Las fronteras entre el teatro documental, la ficción y la autoficción son cada día más borrosas. Cosa que nos encanta. Tras ocho años de silencio después de un sorprendente primer espectáculo (El niño de la tele), el dramaturgo Marc de la Varga vuelve a la sala Flyhard de Barcelona con Em dic Josep (Me llamo Josep), ahora en temporada después de su estreno en el pasado festival Grec. Esta es una historia de música y salud mental que se nos presenta en un formato híbrido, a medio camino entre el ensayo y la confesión. La protagoniza la vida enigmática de Camil Clot, un músico que sobrevoló la escena underground barcelonesa a finales de los años noventa, cuando la ciudad todavía no había vendido su alma al turismo. Con un pie en la realidad y el otro en la ficción, Em dic Josep bucea en la memoria colectiva y familiar mientras explora la representación del trastorno bipolar en escena.
De la Varga dirige a un reparto extraño, pero no por esta razón menos excepcional: a la veterana Mont Plans y el joven Pau Vinyals se les une el músico Daniel Higiénico en su primer trabajo como actor. El brillo de sus ojos y la verdad desnuda de su presencia escénica demuestran que la elección ha sido un gran acierto. Vinyals asume el papel del dramaturgo y nos cuenta su investigación sobre la figura de Clot, una de tantas estrellas fugaces que aparecieron y desaparecieron brevemente en la ciudad. Mont Plans es la madre de Josep, el hermano del sujeto en cuestión, y solo necesita una silla y un cigarrillo apagado para hacernos adentrar en la ficción. Daniel Higiénico interpreta a Josep con gran naturalidad, y sus canciones a la guitarra añaden una capa más al montaje: vemos a ese hombre entre el genio y el loco sin necesidad de grandes aspavientos.
Em dic Josep es un montaje desnudo y esencial, como una vieja balada de rock un poco pasada de moda, que aprovecha con inteligencia todos los trucos y mecanismos de la representación teatral. Nos quedamos con ganas de saber mucho más de ese músico que podía “tocar” la música con las manos. Que nadie se duerma porque este es un espectáculo que, como sus intérpretes y protagonistas, tiene una enorme personalidad.
‘Em dic Josep’. Texto y dirección: Marc de la Varga. Sala Flyhard, Barcelona. Hasta el 30 de septiembre.
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elpais.com
De la Varga dirige a un reparto extraño, pero no por esta razón menos excepcional: a la veterana Mont Plans y el joven Pau Vinyals se les une el músico Daniel Higiénico en su primer trabajo como actor. El brillo de sus ojos y la verdad desnuda de su presencia escénica demuestran que la elección ha sido un gran acierto. Vinyals asume el papel del dramaturgo y nos cuenta su investigación sobre la figura de Clot, una de tantas estrellas fugaces que aparecieron y desaparecieron brevemente en la ciudad. Mont Plans es la madre de Josep, el hermano del sujeto en cuestión, y solo necesita una silla y un cigarrillo apagado para hacernos adentrar en la ficción. Daniel Higiénico interpreta a Josep con gran naturalidad, y sus canciones a la guitarra añaden una capa más al montaje: vemos a ese hombre entre el genio y el loco sin necesidad de grandes aspavientos.
Em dic Josep es un montaje desnudo y esencial, como una vieja balada de rock un poco pasada de moda, que aprovecha con inteligencia todos los trucos y mecanismos de la representación teatral. Nos quedamos con ganas de saber mucho más de ese músico que podía “tocar” la música con las manos. Que nadie se duerma porque este es un espectáculo que, como sus intérpretes y protagonistas, tiene una enorme personalidad.
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Teatro entre la canción y el ensayo
La obra ‘Em dic Josep’ bucea en la memoria colectiva y familiar mientras explora la representación del trastorno bipolar en escena
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