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Óscar Gogorza
Guest
Hace un año, de pie sobre el escenario del Palacio Euskalduna de Bilbao, el alpinista japonés Kazuya Hiraide prometió regresar y narrar, documental mediante, su expedición a la cara oeste del K2. Transcurridos 12 meses, es su viuda Shoko Etoh quien recoge emocionada los aplausos del público y el homenaje del Mendi Film Festival. Su marido nunca regresará del K2 y nadie irá a buscar su cuerpo ni el de su compañero Kenro Nakajima: un accidente segó sus vidas el pasado mes de julio. Shoko, su hija de seis años y su hijo de nueve, añadieron una parada en Bilbao, camino de los Alpes donde hace escasos días recogieron el cuarto Piolet de Oro que viste la carrera extraordinaria de Hiraide, tres de ellos en cordada con Nakajima.
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