Revolución en Correos: salidas a partir de los 63 años, trabajo los domingos y más turnos de tarde

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El plan para salvar Correos corre el riesgo de atascarse en su fase más inicial. Todos los sindicatos salvo CC.OO. se levantaron ayer de la mesa llamada a negociar el acuerdo laboral que exige el Ministerio de Hacienda como premisa ineludible para liberar los 3.000 millones de euros necesarios para financiar el plan para garantizar la viabilidad futura del operador postal del Estado , en protesta por la radicalidad de las propuestas planteadas y también por la sospecha de que se está intentando esquivar la negociación con un diálogo paralelo a espaldas de la mesa.La dirección de la compañía quiere una plantilla más joven y una organización del trabajo más flexible para competir en pie de igualdad con las empresas privadas. Para ello puso hace unos días sobre la mesa, aunque solo de manera verbal, no en un documento, una serie de medidas entre las que destaca un plan de salidas voluntarias a partir de los 63 años de edad para el personal laboral fijo de la empresa .Noticia Relacionada editorial opinion No El rescate de Correos con prejubilaciones de fondo Editorial ABC El Gobierno sigue dispensando el dinero de los contribuyentes para salvar empresas públicas ineficientes y mal gestionadasEl plan de prejubilaciones es una medida largamente esperada por los sindicatos, que incluso llegó a acordarse en 2018 aunque posteriormente Hacienda la paró por su elevado coste. Los sindicatos querían, no obstante, que se aplicara a partir de los 61 años, lo que pondría en disposición de acogerse a esta posibilidad a cerca de un 10% de la plantilla actual de Correos.El plan de prejubilaciones es la apuesta para reducir la elevada edad media de la plantilla de Correos, que supera los 50 años.Reorganización internaPero hay más medidas. Correos trasladó la semana pasada a los sindicatos un ramillete de medidas organizativas que iban desde la distribución estacional de la jornada, de modo que se hagan más horas en las fases de picos de actividad y menos en los momentos valle del año; la instauración de jornadas semanales de martes a sábado o de miércoles a domingo en las unidades donde se considere que es necesario; la normalización de la jornada partida y los turnos de tarde; o la reasignación en otras unidades del cerca de millar de personas que Juan Manuel Serrano ubicó en los fracasados centros logísticos de Correos.Una revolución en toda regla en una empresa donde solo el 20% del personal trabaja por las tardes y apenas un 1% lo hace en sábado. Según la información difundida por los sindicatos, el equipo de Saura quiere atacar también el absentismo en la empresa, que llega al 9%, institucionalizando un recorte de los complementos de producción y asistencia cuando las ausencias superen el 4% del tiempo de trabajo, y fijando incentivos vinculados a resultados.La mayoría sindical, constituida por todas las centrales salvo CC.OO., entiende que esta hoja de ruta no es un punto de partida sino un señuelo para lograr un acuerdo que ya vendría acordado en origen por la Dirección de Recursos Humanos con una sola parte de la mesa sindical. «Queremos un planteamiento nítido y por escrito sobre el que negociar», exigen fuentes de UGT . «No bloquearemos la negociación, pero tampoco vamos a blanquear un acuerdo previo», dice CSIF.

 

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