Una espiral de irresponsabilidad

hildegard52

New member
Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
58
DAMBin_20241103184615-U84506823107uaK-1200x630@diario_abc.jpg

Es perfectamente comprensible que quien lo ha perdido todo reaccione de modo visceral, desesperado y agónico . Es perfectamente comprensible que quien duerme junto a un cadáver convierta su indignación en ira, la ira en barro y acabe por lanzarlo indiscriminadamente, como quien insultara al mismísimo cielo. Es perfectamente comprensible, incluso, que la rabia, la furia y la frustración de quien espera en la puerta de casa a su madre, a su hija o a su mujer se canalicen de formas poco ejemplares. Pero no es en absoluto comprensible que desde la prensa o desde el mundo político se aliente la violencia, se justifiquen las agresiones o se pidan linchamientos públicos en un momento en el que lo que se necesita es precisamente lo contrario, es decir, orden, calma y frialdad.Y esto es igual de válido si el agredido es Mazón, los Reyes de España o Pedro Sánchez, cuyo rostro chulesco, desafiante y en el borde de la provocación se empieza a hacer insoportable. Como el de Marlaska o el de una Margarita Robles en caída libre que ve cómo el final de su carrera coincidirá con la cima de su desprestigio. Todos ellos han de comprender que más allá de los 'powerpoints' de sus 'spin doctors' y de sus partiditas de ajedrez con las encuestas hay personas desesperadas. Y que los actos tienen consecuencias. Verbigracia, cuando dices a la gente que «si necesitan ayuda, que la pidan», lo mínimo que puede pasarte es que te odien con toda su alma, de modo visceral y para siempre. Porque hay lugares de los que no se vuelve, este es uno de ellos y yo no jugaría con el odio de quien ya lo ha perdido todo. En este sentido, el paseíto de ayer por Paiporta fue un error grave que nunca debió producirse. Pero nada de eso justifica agresiones, acosos físicos o lanzamientos de palos y de botellas a nadie. Yo sí que creo oportuno que el presidente del Gobierno abandonara el lugar ante el riesgo real que corría su integridad física. Pese a que lo intentemos con todas nuestras fuerzas, aun no somos el país salvaje, tercermundista y bárbaro que muchos anhelan. Y, desde luego, me parece preocupante que se tache al presidente de cobarde por protegerse de un linchamiento público cuando podemos llamárselo por motivos más graves y mucho menos justificables.La dura crítica política y la exigencia de responsabilidades han de ser compatibles con el respeto pulcro de las formas, al menos por parte de aquellos que lideran la conversación pública y la representación ciudadana. Cuanto más difícil se hace contenerse, más necesario es hacerlo. La gestión de esta catástrofe está siendo un fracaso a todos los niveles, empezando por la desaparición de Teresa Ribera y terminando por la comunicación. Todo ello es consecuencia directa de despreciar la gestión y los perfiles técnicos en pos de discursos incendiarios, friquis y populistas. La respuesta, no lo duden, será más populismo y menos tecnocracia. Y, por si esto fuera poco, ahora debutamos con hurras a los estallidos de violencia. Agárrense fuerte.

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba