuesta. Vaya pregunta. Porque no quiero seguir haciendo giras en avión, hay que vivir con los tiempos y no podemos permitirnos estas cosas en nuestra época.
P. Pero si antes sí usaba el avión, qué pasa para dejar de hacerlo.
R. Pienso que en nuestra época hay que actuar. Hubo una reflexión, no estaba de acuerdo conmigo mismo yendo de gira en avión o pasando mi tiempo en un autobús. Vivimos en un mundo ultracapitalista en el que el dinero es Dios, quiero intentar desobedecer esas reglas y hacer giras de otra manera, en las que el dinero no sea el centro. En mi gira del año pasado a vela hice muchos conciertos gratuitos. Mi trabajo es tocar música, no hacer pasta. Quería reaccionar y actuar de acuerdo con mis ideas.
P. ¿No hace las giras para ganar dinero?
R. Sí, por supuesto. Pero no solamente.
P. ¿Viajar de forma más lenta, a un máximo de 100 kilómetros por hora, es solo por ecología?
R. En este caso es realmente para economizar gasolina, pues no es divertido.
P. ¿A veces el mejor camino es el que conlleva más complicaciones?
R. Es una complicación, pero buscada. Es mucho trabajo, mucha preparación, muchas complicaciones y mucha felicidad también. Porque es difícil, pero pasan cosas, es mejor que esperar en el hall de un aeropuerto.
P. ¿También tiene en cuenta el medio ambiente al crear música?
R. La música se inspira en lo que uno vive, yo vivo en una pequeña isla al oeste de la Bretaña, así que la naturaleza inspira mucho mi música.
P. ¿Los mensajes de la música moderna no van a menudo en la dirección contraria?
R. No, al contrario, pienso que vivimos en un periodo bastante excitante y que están pasando muchas cosas. Hay un montón de grupos jóvenes y mucha reflexión.
P. ¿También las grandes estrellas de la música?
R. Lo que interesa en la vida no son necesariamente las grandes estrellas y las cosas muy comerciales. Yo pienso más en los grupos pequeños y en la música más alternativa. Es de ahí de donde vengo. Y luego hay gente que independientemente del éxito que tenga es también bastante responsable.
P. ¿No cree entonces que los músicos deban implicarse más frente a desafíos como la crisis climática?
R. A mí me da igual si los músicos son responsables en su música. Esto es cuestión de creatividad. Simplemente, creo que es el momento de plantearse si no se pueden hacer giras de otro modo. Pues las giras pueden ser muy impactantes en emisiones de dióxido de carbono, sobre todo, las grandes.
P. Pero la cultura resulta clave para cambiar dinámicas y hábitos muy impactantes de la sociedad.
R. Eso es más bien política. Hay que votar por las buenas personas y así el mundo irá a mejor. Los músicos somos responsables cuando vamos a votar. Eso es todo.
P. ¿Se pueden cambiar las mega giras de las grandes estrellas?
R. Yo hago mis giras en barco de vela para actuar de acuerdo a mis convicciones, pero no merece la pena gastar saliva o papel para decir que hay otros que hacen otra cosa y que no está bien. Me trae sin cuidado. Además, cada uno tiene su problemática. Creo que la resolución de los problemas es política, hace falta que el mundo actúe. Hay que hacer la revolución y bajar a la calle. Pero vivimos en un mundo ultracapitalista donde hay gente que busca hacer negocio. Quizá haya que encontrar una forma nueva de hacer todo esto, pero yo no sé nada.
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