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27 Sep 2024
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El 'finale' de la sinfonía número 45 de Joseph Haydn ha pasado a la historia no sólo por su calidad, sino porque el compositor se la dedicó al príncipe Nicolás Esterházy, pero le coló una reivindicación importante. El noble obligaba a los músicos a pasar meses lejos de sus familias cuando visitaba su palacio de verano, Eszterháza, en Hungría, y en 1772 decidió alargar su estancia. Él estaba tan a gusto. Ellos, muy hartos. Haydn compuso el 'finale' de manera que los instrumentos van acabando, uno a uno, y al final sólo suenan dos violines. La estrategia fue efectiva: los maestros salían de la sala cuando su parte acababa. Y el príncipe, tras la sorpresa, pilló la indirecta y ordenó el retorno inmediato a Viena. El vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper , protagonizó un desayuno informativo esta semana y, como ya es habitual, su condición de portavoz político impidió que abordase los problemas de la cultura, que son muchos. Habló de Cercanías, del ministro Puente, de la sucesión de corruptelas del entorno de Sánchez. Calificó, explicó... pero de cultura no habló nada. Ni un minuto le dedicó. Allí estaba todo el sector, esperando sus palabras, sus propuestas, y cuando la decepción les pudo, se fueron levantando uno a uno y abandonaron el desayuno, como los músicos de 1772. Ha llegado la hora de que el PP pille la indirecta. Cuando tenemos un ministro como Urtasun , quien debe controlar sus faltas y excesos sectarios no puede estar sin tiempo para dedicarle un minuto a la cultura. La labor y la interlocución continua es el camino para que creamos que la cultura le importa a la derecha.

 

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