¡Bienvenido a Age of Democracies, el videojuego de estrategia más popular del mundo! El objetivo es construir la civilización más democrática, próspera e igualitaria de la historia. Has elegido uno de los niveles más difíciles, España 2024. La buena coyuntura económica está amenazada por incertidumbres globales (guerras y auge de los autoritarismos) y nacionales (envejecimiento, deterioro de la sanidad, malos resultados en educación, falta de vivienda y exceso de polarización).
No es un juego fácil. Además, ahora te da la sensación de que equivocaste cuando te tocó decidir qué hacía el presidente P. Sánchez el 24-J, tras quedar segundo en las elecciones generales. Apostaste por lo conocido —reeditar la coalición multicolor, incluyendo ahora a la derecha catalana dirigida por el líder político huido a Bélgica C. Puigdemont— en vez de aventurarte a dialogar con el PP. No lo hiciste con mala fe. El balance de la legislatura anterior fue positivo. En políticas económicas y sociales, tu España saltó de pantalla, colocándose a la cabeza de Europa. Y pensaste de nuevo que era más probable poner en marcha iniciativas progresistas pactando con una multitud de partidos que llegando a un acuerdo con los populares, ya fuera compartiendo el mismo Gobierno, turnándoos cada dos años o con alguna fórmula parecida.
Pero, meses después, te asaltan las dudas. ¿Cuántas políticas que ayuden a los más vulnerables has llevado a cabo que no hubieran sido posibles con A. N. Feijóo, en lugar de C. Puigdemont, a tu lado? ¿Cuántas que contribuyan a la productividad de las empresas españolas o la emancipación de los jóvenes? ¿Qué margen de acción tienes con unos Presupuestos prorrogados? ¿Cuánto más equitativa territorialmente es España acordando la condonación de la deuda con una comunidad en vez de modernizando el sistema de financiación autonómica con todas las regiones? ¿Cuánto más justo e imparcial es reescribir las leyes penales con quienes se benefician de ellas en lugar de negociar con el PP unas medidas de gracia para los imputados por el 1-O?
Te embarga la tristeza. Pero alzas la vista y en la pantalla parpadea ahora el jugador A. N. Feijóo. Te toca moverlo. Decidir si sigue con su estrategia de choque contra el Gobierno, por tierra, mar y aire, o, por el contrario, le tiende la mano, ofreciéndole un pacto integral para salir de esta situación. ¿Cómo crees que estará España, a unos años vista, si escoges una u otra alternativa?
Ojalá un día seamos serios y tratemos a España como si fuera un videojuego.
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No es un juego fácil. Además, ahora te da la sensación de que equivocaste cuando te tocó decidir qué hacía el presidente P. Sánchez el 24-J, tras quedar segundo en las elecciones generales. Apostaste por lo conocido —reeditar la coalición multicolor, incluyendo ahora a la derecha catalana dirigida por el líder político huido a Bélgica C. Puigdemont— en vez de aventurarte a dialogar con el PP. No lo hiciste con mala fe. El balance de la legislatura anterior fue positivo. En políticas económicas y sociales, tu España saltó de pantalla, colocándose a la cabeza de Europa. Y pensaste de nuevo que era más probable poner en marcha iniciativas progresistas pactando con una multitud de partidos que llegando a un acuerdo con los populares, ya fuera compartiendo el mismo Gobierno, turnándoos cada dos años o con alguna fórmula parecida.
Pero, meses después, te asaltan las dudas. ¿Cuántas políticas que ayuden a los más vulnerables has llevado a cabo que no hubieran sido posibles con A. N. Feijóo, en lugar de C. Puigdemont, a tu lado? ¿Cuántas que contribuyan a la productividad de las empresas españolas o la emancipación de los jóvenes? ¿Qué margen de acción tienes con unos Presupuestos prorrogados? ¿Cuánto más equitativa territorialmente es España acordando la condonación de la deuda con una comunidad en vez de modernizando el sistema de financiación autonómica con todas las regiones? ¿Cuánto más justo e imparcial es reescribir las leyes penales con quienes se benefician de ellas en lugar de negociar con el PP unas medidas de gracia para los imputados por el 1-O?
Te embarga la tristeza. Pero alzas la vista y en la pantalla parpadea ahora el jugador A. N. Feijóo. Te toca moverlo. Decidir si sigue con su estrategia de choque contra el Gobierno, por tierra, mar y aire, o, por el contrario, le tiende la mano, ofreciéndole un pacto integral para salir de esta situación. ¿Cómo crees que estará España, a unos años vista, si escoges una u otra alternativa?
Ojalá un día seamos serios y tratemos a España como si fuera un videojuego.
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Videojuego España
Ojalá un día seamos serios y tratemos la política nacional como si fuera un juego de ordenador
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