Es inevitable. Las malas decisiones se plagian y en la vida pública aún más. De los creadores de no hacen falta tres carriles en la autovía de Sevilla a Huelva porque no hay más tráfico, ahora llega el metro de Sevilla cierra a buena hora porque no hay colas de ciudadanos esperando por la noche para usar la única línea que hay, y lo que le queda a la pobre siendo hija única. Más o menos se describe la situación. Hace semanas se descolgaba el Ministerio de Óscar Puente con la triquiñuela de que ya no es una prioridad la ampliación de la autovía A-49 para los sevillanos que van a las playas y al Rocío y para los que vienen a Sevilla de compras. Defendía su decisión en que no hay más atascos ni más circulación que hace años. El que redactó esa respuesta parlamentaria vive en una realidad paralela o no sabe ubicar la infraestructura que une las dos capitales. Pero este mal de negar con rotundidad lo que la mayoría de la sociedad sufre se contagia y ha llegado al gobierno de la Junta. En la Consejería de Fomento están convencidos de que la solitaria línea 1 del metro no necesita ampliar sus horas nocturnas. A las once de la noche es más que suficiente. Los motivos, tan pobres como escasos, es que «en base al análisis del comportamiento de la demanda» ciudadana en días laborables y fines de semana, «no se aprecia una demanda suficiente que justifique una mayor ampliación horaria en la franja nocturna». Y se quedan tan panchos.Qué pretenden que los sevillanos estemos apostados en la verja de las estaciones esperando un tren fantasma. Claro que no hay demanda, si no hay servicio. Si sales a cenar, ya sabes que no puedes contar con el metro y contemplas la única alternativa, el taxi o un VTC. No te da cobertura ni para ir a la sesión golfa del cine en Nervión. Hasta el tranvía llega más tarde a su cochera. En la consejería habrán pensado que los sevillanos, como los 'lunnis', tienen que marcharse temprano a la cama. Quizás uno está en el pensamiento erróneo de que esta ciudad hace su vida en las tardes noches cuando cierra la oficina y se echa a sacar al perro, hacer 'running' o a la fresquita. Por no decir en verano, donde el calor de Sevilla, como en Oslo, desaparece al mediodía. A la falta de trenes se añade la escasez de horario. Aquel gol sindical en los orígenes del metro sigue doliendo en la capital andaluza. No pedimos el horario de Madrid, pero que permita pedir postre en la terraza. Sevilla es como un gato, una vida la perdió esperando el metro, otra esperando la segunda línea, otra el convoy que no llega... Así hasta que fallezca. A la muy noble, muy leal, muy heroica, invicta y mariana ciudad de Sevilla, se le puede añadir la de la única y breve línea de metro.
Jesús Díaz: Una y breve
Habrán pensado que los sevillanos, como los 'lunnis', tienen que irse temprano a la cama; aquel gol sindical en el origen del metro sigue doliendo
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