xmccullough
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La despedida de Nava s se quedó sin el broche de un triunfo del Sevilla en el Bernabéu (4-2 ) , terreno árido, cuasi inabordable históricamente para los de Nervión. Mbappé, Valverde, Rodrygo y Brahim anotaron en el cuadro merengue, mientras que Isaac y Lukebakio sólo pudieron recortar distancias para el Sevilla. Pero eso es otra historia. Casi todo el mundo previó el tropiezo en el guion de una emotiva tarde donde los focos se dirigían a otro gran objetivo: paladear cada segundo del adiós al fútbol de la leyenda Jesús Navas , con el mayor honor posible. El mito de Los Palacios jugó su partido 705 con el Sevilla FC, el último. Lo hizo saliendo desde el banquillo en el minuto 65.Antes, en los prolegómenos del choque, el reconocimiento del Real Madrid y del Santiago Bernabéu a Jesús Navas puso los vellos de punta. Inédito. Hubo pasillo con los jugadores de ambos equipos y el estadio del club más grande del mundo se puso en pie para ovacionar al sevillano. «¡Navas, Navas!» , clamó la grada. Tras los fastos, el capitán blanco, Luka Modric, le entregó una camiseta firmada por todos los peloteros del Madrid. Destellaban los ojos de Jesús. La frase del exmadridista Guti en la retransmisión del partido lo resumía todo: «Nunca vi al Bernabéu entregarse así a un futbolista que no ha sido del Real Madrid».Con todo el respeto a la máxima del fútbol, este domingo el resultado no era lo más trascendente para la familia sevillista y sus 135 años de historia. En Chamartín se despidió el mejor. Colgó las botas el hombre que más plata ha tocado con la camiseta del Sevilla FC. Cuatro títulos de la Europa League, alzando a los cielos como capitán los dos últimos, una Supercopa de España, otra de Europa y dos trofeos de la Copa del Rey. Respeto. El legado del palaciego es eterno. Y sus lágrimas en el Bernabéu son las de una afición entera. Sollozo también de España, porque la jugada de nuestro Mundial la parió él, arrancando con su fe única desde la banda derecha en el Soccer City de Johannesburgo. «Vamos, Jesusito...». De rojo fuiste además dos veces campeón de la Eurocopa y de la Nations League. Y en tu paseo por Inglaterra agarraste la Premier y dos copas de la liga con el Manchester City. No habrá un sevillista igual. Jamás.Madrid fue el epicentro para rendirse a la admiración de un jugador legendario que ha logrado otro imposible: ser mejor persona que futbolista. Parecía inverosímil, desde su despampanante palmarés, pero, sí, la calidad humana del '16' sevillista arrolló con todo. Por rendimiento, títulos y valores mayúsculos, se va un jugador único, un pedazo del escudo del Sevilla FC. El choque en sí tuvo poquita historia. O mejor dicho, la de siempre, la de la derrota impepinable. García Pimienta dejó a Navas de inicio en el banquillo y puso en liza un once competitivo sobre el papel, con la variante de Stanis Idumbo en el flanco izquierdo del ataque en detrimento de Peque. El franco-belga, como casi todo el equipo, fue poco más que un holograma en la floja primera parte de los nervionenses. Avasallado. El Real Madrid, con Vinicius en la reserva, recogió rápido los enseres de la fiesta e intentó finiquitar al Sevilla por la vía rápida. Con 3-1 se marcharía al descanso.La zaga sevillista se vio absolutamente desarbolada. A los 10 minutos, cayó el primero. Fue un latigazo soberbio de Mbappé ante el que nada pudo hacer Álvaro Fernández, que sí flojeó después en el segundo y el tercero. El golazo del francés caía como una losa a los visitantes, muy endeblitos desde el inicio. Sólo Isaac parecía inquietar algo arriba y poner a prueba a Courtois. Con el Madrid en modo apisonadora, el 2-0 llegó a los 20 minutos por medio de un zapatazo lejano de Valverde que desataba el jolgorio en el Bernabéu. Poco práctica la estirada del portero del Sevilla. A esas alturas olía a goleada histórica. Una sospecha que cobró aún más cuerpo cuando en el minuto 33 Rodrygo convirtió el tercero para los locales a pase de Lucas Vázquez.Cada vez que el Sevilla intentaba meterse en el partido, presionar arriba, se llevaba un porrazo en los morros. Con voluntad, al menos, logró cortar la hemorragia momentáneamente e incluso reducir distancias en el marcador. Antes del descanso, un magnífico centro de Juanlu desde la derecha fue transformado por Isaac en el 3-1 de un cabezazo inapelable. El punta lebrijano se erigió en el mejor de los blanquirrojos. De largo.No en vano, en el arranque de la segunda parte estuvo a punto de firmar doblete tras recoger un pase de Idumbo dentro del área aprovechando el fallo de Tchouameni. Courtois, muy atento, frustró el tanto del delantero. El gol habría inyectado emoción al choque. Todo se quedó en un espejismo cuando en el minuto 53 Brahim Díaz sentenció la contienda elevando el 4-1 al marcador.Apenas once después, en el 64, llegó otro de los momentos más especiales de la tarde. Saltaba al verde Don Jesús Navas González sustituyendo a Idumbo. Y otra vez el Bernabéu estalló en aplausos y retumbó de pie al grito de «¡Navas, Navas!». Parecía que su fructífera carrera la hubiera completado en el Real Madrid. Sobrecogedor.Ficha del partido Real Madrid Courtois; Lucas Vázquez, Tchouaméni, Rüdiger, Camavinga; Brahim, Valverde, Ceballos (Modric, min.71), Bellingham (Asencio, min.77); Rodrygo (Güler, min.71) y Mbappé. Sevilla FC Álvaro Fernández; Carmona, Badé, Gudelj, Kike Salas (Montiel, min.86); Juanlu (García Pascual, min.74), Agoumé, Lokonga (Bueno, min.86); Lukebakio, Romero (Peque, min.74) e Idumbo (Jesús Navas, min.65). Goles 1-0, minuto 10. Mbappé. 2-0, minuto 20. Valverde. 3-0, minuto 34. Rodrygo. 3-1, minuto 35. Romero. 4-1, minuto 53. Brahim. 4-2, minuto 86. Lukebakio. Árbitro Díaz de Mera Escuderos (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a Ancelotti (min.45+1) y Valverde (min.78), por el Real Madrid, y a Lokonga (min.12) y Kike Salas (min.76), por el Sevilla. Estadio Santiago Bernabéu.Como por arte de magia, el Sevilla se transformó con él. El Madrid se encogió con sus carreras y dio un paso atrás. Isaac estrelló un balón en el palo… ¡Navas le había dado la asistencia de tacón! La magia del Duende en una trayectoria de 21 años duró hasta el último segundo de su fútbol. El Sevilla bueno con Navas en el campo hizo el 4-2 en el 85, obra de Lukebakio. Y Díaz de Mera señaló el final en el 94. Es la derrota menos dolorosa. Porque lo que más duele, con diferencia, es que Navas no jugará el próximo partido con el Sevilla FC. Gracias, leyenda.
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