Vinicius, monarca del fútbol mundial

[oosinski]

En cincuenta y un días, los que van desde el 28 de octubre al 17 de diciembre, The Best ha barrido en prestigio al Balón de Oro restituyendo de paso el honor perdido del fútbol mundial. Del festival del humor de París que nos sonrojó a todos, con miembros del jurado dimitiendo porque sus votos públicos no coincidían con los emitidos en privado y otros colegas de la prensa pillados in fraganti depositando la papeleta con la camiseta del Barça, hemos pasado a una gala breve, que es algo de agradecer en estos apresurados tiempos que corren, y, atención a la innovación, telemática. Teniendo en cuenta que el calendario está tan apretado y que los jugadores sin premio eran bastante reacios a ir «pa na», la FIFA, que está a años luz de la UEFA en estas y en otras cosas, decidió dar los premios donde tocara, una versión futbolística del aquí te pillo, aquí te mato de toda la vida de Dios. Más cómodo y más limpio. Y menos lioso.Antes decía que The Best había recompuesto el honor perdido del fútbol mundial porque no conozco a nadie que, casi dos meses después del «viniciuscidio», se crea en serio que el mejor futbolista de 2024 no saliera de la plantilla del vigente campeón de Europa y de Liga, supercampeón europeo y español y reciente campeón intercontinental. El Real Madrid no viajó a la ciudad de la luz porque se sintió profundamente engañado por Ceferin mientras que el Barcelona no asistió a la gala del Golden Boy porque Tuttosport no puso a su disposición un avión privado. Lo primero provocó la III Guerra Mundial, sobre lo segundo hubo una escasa reacción mediática: nunca fue el qué, siempre es el quién.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Necróferos en la federación noticia Si Rocha y la maldición de las moquetas noticia Si Más duro que la cara de un culéAl recoger su merecido premio Vinicius afirmó que ya podía decir que era el mejor futbolista del mundo. Sin el Balón de Oro o, ahora, el The Best también podría haberlo asegurado aunque entiendo que recibir el reconocimiento formal de seleccionadores, jugadores, periodistas y aficionados le reconcilie con su profesión. Han sido años de memes, años de insultos y años de canciones sin gracia. No volveré a repetir aquí que a este chico le recibieron en el fútbol español con un mordisco en la cabeza, no lo volveré a hacer. Pero Vini, que tiene la piel negra, también la tiene de tungsteno y ha salido triunfador. Ya lo dijo el profeta Ezequiel: «Como esmeril, más duro que el pedernal, he hecho tu frente». La de Vinicius es definitivamente irrompible.

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