Linnie_Howe
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Vocación, talento, esfuerzo y disciplina. Pero también trastornos, violencia, crueldad —física y psicológica— y fracaso y frustración. Todo ello lo recoge la novela publicada en 2023 por Joan Jordi Miralles (Huesca, 47 años), Triomfador (Males Herbes, 2024). Detrás de un aparente título sobre lo que podría ser el éxito se esconde una historia oscura, inquietante, sobre Ulisses, un joven de 13 años de Manresa que se marcha a La Masia tras ser seleccionado para jugar en el equipo del Barça de Básquet en los años 90. La ilusión y los sueños de ser jugador profesional dentro de uno de los grandes clubes del mundo pronto se convierten en una pesadilla para él. Tras casi dos años de su publicación, Miralles ha pasado por el club de lectura de Quadern para reflexionar y hablar con los asistentes sobre la novela que tardó en escribir diez años, y que ya ha releído tres o cuatro veces. “Al principio no fue una escritura sencilla. Tenía claro que tenía que ser una ficción. Está basada en una experiencia personal, pero una ficción era la mejor manera de penetrar en esta realidad sin caer en el victimismo”, ha reflexionado.
Y es que Miralles pasó por La Masia. “Pero no es mi vida, porque el protagonista se llama Ulisses. Es una ficción porque los personajes hablan en catalán en La Masia”, bromea el escritor al público. Es por ello que tardó una década, entre reescribir y revisar, en terminar y publicar el libro. “Las novelas necesitan un tiempo de maduración. Me costó entrar en la materia, ya que se despertaban cosas que estaban enterradas. Me di cuenta de que necesitaba reescritura, sobre todo por el trato de las situaciones que se narran”, ha compartido el escrito. Nunca quiso, eso sí, “cambiar nombres o disfrazar la novela para que tuviese impacto”. Tan solo relatar todo aquello que podría —o puede— haber sucedido tras el telón de la televisión, enfocando el césped, tras las puertas de un vestuario de élite y en el camino de llegar a ellos.
Para ello utilizó un tono frío y oscuro, con frases cortas, elipsis, un ritmo que increpa directamente al lector sobre las vejaciones y el abandono de unos niños en un sistema que debería velar por ellos. “Siempre tenías que estar alerta, y para mí era importante dejar esta impresión. Que hay que tener cura del protagonista, pero se encuentra desamparado”, ha añadido Miralles mientras bebía de su infusión de tomillo para cuidar su voz. Tampoco es casual el nombre del protagonista, Ulisses, en representación al arquetipo del héroe y del ciclo que vive el joven: sale de casa, vive la aventura de La Masia donde se impone la ley del más fuerte, y regresa a su hogar, pero su vida ha cambiado. La portada también es alegórica: “El personaje se tiene que crear una armadura, y el elemento que más se acercaba era este corazón petrificado, que irriga sangre”.
Miralles, satisfecho con la buena recepción entre el público, sí que quedó sorprendido con el “malestar” que se pudo generar al hablar de la gran marca Barça. “La novela intenta exponer unos hechos que no son contemporáneos. La recepción del libro nunca se puede controlar, aunque haya palabras como ‘Barça’ o bullying’”. Una de las asistentes advirtió: hay que contextualizar, ya que la ficción se sitúa temporalmente en los años noventa. Miralles quiso puntualizar: “Es importante matizar que son épocas diferentes, sí. Pero también es importante que gracias a los testimonios y al arte, como películas y libros, haya revisión histórica”. “¿Ahora qué? ¿Esto pasa ahora? Me pregunta mucha gente”, ha dejado el escritor en el aire, con la respuesta en privado.
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Y es que Miralles pasó por La Masia. “Pero no es mi vida, porque el protagonista se llama Ulisses. Es una ficción porque los personajes hablan en catalán en La Masia”, bromea el escritor al público. Es por ello que tardó una década, entre reescribir y revisar, en terminar y publicar el libro. “Las novelas necesitan un tiempo de maduración. Me costó entrar en la materia, ya que se despertaban cosas que estaban enterradas. Me di cuenta de que necesitaba reescritura, sobre todo por el trato de las situaciones que se narran”, ha compartido el escrito. Nunca quiso, eso sí, “cambiar nombres o disfrazar la novela para que tuviese impacto”. Tan solo relatar todo aquello que podría —o puede— haber sucedido tras el telón de la televisión, enfocando el césped, tras las puertas de un vestuario de élite y en el camino de llegar a ellos.
Para ello utilizó un tono frío y oscuro, con frases cortas, elipsis, un ritmo que increpa directamente al lector sobre las vejaciones y el abandono de unos niños en un sistema que debería velar por ellos. “Siempre tenías que estar alerta, y para mí era importante dejar esta impresión. Que hay que tener cura del protagonista, pero se encuentra desamparado”, ha añadido Miralles mientras bebía de su infusión de tomillo para cuidar su voz. Tampoco es casual el nombre del protagonista, Ulisses, en representación al arquetipo del héroe y del ciclo que vive el joven: sale de casa, vive la aventura de La Masia donde se impone la ley del más fuerte, y regresa a su hogar, pero su vida ha cambiado. La portada también es alegórica: “El personaje se tiene que crear una armadura, y el elemento que más se acercaba era este corazón petrificado, que irriga sangre”.
Miralles, satisfecho con la buena recepción entre el público, sí que quedó sorprendido con el “malestar” que se pudo generar al hablar de la gran marca Barça. “La novela intenta exponer unos hechos que no son contemporáneos. La recepción del libro nunca se puede controlar, aunque haya palabras como ‘Barça’ o bullying’”. Una de las asistentes advirtió: hay que contextualizar, ya que la ficción se sitúa temporalmente en los años noventa. Miralles quiso puntualizar: “Es importante matizar que son épocas diferentes, sí. Pero también es importante que gracias a los testimonios y al arte, como películas y libros, haya revisión histórica”. “¿Ahora qué? ¿Esto pasa ahora? Me pregunta mucha gente”, ha dejado el escritor en el aire, con la respuesta en privado.
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