larson.novella
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Casi tres años y tres meses han pasado desde que el Ministerio de Sanidad, la Fundación Amancio Ortega y las consejerías de Sanidad de siete comunidades autónomas firmaron un convenio por el que la fundación se comprometió a donar 280 millones de euros para la compra de equipos de protonterapia para la sanidad pública. Se trata de una tecnología puntera para el tratamiento del cáncer, un tipo de radioterapia menos invasiva que actualmente solo dos centros, de titularidad privada, aplican en nuestro país. Por este acuerdo, el sistema sanitario español contará en los próximos años con diez equipos públicos (uno en Santiago de Compostela, otro en San Sebastián, dos en Barcelona, uno en Valencia, dos en Madrid, uno en Sevilla, uno en Málaga y otro en Gran Canaria) a los que se sumará otro en Santander que, aunque no forma parte del convenio, está financiado por el Gobierno de Cantabria. Su instalación y puesta en marcha es compleja, pues este tipo de maquinaria requiere de la construcción de instalaciones especiales para albergarla, de la menos 3.000 metros cuadrados que incluyan búnkeres con muros de hormigón de 2 o 3 metros de grosor. Actualmente, los proyectos se encuentran en los procesos de licitación y ejecución de las obras, con distintos ritmos en cada comunidad, pero el Ministerio de Sanidad estima que todos estarán en pleno funcionamiento entre el tercer trimestre de 2026 y el primero de 2028.Estos plazos, defienden tanto el Ministerio de Sanidad como la Fundación Amancio Ortega, son «razonables» teniendo en cuenta la «alta complejidad» de todas las fases del proyecto. Para llegar hasta este punto ya ha habido una licitación pública para adjudicar el contrato de compra de los equipamientos. También se han diseñado las obras e instalaciones de ingeniería que se necesitan para albergar las máquinas, con los correspondientes contratos públicos para su desarrollo. La duración de la obra necesaria se estima en 18 meses, a los que hay que sumar luego otros 12 para la instalación y puesta en funcionamiento de los equipos. Hay que tener en cuenta además el tiempo para la formación especializada del personal que vaya a trabajar con ellas.A día de hoy, Galicia es la comunidad más avanzada y la que previsiblemente pondrá antes en marcha su máquina, coinciden Sanidad y la Fundación Amancio Ortega . Las obras de las instalaciones, que se ubicarán en las inmediaciones del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, comenzaron en abril del pasado año. Los plazos se están cumpliendo, según confirmó esta semana el consejero de Sanidad de la Xunta, Antonio Gómez Caamaño. La previsión es que las obras concluyan esta primavera y los siguientes doce meses se dediquen a las tareas de instalación y calibración de los equipamientos, de manera que los primeros pacientes puedan ser tratados a partir de «finales del segundo semestre de 2026». Obras de construcción del centro de protonterapia en Santiago de Compostela MIGUEL MUÑIZEl centro está diseñado para dar cobertura no solo a Galicia, sino también a Asturias y Castilla y León. La previsión es poder dar tratamiento hasta a 250 pacientes al año en cada sala, con doble búnker, ampliable a un tercero.Noticia Relacionada estandar Si Las millonarias donaciones a la sanidad pública de Amancio Ortega Esther ArmoraTambién Madrid estima que pondrá en funcionamiento uno de sus dos equipos públicos -el que se instalará en el Hospital de Fuenlabrada- para finales de 2026. El otro, el que se alojará en el Hospital La Paz, estará operativo, según las previsiones de la comunidad, en la segunda mitad de 2027, pues las obras para construir el búnker donde se ubicará comenzarán el próximo verano y calculan dos años desde ese momento hasta la entrada del primer paciente. En marcha en 2027Algo más tendrán que esperar los sistemas sanitarios de Cataluña y de la Comunidad Valenciana para tener sus máquinas de protonterapia. El gobierno catalán, consciente de que estos equipos «requieren un espacio con especificidades concretas» decidió ubicarlos en un futuro Centro de Protonterapia que se emplazará en el Parque Sanitario Pere Virgili de Barcelona, aunque debía remodelar el recinto para acoger la instalación, apuntan fuentes de la Consejería de Salud de la Generalitat. En julio de 2024, el departamento adjudicó la redacción del proyecto y la ejecución de las obras, que «arrancarán ahora, a principios de 2025» y la previsión es que «los trabajos duren tres años y concluyan en 2027».En la Comunidad Valenciana el equipo se ubicará en un edificio en una parcela junto al Hospital La Fe de Valencia. La planificación se ha visto modificada por cuestiones técnicas y aunque estaba previsto que las obras se iniciaran el pasado verano, la «enorme complejidad técnica» del proyecto las han retrasado. Según ha podido saber ABC de fuentes del Hospital La Fe, el inicio de la obra está previsto para el primer trimestre de 2025 y el tratamiento del primer paciente para verano de 2027.En Canarias, el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín está trabajando en el proyecto del nuevo edificio oncológico que albergará, de forma conjunta, la protonterapia y el ciclotrón. Está prevista la licitación de la obra en el primer semestre de 2025, pero no concretan cuándo podrá usar el equipo el primer paciente. Ni País Vasco ni Andalucía, las otras dos autonomías que forman parte del convenio, han aportado los datos sobre el estado del proyecto a este medio. Financiado por la comunidad autónomaCantabria, por su parte, había iniciado su proyecto de protonterapia antes de que la firma de este convenio tuviera lugar, y aunque en el mismo no se contempló incluir a la región, esta decidió financiarlo íntegramente y seguir adelante. «Tenemos una máquina distinta a las otras, es de más prestaciones. Es algo más que un proyecto de protonterapia, va enmarcado en un servicio muy ambicioso de medicina de radiología y radioterapia, que conlleva aceleradores lineales o quirófano híbrido, entre otras cosas. Ya está adjudicada y fabricada y ahora estamos comenzando la obra de construcción del búnker», explica el consejero de Sanidad de Cantabria, César Pascual, que asegura que si todo sale según lo previsto la máquina estará en funcionamiento en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander a finales de 2026 o principios de 2027.«La puesta en marcha de la unidad supuso un trabajo de 25 meses desde el inicio de las obras hasta el tratamiento del primer paciente» Diego Azcona Radiofísico de la Unidad de Protonterapia del Cancer Center Clínica Universidad de NavarraA día de hoy solo dos centros privados en España cuentan con equipos de protonterapia: uno de Quirónsalud y otro de la Clínica Universidad de Navarra. Constatan sus expertos las complejidades de instalar y poner en marcha estos equipos. «La puesta en marcha de la unidad supuso un trabajo de 25 meses desde el inicio de las obras del búnker hasta el tratamiento del primer paciente», afirma Diego Azcona, radiofísico de la Unidad de Protonterapia del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra. Estos dos centros atienden también a pacientes que se derivan desde los centros públicos. Se hace a través de comisiones de derivación que hay en las comunidades autónomas y que valoran los beneficios que esta técnica de radioterapia puede tener en pacientes concretos, explica Javier Serrano, vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y experto en protonterapia en la Clínica Universidad de Navarra. En este centro en el último año se ha tratado a 130 pacientes de la sanidad pública, aproximadamente la mitad de los que atienden, a través de convenios con 68 hospitales públicos de todas las comunidades autónomas. También en la unidad de Quirón asisten a pacientes de la pública, ya sea a través de acuerdos marco con algunas regiones, como Aragón o Baleares o por derivación de los enfermos cuando el caso es aprobado por el comité de expertos de cada autonomía, afirma Marta Cremades, gerente del Centro de Protonterapia.La protonterapia se utiliza en casos en los que el beneficio es muy evidente para el paciente, prosigue Javier Serrano, principalmente en niños o pacientes que tienen tumores que requieren altas dosis de irradiación, como sarcomas, o que están localizados en zonas muy críticas, como la columna vertebral o a nivel intracraneal. También se usa en algunos síndromes hereditarios o genéticos en los que hay excesiva radiosensibilidad o en pacientes muy sensibles a la irradiación en cánceres de esófago, de cabeza y cuello o en tumores cerca del ojo. Sanidad asegura que, una vez estén implantados los once nuevos equipos, se abrirá a más tipos de cáncer. «En el futuro, los tumores de cabeza y cuello (incluidos los de seno y cavum) serán una indicación clave. Un estudio reciente en Estados Unidos demostró que los pacientes con tumores orofaríngeos tratados con protonterapia presentan una recuperación más rápida y menor dificultad para tragar. Además, los primeros resultados en el tratamiento de tumores de esófago son prometedores. Asimismo, algunos casos específicos de tumores más comunes, como el cáncer de mama, podrían beneficiarse de esta terapia. Los adultos jóvenes también serían buenos candidatos, ya que podrían retomar sus actividades cotidianas con mayor rapidez tras el tratamiento», considera por su parte Alejandro Mazal, jefe del Servicio de Física Médica del Centro de Protonterapia Quirónsalud.«En el futuro, los tumores de cabeza y cuello serán una indicación clave. También algunos casos específicos de tumores más comunes, como el cáncer de mama» Alejandro Mazal Jefe del Servicio de Física Médica del Centro de Protonterapia Quirónsalud«Tenemos una oportunidad histórica y toda Europa nos está mirando. Es fundamental aprovecharla para dar una imagen de unidad y coordinación, teniendo en cuenta todos los beneficios de esta técnica, pero también que es un recurso limitado», puntualiza por su parte el vicepresidente de Seor. Se calcula, continúa este experto, que cuando todas estas maquinarias estén en marcha se podrá tratar a 3.000 pacientes al año. «El abordaje debe consistir en que se haga un uso racional de estas unidades de protones y que paciente a paciente se vaya seleccionando a los que más se beneficiarán», reclama. El caso de Pedro GallegoMientras, los pacientes siguen esperando su implantación para poder beneficiarse de la técnica. Pedro Gallego es un extremeño de 28 años que ya se ha sometido a varios tratamientos de quimioterapia y radioterapia convencional. Ahora, tras detectarle otro cáncer le queda la opción de la protonterapia, pero en los centros públicos en los que le tratan no le han dado la opción, afirma su mujer, Esperanza González. «Estamos desesperados porque es la única opción pero lo tenemos que pagar nosotros y de momento no tenemos el dinero y tenemos que empezar ya», lamenta. Por ello, y después de que en la Clínica de Navarra le hayan dicho que es candidato a la esta nueva radioterapia, han comenzado una recaudación de dinero para pagarlo. ABC ha preguntado a la Junta de Extremadura por este caso pero al cierre de esta información no había recibido respuesta.
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