Tania_Schaden
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Nueva prórroga de una de las negociaciones clave para la plantilla española de Vodafone. La operadora de telecomunicaciones y los tres sindicatos que representan a la plantilla han pactado posponer la negociación del marco laboral al próximo año 2025 después del ajuste de plantilla con 898 salidas del Expediente de Regulación de Empleo (ERE). El grupo, controlado por el fondo británico Zegona, revisará los salarios antes del mes de junio en función de los resultados que se logren.
Ya en el año 2023, en plena transición entre la salida del grupo Vodafone y la entrada de Zegona, se optó por prorrogar con las mismas condiciones el convenio que vencía ese mismo ejercicio. En los últimos días se ha reunido la Comisión de Vigilancia del Convenio. En ella, según apuntan los sindicatos, se analizó la situación actual de la empresa y su evolución durante estos meses desde la irrupción del fondo en la gestión. "Lo mejor para la plantilla es no abrir ahora la negociación del convenio prorrogando así las condiciones actuales", apuntan.
Los tres sindicatos del comité -UGT, CCOO y STC- han pedido a la dirección de la compañía, encabezada por el consejero delegado, José Miguel García, que se abra un diálogo más adelante para analizar la situación "y revisar al menos las cuestiones económicas". Desde el grupo entienden que deben conocerse los resultados económicos y operativos del ejercicio fiscal -que hasta ahora siempre ha concluido en el mes de marzo- antes de abrir ese frente.
Así, para poder abrir este diálogo en el primer semestre de 2025, la representación de los trabajadores ha solicitado datos sobre la nueva estructura y funcionamiento del grupo. En este sentido, señala la necesidad de contar con el registro retributivo actual tras el ERE, el porcentaje de empleados dentro del convenio colectivo, los afectados totales por la cláusula de revisión salarial, el detalle de los objetivos de Zegona para el ejercicio y los suelos mínimos.
Las aperturas de negociación de un nuevo convenio suelen ser peliagudas en las empresas. Lo que suele ser habitual es que incluya una cláusula de prórroga tácita en caso de que ninguna de las partes lo denuncie. En momentos de cierta inestabilidad o tras dificultades relevantes, las organizaciones sociales prefieren posponer para evitar un empeoramiento de las condiciones ya fijadas previamente. En esta ocasión llevan más de cuatro años sin abrir ese 'melón', pues el marco laboral actual se pactó en diciembre de 2020, el año de la pandemia y bajo la batuta del grupo Vodafone. Entró en vigor en 2021 -con una vigencia inicial de dos años, aunque los efectos económicos vinculados a la revisión salarial estaban vigentes hasta junio de 2023-.
Entre las condiciones económicas, que no se mueven con esta prórroga, se encuentra la revisión salarial -el salario mínimo de incorporación al grupo se fijaba en 17.000 euros-. Cualquier incremento que se pacte se producirán con efectos 1 de julio y estarán ligados al cumplimiento de los parámetros de ingresos por servicio -que son los tradicionales que están vinculados a la conectividad- y el resultado bruto de explotación (Ebit) del ejercicio fiscal inmediatamente anterior. Con un cumplimiento inferior al 98% no se tocan las nóminas, mientras que si se supera el 105% alcanza un 2,5%.
El ejercicio fiscal 'tradicional' de Vodafone ha ido desde abril a marzo del año siguiente. No hay números de estos últimos meses. La última cifra disponible la aportó la propia Zegona para el periodo entre enero y junio ante el regulador británico. Reflejaba más de 300 millones y unas pérdidas netas de 46 millones motivadas en parte por las comisiones pagadas a asesores financieros de la compra y el cambio de libras a euros en el balance.
¿Y el resto de operadoras?
En el resto de operadoras hay casos diferentes. Masorange, el resultado de la fusión de Orange y Másmóvil, tiene varios frentes tras el duro enfrentamiento vivido durante la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE). La dirección ha decidido denunciar los convenios colectivos de Orange y Euskaltel, según explicaron recientemente fuentes de CCOO. Ha puesto sobre la mesa lo que todos esperaban: un mismo convenio para toda la plantilla, de ambas partes. CCOO y USO se han negado. Hoy existen dos marcos laborales de esas dos sociedades al margen de otra parte de la plantilla de Másmóvil sin uno específico. Esto se produce además antes del juicio por el ERE, que tendrá lugar en el mes de enero.
La única de las grandes operadoras que ha construido un nuevo convenio en los dos últimos años ha sido Telefónica. Y lo hizo en el marco del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectó a 3.400 trabajadores de la plantilla en España. Las organizaciones sociales exigieron que se pactara un nuevo marco laboral para así dar luz verde al recorte de empleo a través de un despido colectivo y no con un plan de bajas como se había llevado a cabo previamente. Blindó la subida salarial con la inflación (IPC) y redujo progresivamente la jornada hasta 36 horas.
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