¿Por qué los Harkonnen de 'Dune: La profecía' no son pálidos como los de las películas?

[doyle.stacey]

No me consta que Frank Herbert fuera un hombre muy dado a los chistes, pero seguro que en el universo de Dune tendrían uno que se preguntase: ¿qué tiene un color pálido, una superficie lisa sin pelo y muy mala leche? La respuesta, claro está, es un Harkonnen.

Esta aparente verdad universal sobre los máximos rivales de la casa Atreides está respaldada por las películas de Denis Villeneuve, con unos Stellan Skarsgård, Austin Butler y Dave Bautista encantados de rebozarse en la lisa blancura de su caracterización craneal tanto como en la villanía de sus personajes. No obstante, la serie Dune: La profecía que actualmente emite Max parece ponerla en cuestión.

Las protagonistas, Valya (Emily Watson) y Tula (Olivia Williams), son dos hermanas Harkonnen, pero su aspecto es muy diferente del que tenían (tendrán, en la cronología de la saga) el barón Vladimir o sus sobrinos Glossu Rabban y Feyd-Rautha en las mencionadas películas. Por muy fiera y determinada en su ambición que sea Valya, le faltan los rasgos de la cabeza afeitada y la piel blanquecina para imponer el temor Harkonnen que conocemos.

Otro tipo de Harkonnen​

Esto tiene una explicación dentro de la propia serie Dune: La profecía. Nada más empezar, la voz en off de Valya nos revela que tanto ella como su hermana son Harkonnen procedentes del planeta Lankiveil, donde estaba asentada la casa Rabban. Es un planeta marítimo y de temperaturas gélidas, pero no es el mismo que el de los Harkonnen que conocíamos, procedentes de Giedi Prime.

Los Harkonnen de las películas de Dune son de Giedi Prime, un lugar muy diferente a Lankivel. Como vimos en Dune: Parte Dos, ese mundo fue filmado en blanco y negro por Villeneuve para destacar su atmósfera deprimente y apagada, pero también por una cuestión fundamental: la estrella que ilumina el planeta es un Sol negro cuya luz deja sin color todo lo que cubre.

De ahí que Giedi Prime sea un planeta inhóspito, sin naturaleza, cuyos habitantes también han ido formándose una psique blanquinegra y una personalidad cruel y hostil. Pero ese estereotipo sobre los Harkonnen quizás no sea lo único que Dune: Parte Dos ponga en cuestión.

Como nos recuerda la voz de Valya en ese monólogo inicial, la mala fama de los Harkonnen y su rivalidad con la casa Atreides proviene de la resolución de la yihad butleriana, la guerra de los humanos contra las máquinas pensantes.

"Cuando la guerra acabó y la tecnología de las máquinas pensantes fue prohibida, la historia tachó a mi familia de cobarde y fuimos desterrados a un planeta inhóspito", afirma Valya. Ese planeta inhóspito al que se refiere es el helado Lankiveil, del que ella y su hermana proceden.

Pero claro, siempre hay que tener en cuenta que el relato oficial lo escriben los vencedores, y lo que ha categorizado a los Harkonnen como humillados cobardes es lo que transmitieron los Atreides. En manos de Valya y Tula está demostrarnos si todos los Harkonnen son iguales.

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