¿Sientes menos deseo sexual? Puede que sea el (mal) tiempo

patricia32

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El frío ha hecho su aparición oficial y, mientras agotamos los últimos días del otoño -que cada vez se asemejan más al invierno-, es la época de la ropa gruesa, gorros y guantes y el pantalón por dentro del calcetín para andar por casa (que está la calefacción muy cara).

Quienes además somos frioleras, también sabemos del poder térmico que tiene una pareja. Acurrucarse junto a otra persona debajo de una manta es la fuente de calor más satisfactoria.

La bajada de temperaturas de esta época del año, la más fría, tiene relación con un fenómeno que se conoce como "cuffing season", el deseo urgente de encontrar pareja a finales de octubre para atravesar esos meses en los que las ganas de salir de casa alcanzan su mínimo.

"Estamos menos activos físicamente, pasamos mucho menos tiempo al aire libre y nos apetece más quedarnos en casa y acurrucarnos con alguien. Esta expresión apareció hace una década, en EE. UU., y se popularizó a través de las redes sociales", explica Valérie Tasso, escritora, sexóloga y embajadora para España de la marca sueca de objetos de placer de lujo y bienestar sexual, LELO.

Y es que el "cuffing" de "cuffing season" viene de "handcuffs", esposas, lo que podría traducirse como la "temporada de estar esposados" en estos meses heladores.

Aunque el buscar el calor humano siempre afectará de manera positiva a nuestro deseo y nuestra sexualidad, con el clima presente, la libido no atraviesa su mejor momento.

"La bajada de las temperaturas, la reducción de las horas de luz, las inclemencias meteorológicas asociadas al invierno suelen afectar negativamente tanto al estado de ánimo (nuestros niveles de serotonina suelen bajar) como a nuestro deseo", afirma Valérie.

Además, en palabras de la experta, "el estrés y la ansiedad suelen aparecer más durante el invierno, con lo cual es evidente que afecta negativamente al deseo".

La explicación de Valérie va más allá de que el invierno es la época en la que más cuesta quitarse la ropa, con el estrés del cierre del año o las fiestas familiares -y su carga de trabajo, dicho sea de paso- pueden ser sinónimo de menos energía para conectar en el plano íntimo.

Por eso, según ella "es importante entender y escuchar a nuestra pareja. Más que nunca, ya que esta época del año puede afectar a uno de los dos, pero no a los dos miembros de la pareja. Así que nos vamos a encontrar con una asimetría del deseo y eso hay que tenerlo muy en cuenta".

"En cuanto a las hormonas, los niveles de testosterona en los hombres tienden a disminuir ligeramente en invierno. Lo que supone una pequeña disminución de su deseo sexual. Las mujeres, en cambio, suelen padecer fluctuaciones hormonales asociadas con el ciclo menstrual que interactúan con los cambios estacionales de la libido. Pero no tienen por qué provocar necesariamente una disminución del deseo".

"Lo que sí nos sucede a nosotras es que somos probablemente más sensibles a la falta de luz solar y a las inclemencias meteorológicas. Lo que significaría que, más que las hormonas, sería el clima el responsable de hacernos sentir menos ganas de sexo durante los meses más oscuros y fríos del año".

¿Cómo reconectar con la libido?​


Por otro lado, si vamos a estadísticas de la ONU, el mes donde hay más nacimientos en sus países miembros es septiembre por unanimidad. Si hacemos el cálculo de la concepción, unos 9 meses antes, corresponde con el invierno en aquellas naciones que se localizan en el hemisferio norte.

Es decir, que no todo está perdido en la "cuffing season". Como confirma Valérie, un espacio privado -tu propia casa o la de la otra persona-, sin prisas, puede fomentar que surja la chispa.

"Estar en un entorno tranquilo y acogedor es fundamental para encontrar (y fomentar) estos momentos íntimos con nuestra pareja. El sexo requiere ante todo tranquilidad. Y paz. De lo contrario, será muy difícil entablar relaciones sexuales".

Para ello, cualquier cosa que implique estar o hacer algo juntos puede ser un buen comienzo, pero la sexóloga también anima a atender el autoplacer.

"Es el momento ideal para practicar la masturbación. Más si cabe que el resto del año. Demasiadas veces nos olvidamos de que la autoestimulación también forma parte del autocuidado", asegura.

Como recuerda: "Masturbarse tiene un impacto más que positivo sobre nuestro estado de ánimo. Permite reducir los niveles de estrés, generar las famosas hormonas de la felicidad y favorecer el descanso".

Además, ahora que se acercan las navidades, incluir en la lista de regalos algo que sirva de aliciente para apostar por el placer, ya sea individual o compartido, -desde un juguete pasando por ropa interior, una escapada, una novela erótica o incluso algo asequible y creativo como un vale por un masaje o por un día de cumplir los deseos de la otra persona- son también maneras de que tengamos esta esfera de la vida presente y le demos la importancia que tiene cultivándola.

 

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