eleanore47
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Sabemos que el humor sí conoce de fronteras, y quizá eso explica la extrañeza que provoca la última película del director francés Alain Guiraudie, que solo funciona desde la distancia que invoca un cine que juega con las armas de la realidad como fuente de perplejidad y absurdo.
Un héroe anónimo es una comedia sexual y política urdida desde un naturalismo que, por momentos, de puro crudo, resulta demasiado grueso y antipático. Las virtudes de una mirada tan aguda y libre como la de Guiraudie son evidentes: su trabajo con los actores y el ambiente provinciano que retrata son muy exactos; la ambigüedad de cómo percibimos a los personajes, también. Pero cuesta digerir su lado de comedia alocada sin concesiones a la carcajada.
La historia está ambientada en una ciudad de provincias francesa, Clermont-Ferrand, donde un informático insulso, calvo y con barriga (Jean-Charles Clichet) se enamora de una veterana prostituta acostumbrada a los palos de su marido proxeneta, e interpretada con desparpajo por la actriz, escritora y directora Noémie Lvovsky. En su primer encuentro sexual, con la televisión puesta, una noticia de última hora interrumpe el desatado orgasmo de Isadora, la prostituta: un atentado terrorista acaba de romper la tranquila vida de la ciudad.
El director del celebrado thriller homoerótico El desconocido del lago (2013) ―su única película estrenada en los circuitos comerciales españoles (aunque la Filmoteca Española le dedicó un completo ciclo hace cuatro años)― se pega a su personaje principal para moverse por dos caminos paralelos que no acaban de fusionarse, el de la relación con Isadora y el de la escalera de vecinos donde un joven magrebí pide refugio horas después del atentado.
Las conversaciones de esa escalera son la caricatura de una sociedad francesa que se debate entre el instinto racista, la razón y la paranoia, mientras que el sexo entre el protagonista e Isadora responde a un acercamiento al deseo desde un lugar infrecuente, el de dos cuerpos comunes unidos por el singular lazo de esta comedia de tono tan particular y extraño.
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Un héroe anónimo es una comedia sexual y política urdida desde un naturalismo que, por momentos, de puro crudo, resulta demasiado grueso y antipático. Las virtudes de una mirada tan aguda y libre como la de Guiraudie son evidentes: su trabajo con los actores y el ambiente provinciano que retrata son muy exactos; la ambigüedad de cómo percibimos a los personajes, también. Pero cuesta digerir su lado de comedia alocada sin concesiones a la carcajada.
La historia está ambientada en una ciudad de provincias francesa, Clermont-Ferrand, donde un informático insulso, calvo y con barriga (Jean-Charles Clichet) se enamora de una veterana prostituta acostumbrada a los palos de su marido proxeneta, e interpretada con desparpajo por la actriz, escritora y directora Noémie Lvovsky. En su primer encuentro sexual, con la televisión puesta, una noticia de última hora interrumpe el desatado orgasmo de Isadora, la prostituta: un atentado terrorista acaba de romper la tranquila vida de la ciudad.
El director del celebrado thriller homoerótico El desconocido del lago (2013) ―su única película estrenada en los circuitos comerciales españoles (aunque la Filmoteca Española le dedicó un completo ciclo hace cuatro años)― se pega a su personaje principal para moverse por dos caminos paralelos que no acaban de fusionarse, el de la relación con Isadora y el de la escalera de vecinos donde un joven magrebí pide refugio horas después del atentado.
Las conversaciones de esa escalera son la caricatura de una sociedad francesa que se debate entre el instinto racista, la razón y la paranoia, mientras que el sexo entre el protagonista e Isadora responde a un acercamiento al deseo desde un lugar infrecuente, el de dos cuerpos comunes unidos por el singular lazo de esta comedia de tono tan particular y extraño.
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‘Un héroe anónimo: sexo y terrorismo para un vodevil francés sin gracia
Los prejuicios, incluidos los del espectador, forman parte de esta comedia política extraña y alocada dirigida por Alain Guiraudie
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