glover.nathanael
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Leer antes de dormir es un hábito común y bastante más sano que mirar el móvil. Si eres de los que lee sabes que de tu lado de la cama habrá varios libros amontonados y una lámpara. El problema es que quedarse dormido con una iluminación intensa en la cara no es lo ideal, de hecho lo dificulta. Y si tienes pareja, está la inconveniencia de no dejarles descansar por no apagar la luz.
Pensemos en otros escenarios lectores: es de noche en un tren o en un avión, no quieres molestar a tus compañeros de puesto encendiendo la luz del techo, pero quieres leer... o, por ejemplo, estás de acampada... Para esto existen las lámparas de pinza. Portátiles, pequeñas y fáciles de usar, sirven para leer en la oscuridad sin problemas.
En general la luz blanca, por su tono frío pero brillante, es más adecuada para leer (o en general cualquier actividad que requiera concentración ocular) porque cansa menos la vista y permite enfocar mejor. De todas maneras, una luz más cálida tampoco es perjudicial y, además, genera más sensación de paz, por lo que si lees para dormir puede ser la indicada.
Lo ideal de una lámpara para leer es que permita regular la temperatura de la luz, de esa manera se tiene el beneficio de la luz blanca, para el momento de concentración, y la luz amarilla, para cuando se piense ya en dormir.
En EL PAÍS Escaparate hemos probado tres lámparas de pinza para leer distintas y las hemos comparado.
Por qué la recomendamos: esta lámpara para leer cuenta con una luz LED regulable con tres temperaturas de iluminación (fría, cálida y mixta) y también permite regular la intensidad (con un solo botón). Cuenta con un cuello ajustable que rota 360º, lo que la hace súper cómoda en cualquier instancia. La pinza es de un tamaño adecuado y tiene buen agarre, además permite ajustar la punta para enganchar en libros más gruesos, por ejemplo. La lámpara se carga con un cable USB (incluye un cable) y tiene bastante duración. Es ligera, solo 45 gramos, por lo que no incomoda cuando se ajusta en el libro y se sostiene en la mano, y es muy discreta y con un diseño funcional y minimalista.
Sus puntos débiles: si se trata de un libro de tapa blanda, puede que enganchar sea un poco más incómodo, por el peso de la lámpara, pero no es tampoco un gran inconveniente. Lo es más que al tener cuello y no venir con un estuche, llevar la lámpara en un bolso o mochila puede ser más engorroso o incluso dañarla. La pinza podría tener un poco más de fuerza.
Por qué la recomendamos: súper compacta, esta lámpara es ideal para llevar contigo. Es solo un pequeño rectángulo, la pinza se dobla hacia adentro y la luz proviene de una pequeña pieza en la parte superior. A primera vista parece que no va a iluminar mucho, pero lo hace. Tiene tres tonalidades de luz (se regula con botones en la parte posterior) y cinco temperatura de iluminación. La luz se puede mover sin problemas y apuntar a dónde se requiera. El diseño es muy práctico, cómodo y bonito. Se carga por medio de USB (la luz en sí misma tiene un enchufe para el ordenador) y tiene una duración de batería bastante alta, además permite tener control de cuánta energía queda con cuatro pequeños indicadores de luz verde. Es ligerísima, pesa solo 40 gramos, y se puede llevar hasta en el bolsillo.
Sus puntos débiles: una de las partes de la pinza está hecha de plástico duro, lo que da la impresión de que puede romperse si se utiliza con libros u otra superficie muy gruesa. Solo gira 90º hacia ambos lados, no tiene más rango. Es la más cara de la comparativa.
Por qué la recomendamos: está lámpara cuenta con un cuello ajustable con luz superior que gira 360º. Tiene tres tonalidades de luz y se puede regular la intensidad presionando el botón posterior. La pinza es de metal y bastante resistente y se puede ajustar en función del grosor del libro. Es recargable con un cable USB (que incluye) y tiene una buena duración de batería.
Sus puntos débiles: como en el caso del otro modelo con cuello de cisne de la comparativa es más incómoda de transportar, ya que no incluye estuche donde llevarla para protegerla cuando se guarda. Es la más pesada de las tres (64 gramos) y la diferencia se nota cuando se engancha al libro y se sostiene en la mano, puede ser incómoda en comparación.
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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 30 de septiembre de 2024.
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Pensemos en otros escenarios lectores: es de noche en un tren o en un avión, no quieres molestar a tus compañeros de puesto encendiendo la luz del techo, pero quieres leer... o, por ejemplo, estás de acampada... Para esto existen las lámparas de pinza. Portátiles, pequeñas y fáciles de usar, sirven para leer en la oscuridad sin problemas.
¿Qué luz artificial es mejor para leer?
En general la luz blanca, por su tono frío pero brillante, es más adecuada para leer (o en general cualquier actividad que requiera concentración ocular) porque cansa menos la vista y permite enfocar mejor. De todas maneras, una luz más cálida tampoco es perjudicial y, además, genera más sensación de paz, por lo que si lees para dormir puede ser la indicada.
Lo ideal de una lámpara para leer es que permita regular la temperatura de la luz, de esa manera se tiene el beneficio de la luz blanca, para el momento de concentración, y la luz amarilla, para cuando se piense ya en dormir.
En EL PAÍS Escaparate hemos probado tres lámparas de pinza para leer distintas y las hemos comparado.
¿Qué tomamos en cuenta para evaluar estas lámparas de leer?
- Tipo de luz: ¿Es luz fría o cálida? ¿Es LED, regulable, incandescente? ¿Cansa los ojos?
- Intensidad y regulación: ¿Se puede ajustar la luz?
- Diseño y ajustabilidad: ¿Tiene un diseño práctico? ¿Es cómoda de usar? ¿Se puede ajustar la distancia y/o el ángulo?
- Fuente de alimentación: ¿Cómo se carga? ¿Es de pila?
- Durabilidad y materiales: ¿Es resistente? ¿Tiene materiales de calidad?
- Portabilidad: ¿Es fácil de llevar?
Luz de lectura de TeamPD
Por qué la recomendamos: esta lámpara para leer cuenta con una luz LED regulable con tres temperaturas de iluminación (fría, cálida y mixta) y también permite regular la intensidad (con un solo botón). Cuenta con un cuello ajustable que rota 360º, lo que la hace súper cómoda en cualquier instancia. La pinza es de un tamaño adecuado y tiene buen agarre, además permite ajustar la punta para enganchar en libros más gruesos, por ejemplo. La lámpara se carga con un cable USB (incluye un cable) y tiene bastante duración. Es ligera, solo 45 gramos, por lo que no incomoda cuando se ajusta en el libro y se sostiene en la mano, y es muy discreta y con un diseño funcional y minimalista.
Sus puntos débiles: si se trata de un libro de tapa blanda, puede que enganchar sea un poco más incómodo, por el peso de la lámpara, pero no es tampoco un gran inconveniente. Lo es más que al tener cuello y no venir con un estuche, llevar la lámpara en un bolso o mochila puede ser más engorroso o incluso dañarla. La pinza podría tener un poco más de fuerza.
Lámpara de lectura de Glocusent
Por qué la recomendamos: súper compacta, esta lámpara es ideal para llevar contigo. Es solo un pequeño rectángulo, la pinza se dobla hacia adentro y la luz proviene de una pequeña pieza en la parte superior. A primera vista parece que no va a iluminar mucho, pero lo hace. Tiene tres tonalidades de luz (se regula con botones en la parte posterior) y cinco temperatura de iluminación. La luz se puede mover sin problemas y apuntar a dónde se requiera. El diseño es muy práctico, cómodo y bonito. Se carga por medio de USB (la luz en sí misma tiene un enchufe para el ordenador) y tiene una duración de batería bastante alta, además permite tener control de cuánta energía queda con cuatro pequeños indicadores de luz verde. Es ligerísima, pesa solo 40 gramos, y se puede llevar hasta en el bolsillo.
Sus puntos débiles: una de las partes de la pinza está hecha de plástico duro, lo que da la impresión de que puede romperse si se utiliza con libros u otra superficie muy gruesa. Solo gira 90º hacia ambos lados, no tiene más rango. Es la más cara de la comparativa.
Lámpara para leer de Gritin
Por qué la recomendamos: está lámpara cuenta con un cuello ajustable con luz superior que gira 360º. Tiene tres tonalidades de luz y se puede regular la intensidad presionando el botón posterior. La pinza es de metal y bastante resistente y se puede ajustar en función del grosor del libro. Es recargable con un cable USB (que incluye) y tiene una buena duración de batería.
Sus puntos débiles: como en el caso del otro modelo con cuello de cisne de la comparativa es más incómoda de transportar, ya que no incluye estuche donde llevarla para protegerla cuando se guarda. Es la más pesada de las tres (64 gramos) y la diferencia se nota cuando se engancha al libro y se sostiene en la mano, puede ser incómoda en comparación.
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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 30 de septiembre de 2024.
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