Un anillo con cuatro iniciales de su familia ayudó a identificar a una de las víctimas

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«Mi marido es transportista. Hablé con él varias veces. Me dio este punto kilométrico cerca de Valencia, pero ya estaba todo fatal… Desde entonces no sé nada de él». Aunque parezca increíble, las denuncias por desaparecidos de la DANA siguen llegando. Es un goteo pequeño pero que no cesa. Hay tantas dificultades para moverse y comunicarse que cuesta hasta contar a quien hay que hacerlo que te faltan las personas queridas. El caso expuesto es una de las últimas recibidas por Policía Nacional el pasado miércoles, más de una semana después de las riadas. «Vino cuando pudo. Las denuncias tipo son similares. En este caso características físicas, datos del camión, el último lugar donde supo que estaba su pareja… Y luego entrega de objetos (cepillo de dientes, maquinilla, cuchara) para la recogida de muestras biológicas », explica la comisaria Silvia Pérez Pavía, jefa de la Unidad Central de Investigación de la Escena del Delito de la Policía Nacional.Se han abierto tres oficinas de denuncias para facilitar el trámite y la entrega de muestras. Es la primera vez que se hace. El real decreto de 2009 por el que se aprobó el protocolo nacional de actuación médico-forense y de Policía Científica en sucesos con víctimas múltiples solo prevé una oficina 'ante mortem'. Pero la DANA en Valencia ha supuesto un sinfín de situaciones inéditas y complejísimas. «Una zona tan amplia, dos Cuerpos policiales intercambiando datos al momento y donde la compenetración es esencial», explica la comisaria. «El centro de integración de datos se constituyó para esto. En otras catástrofes su función no había sido tan valiosa porque la coordinación era más con forenses o con Policía Local, por ejemplo en el incendio de Campanar. En este momento ha sido imprescindible. Hay muchos desaparecidos . Es el escenario más complejo», añade Javier Egea, inspector jefe de la Brigada de Policía Científica de Valencia, que ha participado desde el minuto cero en la búsqueda e identificación de cadáveres.Noticia Relacionada estandar Si Cuerpos en el parking y camiones refrigeradores: la improvisada morgue para los fallecidos José Ramón Navarro-ParejaAmbos policías destacan la complejidad del operativo y de las identificaciones por dos factores. «Cuando se localiza un cuerpo en la mayoría de situaciones catastróficas tienes un candidato. Por ejemplo, si es un tren o avión accidentado sabes dónde estaba sentado el pasajero, tienes con qué comparar... Pero aquí hemos encontrado cuerpos en medio de la calle, en una rotonda, en un garaje, desprovistos de todo. No hay candidato, hay que buscarlo en las denuncias y en la información 'ante mortem' y los volúmenes de denuncias eran inmensos», detalla el inspector jefe.«En el terremoto de Lorca pensé que había visto todo como policía. Me equivoqué, me quedaba lo peor», dice la comisaria Silvia PérezEl otro factor es el agua y las condiciones que imprime en los cuerpos sumergidos. Aun así, la Policía ha llevado a cabo el total de identificaciones mediante huellas dactilares, la técnica más rápida para poner nombre. Hay un caso particular en medio de esta selva de devastación. Una víctima identificada gracias a las cuatro iniciales grabadas en el anillo de oro que el agua no logró arrebatarle tras quitarle la vida. Eran las cuatro iniciales de su familia. «Revisamos todas las denuncias, teníamos el sexo, edad aproximada y en una de ellas cotejamos unos nombres. Las iniciales coincidían. Puede que sea esa persona, nos dijimos. Cotejamos sus huellas en la base de datos y era». Egea, que a punto estuvo él mismo de ser engullido por las aguas asesinas, cuenta el caso pero preserva el anonimato. Todos los agentes de Científica han tenido a su disposición asistencia psicológica y la han usado. «En el terremoto de Lorca pensé que lo había visto todo como policía, pero me equivoqué. Me quedaba lo peor», admite la comisaria Pérez. Llevan más de 200 autopsias y otras tantas víctimas identificadas. Un reto inédito. La única paz posible para los supervivientes.

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