eldora.anderson
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Aun desconociendo cómo se encuentra el mercado de segunda mano de pornografía carcelaria utilizada por alguien famoso, la memorabilia puede ayudar a solventar la deuda. Porque O.J. Simpson falleció el pasado mes de abril, dejando más de 100 millones de dólares por pagar y, ahora, el que fuera abogado del exconvicto durante años, además de su albacea, está buscando de dónde sacar ese dinero.
Malcolm LaVergne, el susodicho abogado, ha dado a conocer a través del portal de noticias TMZ, que va a poner en una subasta la colección de pornografía que O.J. Simpson utilizó durante sus días en la prisión estatal de Nevada, explicando, además, que tanto a él como a sus compañeros en la cárcel sí se les permitía este tipo de revistas y que el que fuera actor y jugador de fútbol americano resulta que tenía una enorme colección.
Malcolm ha explicado que Simpson siempre un gran fan del material de categoría X y que el alijo de pornografía que tiene ahora en su poder, la mayoría revistas Penthouse, no solo le servían para mirarla, sino que se pasaba horas leyéndolas.
Aun así, ha preferido no dar a conocer cómo todas esas publicaciones llegaron a las manos de O.J., quien cumplió condena a partir de 2008 tras ser hallado culpable de robo —él aseguraba que eran solo recuerdos— y secuestro en un hotel de Las Vegas.
Después de que O.J. Simpson consiguiera la libertad condicional en 2017, guardó los números de Penthouse, a pesar, ha puntualizado Malcolm, de que por entonces ya tenía acceso a pornografía a través de su teléfono y su ordenador.
Asimismo, ha añadido finalmente que espera realizar la subasta a principios de 2025 — el patrimonio de O.J. ha recibido recientemente un gravamen fiscal de 500.000 dólares del estado de California— y que en ella incluso podría intentar vender al mejor postor condones de la marca Trojan de O.J., que, ha confesado, son de tamaño Magnum.
No hay que olvidar que LaVergne está intentando recaudar dinero de dónde sea, incluido vender por alrededor de 269.000 dólares, unos 256.000 euros, una de las casas del fallecido actor, si bien se trata de muy poco dinero con respecto a lo que debe. Aunque su sentencia por negligencia de 1997, para las víctimas del doble caso de asesinato del que quedó absuelto, fue de 33,5 millones de dólares, los intereses de la deuda, por los años de impago, se han disparado hasta los 100 millones de dólares.
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