Verna_Ortiz
New member
- Registrado
- 27 Sep 2024
- Mensajes
- 133

Como un mal de ojo que alguien hubiera lanzado sobre el PSOE de Madrid hace ya tras décadas, la maldición en las filas de los socialistas madrileños ha vuelto a avivarse esta semana con toda crudeza. Este partido es lo más parecido a una trituradora de líderes políticos, que apenas tienen tiempo de llevar a la práctica sus proyectos políticos, bajo el ojo escrutador y censor de Ferraz, que en cualquier momento puede inclinar el pulgar hacia abajo. Y entonces ya estás muerto, aunque tardes tiempo en saberlo y asumirlo. Algo así le pasó a Juan Lobato , sentenciado desde la dirección federal de su partido hace meses, y que esta semana ha tenido que abandonar incapaz de soportar las presiones internas de su partido por haber osado llevar a una notaría su conversación con una asesora de La Moncloa sobre la filtración de un documento secreto relacionado con el novio de Ayuso, como informó ABC hace ahora siete días. Lobato es el último de los líderes y portavoces socialistas que han ido cayendo en las últimas tres décadas, desde que Joaquín Leguina perdió el gobierno regional en las elecciones autonómicas de 1995. El ya exportavoz en la Asamblea de Madrid lo advertía: «No podemos estar cambiando de candidato cada media hora». Así, avisaba, es imposible hacer cuajar un proyecto en la Comunidad de Madrid, donde el PP lleva gobernando casi 30 años y el PSOE ha comprobado cómo ha perdido, incluso, su puesto de principal partido de la oposición desde 2021, desplazado por Más Madrid en el Parlamento madrileño. Esta semana se ha visto de forma descarnada qué es y cómo funciona la antigua Federación Socialista Madrileña (FSM), rebautizada como Partido Socialista de Madrid, primero, y después como PSOE de Madrid. Es una máquina perfecta para las crisis, para los enfrentamientos, para poner y quitar líderes, para empezar de cero las veces que haga falta y volver a fracasar en las urnas ante el desinterés creciente de los madrileños. Y para demostrar que si un dirigente regional pierde el favor de Ferraz y La Moncloa, poco futuro tiene, por mucho que haya ganado en las primarias con los militantes. Noticia Relacionada estandar Si El PSOE avala el 'lawfare' y denuncia «una cacería humana en sede judicial» Mariano AlonsoEn parte es un círculo vicioso, porque el hecho de no estar en el poder quita al líder socialista madrileño autoridad frente a los alcaldes que sí que lo que lo tienen, y que son la fuerza real territorial del partido en Madrid, y le deja además desamparado ante la dirección federal o La Moncloa, sobre todo si el partido gobierna en España y su jefe es el presidente. La 'maldición' del PSOE de Madrid viene de lejos. Su historia es una sucesión de fracasos individuales y colectivos. Desde que Leguina dejara el gobierno de la Comunidad de Madrid, han perdido nueve elecciones autonómicas, ganaron las de 2019 pero no pudieron gobernar, han tenido once portavoces diferentes en la Comunidad de Madrid, seis secretarios generales y han contado con cuatro gestoras en diferentes momentos para tratar de tomar las riendas del partido cuando quedaba descabezado. En el Ayuntamiento de Madrid, perdieron el poder en 1989 y no lo volvieron a recuperar. Desde ese año han tenido 13 portavoces. En 2015, el PSOE municipal también perdió, pero apoyó a Manuela Carmena como alcaldesa, tras hundirse como tercera fuerza política en Cibeles.Las gestorasLas cuatro gestoras impuestas por Ferraz en Madrid son el reflejo del fracaso del partido en estas últimas décadas. En 2007 se constituyó el primero de estos órganos excepcionales, tras la dimisión de Rafael Simancas, que nunca se recuperó del golpe del 'tamayazo' en 2003. Cristina Narbona fue la presidenta de esa primera gestora, que como todas las demás estaba mecida por la mano de la dirección federal del partido. En 2015, Pedro Sánchez, que entonces era secretario general en su primera etapa, fulminó a Tomas Gómez como líder socialista en Madrid por «el deterioro de la imagen pública» del partido y por la inestabilidad orgánica. Sánchez puso al frente de la gestora a Simancas, pese a su currículum político plagado de derrotas. Al día siguiente, la gestora cambió la cerradura del despacho de Tomás Gómez, en un episodio que ha pasado a la historia de las crisis socialistas madrileñas. En 2021, el hundimiento electoral en las elecciones madrileñas, que dejó al PSOE en tercera posición, hizo dimitir al secretario general regional, José Manuel Franco, y se creó la tercera gestora, con Isaura Leal al frente. Leal, de la máxima confianza de Sánchez y buena conocedora de la vida interna del partido en Madrid, ha vuelto a ser la elegida para encabezar la cuarta gestora, tras la dimisión de Lobato.Historia de una guerra interna sin fin 1987 Clan de Chamartín El enfrentamiento entre el 'clan de Chamartín', al que pertenecía, Leguina, con los guerristas, donde se situaba José Acosta, supuso un punto sin vuelta atrás en la pelea interna del socialismo madrileño. 1994 Fin de la 'mesa camilla' En otro enfrentamiento entre guerristas y renovadores ante el congreso federal, Leguina (renovador) ganó por la mínima y proclamó que se ponía fin a la época de la mesa camilla con Acosta y Barranco 2003 El 'tamayazo' Simancas perdió las elecciones frente a Aguirre, pero se vio presidente gracias a un pacto con IU. Dos diputados de Renovadores por la base le traicionaron y frustraron su investidura La historia del PSOE de Madrid, antes FSM, está plagada de peleas internas entre familias y corrientes, auténticos pulsos por el poder del partido en la región capital de España. Hay nombres que ya están asociados para siempre a ese historia de desencuentros 'familiares' socialistas. Ya en los inicios de la Federación Socialista Madrileña, en 1978, tomaron fuerza dirigentes como Joaquín Leguina y Juan Barranco y ese mismo año, la fusión con el Partido Socialista Popular permitió que Enrique Tierno Galván fuera el candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid en 1979. Alcanzó la alcaldía gracias a su pacto con el PCE. Su popularidad se disparó y fue reelegido alcalde en 1983, puesto en el que se mantuvo hasta su fallecimiento en 1986. Le sustituyó Juan Barranco, alcalde hasta 1989, cuando cayó por una moción de censura en la que fue elegido Agustín Rodríguez Sahagún, gracias al pacto del CDS con Alianza Popular. En 1991, el PP, con José María Álvarez del Manzano, ganó por mayoría absoluta en el ayuntamiento, y los populares ya no abandonarían la Alcaldía hasta 2015, hasta el paréntesis de cuatro años de Manuela Carmena. En 1983, Leguina fue elegido primer presidente de la Comunidad de Madrid, puesto que ocuparía hasta 1995. La década de 1980 fue la época dorada del socialismo en Madrid, con el poder municipal y autonómico en sus manos. Pero su hegemonía empezó a caer al mismo tiempo que el Partido Popular se reinventaba y empezaba a girar al centro, y mientras el felipismo aceleraba su decadencia y daba paso a la alternancia en España. 2015 Tomás Gómez, fulminado Tomás Gómez fue secretario general del PSOE de Madrid entre 2007 y 2015. Este año, Sánchez lo destituyó y creó una gestora. Al día siguiente, su despacho apareció con la cerradura cambiada 2021 Tercer partido regional En 2019, el PSOE ganó las autonómicas, pero no pudo gobernar. En 2021, el batacazo fue monumental, al caer a la tercera posición, detrás de Más Madrid. Dejó de ser principal partido de la oposición 2024 Caída de Lobato La última crisis ha sido esta semana, en vísperas del congreso. El secretario general ha dimitido presionado por Ferraz y La Moncloa, que deberán impulsar una candidatura para liderar el partidoEsa especie de 'belle époque' del socialismo madrileño en la década de 1980 estuvo repleta de movimientos políticos internos, de crisis y de peleas entre familias. El año 1981 fue una fecha clave en la historia de la FSM porque José Acosta, de la máxima confianza de Alfonso Guerra, fue elegido presidente, con Leguina como secretario general. Vencieron al sector marxista de Manuel de la Rocha. Acosta y Leguina revalidaron sus puestos orgánicas en 1985. Dos años después se produjo el primer gran choque entre el 'clan de Chamartín', donde estaba Leguina, al que se consideraba renovador y moderado, y los 'acostistas', que tenían a Guerra detrás. El pulso interno por el modelo de partido entre unos y otros fue ya imparable, aunque no faltaron acuerdos para el reparto de cargos y sillones, como ocurrió en 1991. Tres años después, renovadores y acostistas se enfrentaron abiertamente a la hora de elegir a los delegados para el 33 Congreso federal del PSOE. Ganó Leguina a los guerristas por la mínima y el vencedor dio por terminada «la época del tresillo y la mesa camilla», en la que tanto él como Acosta y Barranco habían protagonizado todos los congresos madrileños. Una carrera de obstáculos Arriba, los diputados socialistas Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, protagonistas del "tamayazo" en 2003. Abajo, izq. Tomás Gómez tras ser destituido como secretario general del PSOE de Madrid por Pedro Sánchez, en 2015. Dcha, Pepu Hernández y Ángel Gabilondo, la noche electoral de 2019. JAIME GARCÍAPor si eran pocos, en 1994 apareció otra corriente interna, Renovadores por la Base, con José Luis Balbás como referente, que completó el menú de familias socialistas, juntos a los renovadores, guerristas e Izquierda Socialista. Renovadores por la Base fue decisivo más adelante para impulsar la candidatura de Zapatero. Pero también para impedir que Simancas fuera presidente de la Comunidad: dos de sus miembros, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, traicionaron al partido y frustraron en 2003 su investidura con su ausencia en el pleno, en lo que se conoció como 'tamayazo'.Tras la salida de Leguina del Gobierno regional, fue habitual que en los congresos socialistas madrileños se presentara más de una lista, por la falta de acuerdo entre los renovadores y los guerristas. Simancas, de este último sector, estuvo avalado por Acosta y se aupó a la secretaría general en el 2000. El declive del PSOE de Madrid fue ya imparable, carcomido por sus luchas internas, incapaz de garantizar un partido unido y de consolidar un proyecto que atrajera a una mayoría social.
Cargando…
www.abc.es