Wilfrid_Thompson
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Cuatro trofeos de la Europa League, dos Supercopas de España, dos Copas del Rey y una Supercopa de Europa esperan a Jesús Navas (Los Palacios, 39 años) al fondo del pasillo que le brindan sus compañeros del Sevilla y sus rivales del Celta. Junto a las copas que consiguió con el equipo andaluz, faltan todos los títulos que el centrocampista capturó con la selección española (un Mundial, dos Eurocopas, una Nations League) y con el Manchester City (una Premier y dos Copas de Inglaterra). Son 16 títulos para un futbolista que salvo sus temporadas en Inglaterra, nunca jugó en uno de los grandes. Pero son 21 temporadas, media vida arriba y abajo en la banda del Sánchez Pizjuán.«El orgullo de Nervión», proclama una gigantesca pancarta en uno de los fondos con dos caras del protagonista, de niño cuando ingresó en el club, y en la actualidad, cuando se retira del fútbol a falta de un partido final en el Santiago Bernabéu.Jesús Navas puso esa fecha, quería terminar con el cierre del año 2024, el que le ha entregado una Eurocopa más con la selección de Luis de la Fuente. También quería cerrar su etapa como sevillista luciendo su número 16 en el equipo titular. Así lo corroboró el entrenador local, García Pimienta.Noticias relacionadas estandar No Un homenaje viral para Navas: «Es ese jugador que siempre te hace sentir bien» Ignacio Liaño Bernal estandar No Sevilla FC Puerta, Reyes y la selección española: los detalles de las botas de Jesús Navas Orgullo de Nervión «Leyenda», describen las camisetas que visten a los futbolistas de ambos equipos antes del partido. Los hijos de Navas realizan el saque de honor, un resbalón del pequeño y a jugar. En el palco observan sus padres, su mujer y Joaquín Caparrós, el entrenador que lo hizo debutar hace 21 años en un Sevilla-Español de 2003, cuando solo tenía 18 primaveras y regateaba hasta los charcos, según reza la leyenda en el Sánchez Pizjuán.Durante su última noche en el estadio de Nervió n, el protagonista se comporta como un guerrero más. Protesta las decisiones del árbitro, se faja en la banda derecha y pone un par de buenos centros a su estilo característico, la curva bien diseñada para ventaja del compañero en el área.Su penúltimo partido lleva parte médico incorporado. Una herida más para un cuerpo de élite que casi no puede caminar con normalidad por los problemas perpetuos en la cadera. La retirada de Navas tiene mucho que ver con esta dolencia. El jugador del Celta Hugo Álvarez le provoca una herida sangrante en la rodilla derecha del dorsal 16. Le ha cortado con los tacos y Navas sangra de forma abundante. Al regresar del descanso, el arañazo ha desaparecido con un apósito.El jugador internacional colabora con su equipo en la conquista del gol que sentencia el encuentro, conseguido por Manu Bueno. En el minuto 69 dice adiós. Sustitución y hasta siempre. Navas llora, se abraza a a sus compañeros, deambula por el campo, se arrodilla y besa el césped , se aproxima al fondo de los ultras y aplaude. Y a llorar más en los saludos al banquillo y hasta el final del partido que supone lo que ningún deportista quiere que llegue nunca.
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