El Pazo de Congresos compostelano ha acogido desde primera hora de la mañana de este domingo a la militancia nacionalista, que hoy decidirá el devenir de la formación en su XVIII Asamblea Nacional . Votarán no solo la tesis política y organizativa del BNG para los próximos años, sino también la propia dirección del partido, a la que concurren tres listas distintas. Se trata de la primera vez que la de Ana Pontón tiene competencia, desde que se hizo con el cargo de portavoz nacional en 2016, aunque todo apunta a que hoy revalidará el puesto. Las otra dos son 'Alicerce', de la corriente política homónima de nueva creación; y 'En Movemento', de los arredistas, capitaneada por la diputada autonómica Noa Presas. La jornada se desarrolla con un partido sumido en cierto clima de tensión, después de que estas semanas, con motivo de la Asamblea, quedasen patentes las diferencias internas . La propia UPG, corriente mayoritaria, explicó que concurría con la lista oficialista, la de Pontón, por un ejercicio de «responsabilidad», pero también como «garantía» de que se cumplirá el compromis o de que «la nueva dirección funcionará sobre la base del diálogo, la negociación y el consenso, y que será reactivado el papel del Consello Nacional -órgano directivo del partido-. Noticias relacionadas estandar Si Pontón busca la reelección a la portavocía nacional por cuarta vez consecutiva en la Asamblea del BNG Noela Vázquez opinion Si Análisis La moderación agotada: el BNG vuelve a sus esencias José Luis JiménezAlgo a lo que pareció responder Pontón, encarga del discurso de apertura.¡, en el que comenzó hablando de un Bloque que hace 8 años era «un barco a la deriva con riesgo de hundirse». «Desde fuera, y desde dentro, había quien daba al BNG por muerto» , aseguró, en referencia a la etapa de los nacionalistas antes de su llegada a la portavocía nacional. «Los problemas que teníamos hace ocho años no eran defectos estructurales, sino que venían de una mala estiva, de una mala colocación de las cargas y del descarte del centro de gravedad político e ideológico. La tarea estaba clara, había que recolocar las cargas, recuperar el equilibrio» a través del «esfuerzo colectivo», porque no era tarea para «una persona sola». «Ocho años después, tenemos una dirección coral, fuerte y ágil, que capitanea el BNG con impulso e iniciativa», reivindicó. Y sobre el futuro del Bloque, indicó, la formación debe ir «más allá», «mejorando el trabajo social y, por su puesto, disputándole la hegemonía política al PP, para »evitar que gobierne para sus empresas amigas y para que las grandes multinacionales se forren a costa de la destrucción del territorio«. Defender Galicia con un BNG »más fuerte«, tanto en lo organizativo, con 1.400 nuevos militantes desde la última Asamblea; y en «lo social», implicado en las «luchas en defensa de la sanidad pública, la educación, en la denuncia del expolio eólico de la destrucción del territorio, en el feminismo, en la defensa de la lengua, o con todo ese gran movimiento que desde A Ulloa hasta Arousa dice 'Altri,non!'». «Galicia tiene graves problemas», dijo, pero hay «esperanza», esa que el partido sintió en las elecciones autonómicas, cuando quedó como segunda fuerza con el mejor resultado de su historia. Un éxito que no supone el techo del nacionalismo gallego, como insisten desde el partido, que aspira a hacerse con la Xunta en 2028. Porque, aseguró, « en este momento histórico no hay nada más revolucionario que llegar al gobierno para frenar el expolio , normalizar la lengua, poner el país a producir y conseguir un concierto económico« para la Comunidad, o la que será, como reitera la tesis política que hoy se votará, la República gallega. Aunque a ella no hizo referencia en su discurso de apertura. Y ya para termina, hizo dos reflexiones. La primera, una reivindicación del feminismo y de las mujeres en la militancia, instándolas a dar un paso adelante y asumir cargos de responsabilidad, y a los simpatizantes a afiliarse al partido. «Sé que cuesta, pero es imprescindible hacerlo por el bien del BNG y Galicia», aseguró. Y la segunda, fue un llamamiento a las raíces del Bloque, un «frente patriótico de afiliación individual «, en el que »todas las personas están en igualdad de condiciones«. El discurso, entre aplausos, lo terminó con un 'Viva o BNG, viva Galiza Ceibe', dando paso al proceso interno. Esta jornada, los militantes votarán tanto el relatorio político como organizativo, como a la lista con la que se sientan más representados. La persona que encabeza cada candidatura se hará con la portavocía nacional -y nada parece indicar que no vaya a ser Pontón, que lidera la lista mayoritaria-, mientras que su peso en la organización del partido se establecerá acorde al porcentaje de apoyo que reciban.
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