Un poquito de por favor

[Alexys_Kohler]

Acudí a la presentación de la muestra con carácter antológico que Est Art Espace dedica al multifacético artista Roberto González Fernández en sus instalaciones en Alcobendas. Son más de un centenar de obras bajo el comisariado de David Trullo. Me puse entonces a pensar, que —y puede que me confunda— no recuerdo una cita similar suya en Madrid u otra gran ciudad en mis casi 28 años de trayectoria profesional. Hablando precisamente de mi propio currículum, he de decir que a Roberto , que ya cumplió los 76, le tengo especial cariño. Catálogos de algunas expos suyas en galería fueron de los que dejó obnubilado a ese todavía joven estudiante de periodismo que se enfrentaba a la biblioteca de arte de ese ABC Cultural en el que empezaba a hacer prácticas bajo las órdenes de Manuel Calderón y Gema Pajares. Entonces descubrí —la juventud va aparejada de una ruborizonte inocencia— que también existían los artistas gays, y que se podía llevar a la pintura las inquietudes de un colectivo, como lo hacía González Fernández.Luego nos lamentamos de la invisibilidad de determinados nombres y volvemos a ellos tardeRegreso a Alcobendas y me reafirmo en que está faltando un repaso institucional y serio por la trayectoria de un creador como este. Luego nos lamentamos de la invisibilidad de determinados nombres y volvemos a ellos tarde, cuando ya no están para contar su historia. Nos pasó, por ejemplo, con Miguel Benlloch o Pedro Garhel. La de Roberto es intensa e interesante: de los primeros artistas que combinaron sin prejuicios pintura, foto y vídeo. De los primeros que hicieron un arte abiertamente gay y que llevó estos temas a una figuración entonces denostada y ahora tan buscada. Que ahora alterna la producción artística con la gestión de la misma, dando oportunidades a primerizos en su propio espacio, Estudio Arriaza , que tienen que conocer... Es cierto que el gallego no es joven, mujer, racializado o latino, pero es que a la historiografía le toca estar por encima de modas. ¿Para cuando se darán cuenta de ello las instituciones, convertidas en prolongaciones de ferias y bienales? Que buen título el de ‘Estigma’ para la cita de un autor longevo, blanco y español. Abiertamente gay. Felicidades, Roberto, y felicidades, David, otro autor que clama a gritos otra retrospectiva.

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