Por qué lloramos y de qué se componen las lágrimas

[Arvid_Schulist]

Psicología y comunicación no verbal Lo que no nos cuentan por Alicia Martos

La pregunta parece obvia, pero en el trabajo terapéutico me doy cuenta de que tenemos poca psicoeducación emocional. No nos han enseñado a saber cómo funcionamos y por qué, cómo se construye y se regula nuestro complejo mundo interior. Sin embargo, esta información es muy valiosa para poder entendernos y mirar nuestro organismo y nuestras reacciones emocionales con sentido y con otra perspectiva más compasiva, realista y saludable.

No lloramos solo de tristeza, lloramos de intensidad. Te habrá pasado, que se te saltan las lágrimas en medio de una discusión en la que estás tremendamente enfadado, y sientes ira o rabia a borbotones. También cuando estás exultante o eufórico, lloras de alegría. Se llora por pánico, estrés, ansiedad, alivios, rechazo, injusticia, frustración, sufrimiento, pérdida... Es infinita la lista de causas, pero lo que todas ellas tienen en común es que lloramos cuando lo que sentimos es de tal magnitud que nos invade y desborda. Entonces, nuestro cuerpo, de una manera inteligente y eficiente, nos ayuda a regular esa emoción llorando para recuperar el equilibrio.

El llanto emocional actúa como un mecanismo natural catártico, liberando tensión, que no solo provoca una sensación subjetiva, es un hecho fisiológico y buena pista de ello nos la da la composición química de las lágrimas, que contienen un conjunto de componentes únicos, incluyendo hormonas como la prolactina y la adrenocorticotropina, relacionadas con el estrés. Al expulsar estas sustancias, podemos adivinar que regulamos y disminuimos nuestro grado emocional para restablecer el equilibrio. Lloramos tensión y angustia. Nuestro cuerpo nos protege al hacerlo, ¡no lo reprimas! Es uno de nuestros mejores legados biológicos.

Y también social. No olvidemos que todas las emociones tienen un propósito externo también. El acto de llorar actúa como una potente señal para nuestro entorno, comunicando nuestro estado emocional, expresando nuestra vulnerabilidad y nuestras necesidades en ese momento.

Las lágrimas evocan respuestas de apoyo, consuelo y empatía fortaleciendo nuestra vinculación y nuestras dinámicas relacionales. Recordemos que el llanto es una manifestación profundamente humana que pone en evidencia nuestra capacidad de sentir, conectar y comunicar en formas que son a menudo inefables.

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