kelly71
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¿Qué ha aclarado 2020 en el mundo del cine? Por de pronto, ha confirmado una intuición que venía de lejos: que los más cineastas más listos de la actualidad son Steven Soderbergh y Bong Joon-ho. El estadounidense lleva años creando un fascinante corpus creativo audiovisual en el que, según el proyecto, rueda con un iPhone, crea una serie, estrena en plataforma o lanza su película en un festival de cine. Soderbergh, sencillamente, no para. Y el año pasado muchos espectadores además descubrieron su Contagio (2011), un drama inspirado en pandemias precedentes nacidas en China que era perfectamente aplicable a la covid-19. Mientras, él seguía a la suyo: estrenó en HBO Max Déjales hablar, con su última actriz fetiche, Meryl Streep, y ha rodado este otoño el thriller No Sudden Move.
El surcoreano protagonizó una de las noticias culturales más importantes —más allá de la crisis de la pandemia y los fallecimientos de creadores como Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Alan Parker, Chadwick Boseman, José Luis Cuerda, Max von Sydow, Terry Jones, Ennio Morricone, Ian Holm, Michel Piccoli, Rosa Maria Sardà, Lynn Shelton, Irrfan Khan o Sean Connery― de 2020: su Parásitos, que venía de obtener la Palma de Oro de Cannes 2019, fue el primer largometraje en lengua no inglesa en ganar el Oscar a mejor película. Donde nunca llegaron Bergman, Fellini, De Sica, Renoir o Kurosawa en 92 años de premios de la Academia de Hollywood, triunfó Bong, impulsado por su indudable talento y la globalización de los votantes de los galardones. El coreano es otro cineasta que no atiende a pantallas o formatos: tras estrenarse esta temporada la serie de televisión que adapta su Snowpiercer, ahora desarrolla para Netflix ―para quien ya hizo Okja― otra sobre Parásitos y decide cuál será su siguiente proyecto entre uno en inglés y otro en su lengua materna.
La segunda gran enseñanza de 2020 es que de poco vale prever con mucha antelación el futuro. Los calendarios de lanzamientos (empezando por las meticulosas planificaciones del imperio Disney y sus películas Star Wars, Pixar o Marvel) saltaron por los aires. 2021 va a ser la secuela de 2020, un cajón de sastre en el que se mezclan filmes aplazados con los que ya habían fijado su estreno para este año. Ni siquiera la agenda de festivales está cerrada. El primer grande del año, la Berlinale, se ha dividido en dos: del 1 al 5 de marzo se celebrará online la parte industrial y un jurado internacional verá las películas de la competición y anunciará los ganadores. Después, en verano, se proyectarán al público. Sin prensa en ninguno de los procesos, no habrá promoción, y eso hará que bastantes productores decidan pasar sus películas a otros certámenes. Como Cannes... que se muda a plena canícula, aún sin cerrar fechas. Esta fila de fichas festivaleras de dominó marca en su caída las fechas de estreno del cine de autor. Algunas de las películas más esperadas del 2020 se han guardado para Cannes 2021, como Benedetta, de Paul Verhoeven, la biografía de una monja lesbiana italiana del siglo XVII que tuvo visiones erótico-místicas. O Arthur Rambo, drama de Laurent Cantet. Como The French Dispatch, el nuevo ejercicio de estilo de Wes Anderson, o Where is Anna Frank, en la que Ari Folman inventa la vida de Kitty, la amiga imaginaria a quien dedicó su diario Frank. También desde Cannes saldrían lanzadas La mujer en la ventana, de Joe Wright; The Last Planet, Jesucristo visto por Terrence Malick; Annette, el musical de Leos Carax; Bergman Island, cine sobre cine de Mia Hansen-Løve; el documental The Beatles: Get Back, de Peter Jackson; Memoria, el filme de Apichatpong Weerasethakul rodado en Colombia con Tilda Swinton; Mona Lisa and the Blood Moon, el nuevo thriller de Ana Lily Amirpour, o Tre Piani, drama burgués de Nanni Moretti.
¿Seguirá habiendo salas en 2021? Sí, pero no sabemos cuántas cerrarán. Hay mucho dinero invertido en esos locales por parte de grandes multinacionales, y la taquilla navideña ha dado un respiro. Sin embargo, caerán bastantes salas independientes e incluso las grandes, como la cadena AMC, están desesperadas buscando efectivo con el que mantenerse a flote. Tampoco Hollywood, a través de las majors, está realizando movimientos que apuntalen esa ventana de exhibición: todo lo contrario, se han lanzado a una guerra sin cuartel de plataformas digitales. A saber dónde verá el público (en pantalla grande o en casa) filmes pensados con vocación de taquillazo como Dune, de Denis Villeneuve; el nuevo Bond (Sin tiempo para morir); el próximo estreno de Pixar Luca, del italiano Enrico Casarosa; Matrix 4; el biopic sobre Elvis Presley de Baz Luhrmann; el doble estreno de Tom Cruise, que tendrá Misión: Imposible 7 y Top Gun: Maverick; la animación de Disney Raya y el último dragón; Old, el nuevo thriller de M. Night Shyamalan; la versión de West Side Story de Steven Spielberg, y otra avalancha de cine de superhéroes con Los Eternos, Suicide Squad; Viuda negra, con Scarlett Johansson, o el thriller Un lugar tranquilo 2. Junto a ellos Ridley Scott también tendrá dos nuevas películas: Gucci y The Last Duel, y en ambas estará Adam Driver. En cualquier caso, tras estar durante meses hablando sobre si salas sí o salas no, falta una reflexión más creativa y profunda sobre qué es el cine hoy y hacia dónde quiere ir.
Los resquicios que deje el gran Hollywood serán aprovechados por cineastas más autorales. A España llegarán, por ejemplo, una de las grandes favoritas para los Oscar, Nomadland, de Chloé Zhao, último León de Oro de Venecia y que podría significar para su protagonista, Frances McDormand, la doble nominación como productora y como actriz (nunca ha pasado con mujeres, sí en numerosas ocasiones con actores); Otra ronda, el espectacular drama etílico del danés Thomas Vinterberg; Una joven prometedora, con Carey Mulligan; y dos excepcionales wésterns: First Cow, de Kelly Reichardt, y Noticias del gran mundo, de Paul Greengrass con Tom Hanks.
En plataformas habrá espacio incluso para cine de calidad, como Small Axe, cinco películas dirigidas por Steve McQueen; One Night In Miami, de Regina King (debut como directora de la estrella estadounidense de la tele); Don’t Look Up, con medio Hollywood rodando para Adam McKay, o Blonde: Marilyn Monroe tendrá el rostro de Ana de Armas. Por cierto, De Armas también estrenará Deep Water, con su ahora pareja Ben Affleck y que supone la vuelta al cine tras dos décadas sin película de Adrian Lyne. Y desde Chile y Argentina, dos coproducciones estimulantes: El agente topo, de la chilena Maite Alberdi, y Competencia oficial, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, con Antonio Banderas y Penélope Cruz.
¿Y el cine español? Renqueante, lamiéndose las heridas sufridas durante la pandemia, aunque con buenas perspectivas. Como El buen patrón, con la que repiten Fernando León y Javier Bardem, o Las leyes de la frontera: Javier Cercas visto por Daniel Monzón. Habrá thrillers de la mano de Álex de la Iglesia (Veneciafrenia), Paco Plaza (La abuela), Óscar Aibar (El sustituto) o Jaume Balagueró (Way Down). También dramas con Fernando Trueba (El olvido que seremos), Secun de la Rosa (El Cover), Imanol Uribe (La mirada de Lucía), Agustí Villaronga (El ventre del mar) o Benito Zambrano (Pan de amor con semillas de amapola). Y comedias, con Arantxa Echevarría (La familia perfecta) o Fernando Colomo (Poliamor para principiantes). Rodarán o están rodando Jonás Trueba, Jaime Rosales, Icíar Bollaín, Isaki Lacuesta, Carla Simón, Cesc Gay y Pedro Almodóvar. Todo lo anterior quedará mediatizado, por supuesto, por el motor de la taquilla nacional, Santiago Segura y su A todo tren. Y, a pesar de la pandemia, la comedia debería de alegrarnos un poco este 2021, año en que celebraremos el centenario del nacimiento —el 12 de junio— de Luis García Berlanga, el cineasta que retrató el corazón de España.
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El surcoreano protagonizó una de las noticias culturales más importantes —más allá de la crisis de la pandemia y los fallecimientos de creadores como Kirk Douglas, Olivia de Havilland, Alan Parker, Chadwick Boseman, José Luis Cuerda, Max von Sydow, Terry Jones, Ennio Morricone, Ian Holm, Michel Piccoli, Rosa Maria Sardà, Lynn Shelton, Irrfan Khan o Sean Connery― de 2020: su Parásitos, que venía de obtener la Palma de Oro de Cannes 2019, fue el primer largometraje en lengua no inglesa en ganar el Oscar a mejor película. Donde nunca llegaron Bergman, Fellini, De Sica, Renoir o Kurosawa en 92 años de premios de la Academia de Hollywood, triunfó Bong, impulsado por su indudable talento y la globalización de los votantes de los galardones. El coreano es otro cineasta que no atiende a pantallas o formatos: tras estrenarse esta temporada la serie de televisión que adapta su Snowpiercer, ahora desarrolla para Netflix ―para quien ya hizo Okja― otra sobre Parásitos y decide cuál será su siguiente proyecto entre uno en inglés y otro en su lengua materna.
La segunda gran enseñanza de 2020 es que de poco vale prever con mucha antelación el futuro. Los calendarios de lanzamientos (empezando por las meticulosas planificaciones del imperio Disney y sus películas Star Wars, Pixar o Marvel) saltaron por los aires. 2021 va a ser la secuela de 2020, un cajón de sastre en el que se mezclan filmes aplazados con los que ya habían fijado su estreno para este año. Ni siquiera la agenda de festivales está cerrada. El primer grande del año, la Berlinale, se ha dividido en dos: del 1 al 5 de marzo se celebrará online la parte industrial y un jurado internacional verá las películas de la competición y anunciará los ganadores. Después, en verano, se proyectarán al público. Sin prensa en ninguno de los procesos, no habrá promoción, y eso hará que bastantes productores decidan pasar sus películas a otros certámenes. Como Cannes... que se muda a plena canícula, aún sin cerrar fechas. Esta fila de fichas festivaleras de dominó marca en su caída las fechas de estreno del cine de autor. Algunas de las películas más esperadas del 2020 se han guardado para Cannes 2021, como Benedetta, de Paul Verhoeven, la biografía de una monja lesbiana italiana del siglo XVII que tuvo visiones erótico-místicas. O Arthur Rambo, drama de Laurent Cantet. Como The French Dispatch, el nuevo ejercicio de estilo de Wes Anderson, o Where is Anna Frank, en la que Ari Folman inventa la vida de Kitty, la amiga imaginaria a quien dedicó su diario Frank. También desde Cannes saldrían lanzadas La mujer en la ventana, de Joe Wright; The Last Planet, Jesucristo visto por Terrence Malick; Annette, el musical de Leos Carax; Bergman Island, cine sobre cine de Mia Hansen-Løve; el documental The Beatles: Get Back, de Peter Jackson; Memoria, el filme de Apichatpong Weerasethakul rodado en Colombia con Tilda Swinton; Mona Lisa and the Blood Moon, el nuevo thriller de Ana Lily Amirpour, o Tre Piani, drama burgués de Nanni Moretti.
¿Seguirá habiendo salas en 2021? Sí, pero no sabemos cuántas cerrarán. Hay mucho dinero invertido en esos locales por parte de grandes multinacionales, y la taquilla navideña ha dado un respiro. Sin embargo, caerán bastantes salas independientes e incluso las grandes, como la cadena AMC, están desesperadas buscando efectivo con el que mantenerse a flote. Tampoco Hollywood, a través de las majors, está realizando movimientos que apuntalen esa ventana de exhibición: todo lo contrario, se han lanzado a una guerra sin cuartel de plataformas digitales. A saber dónde verá el público (en pantalla grande o en casa) filmes pensados con vocación de taquillazo como Dune, de Denis Villeneuve; el nuevo Bond (Sin tiempo para morir); el próximo estreno de Pixar Luca, del italiano Enrico Casarosa; Matrix 4; el biopic sobre Elvis Presley de Baz Luhrmann; el doble estreno de Tom Cruise, que tendrá Misión: Imposible 7 y Top Gun: Maverick; la animación de Disney Raya y el último dragón; Old, el nuevo thriller de M. Night Shyamalan; la versión de West Side Story de Steven Spielberg, y otra avalancha de cine de superhéroes con Los Eternos, Suicide Squad; Viuda negra, con Scarlett Johansson, o el thriller Un lugar tranquilo 2. Junto a ellos Ridley Scott también tendrá dos nuevas películas: Gucci y The Last Duel, y en ambas estará Adam Driver. En cualquier caso, tras estar durante meses hablando sobre si salas sí o salas no, falta una reflexión más creativa y profunda sobre qué es el cine hoy y hacia dónde quiere ir.
Los resquicios que deje el gran Hollywood serán aprovechados por cineastas más autorales. A España llegarán, por ejemplo, una de las grandes favoritas para los Oscar, Nomadland, de Chloé Zhao, último León de Oro de Venecia y que podría significar para su protagonista, Frances McDormand, la doble nominación como productora y como actriz (nunca ha pasado con mujeres, sí en numerosas ocasiones con actores); Otra ronda, el espectacular drama etílico del danés Thomas Vinterberg; Una joven prometedora, con Carey Mulligan; y dos excepcionales wésterns: First Cow, de Kelly Reichardt, y Noticias del gran mundo, de Paul Greengrass con Tom Hanks.
En plataformas habrá espacio incluso para cine de calidad, como Small Axe, cinco películas dirigidas por Steve McQueen; One Night In Miami, de Regina King (debut como directora de la estrella estadounidense de la tele); Don’t Look Up, con medio Hollywood rodando para Adam McKay, o Blonde: Marilyn Monroe tendrá el rostro de Ana de Armas. Por cierto, De Armas también estrenará Deep Water, con su ahora pareja Ben Affleck y que supone la vuelta al cine tras dos décadas sin película de Adrian Lyne. Y desde Chile y Argentina, dos coproducciones estimulantes: El agente topo, de la chilena Maite Alberdi, y Competencia oficial, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, con Antonio Banderas y Penélope Cruz.
¿Y el cine español? Renqueante, lamiéndose las heridas sufridas durante la pandemia, aunque con buenas perspectivas. Como El buen patrón, con la que repiten Fernando León y Javier Bardem, o Las leyes de la frontera: Javier Cercas visto por Daniel Monzón. Habrá thrillers de la mano de Álex de la Iglesia (Veneciafrenia), Paco Plaza (La abuela), Óscar Aibar (El sustituto) o Jaume Balagueró (Way Down). También dramas con Fernando Trueba (El olvido que seremos), Secun de la Rosa (El Cover), Imanol Uribe (La mirada de Lucía), Agustí Villaronga (El ventre del mar) o Benito Zambrano (Pan de amor con semillas de amapola). Y comedias, con Arantxa Echevarría (La familia perfecta) o Fernando Colomo (Poliamor para principiantes). Rodarán o están rodando Jonás Trueba, Jaime Rosales, Icíar Bollaín, Isaki Lacuesta, Carla Simón, Cesc Gay y Pedro Almodóvar. Todo lo anterior quedará mediatizado, por supuesto, por el motor de la taquilla nacional, Santiago Segura y su A todo tren. Y, a pesar de la pandemia, la comedia debería de alegrarnos un poco este 2021, año en que celebraremos el centenario del nacimiento —el 12 de junio— de Luis García Berlanga, el cineasta que retrató el corazón de España.
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Un año crítico para las salas de cine que viene con estrenos potentes
En los próximos meses coincidirán las superproducciones pendientes de salir en 2020 y las obras de directores que miran a Cannes. Spielberg, Verhoeven, Ridley Scott, Denis Villeneuve, Álex de la Iglesia y Fernando Trueba son algunos de los cineastas que estrenarán películas el año del centenario...
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