Política bajo la tormenta

[Fletcher_Volkman]

El debate de Presupuestos ha pasado muy inadvertido bajo las tormentas aparatosas de la segunda DANA en quince días. De no haber sido por la DANA, el debate de Presupuestos hubiera pasado igualmente inadvertido. Esto es, le pese a quien le pese, así.A nadie le interesan los debates sobre presupuestos por razones obvias. El Gobierno va a defender que es no ya el mayor presupuesto de la Historia, sino el mejor de la Historia, y la oposición calificará las cuentas de mentira, la peor mentira. De hecho, ya las habían impugnado antes de conocerlas, en una pirueta un tanto cómica. Este ritual, como el choque de cuernas en la berrea, se repite año tras año y no sorprende a nadie. Y tampoco puede interesar a nadie.Eso sí, los presupuestos importan y mucho, va de suyo, porque no son una carta a los Reyes Magos para plantear deseos, sino una radiografía de la política que se hará o que se querría hacer. Y algo ha cambiado. Años atrás, se corría a ver las cifras de inversión. Ahora se miran los números de Sanidad, Educación y Dependencia. Es un cambio. Los grandes servicios públicos del Estado del Bienestar constituyen la primera preocupación. Y los presupuestos andaluces, con dos tercios dedicados a esas tres áreas, están muy lejos de ser unas cuentas privatizadoras y fachas como se empeña en mantener la oposición desde los prejuicios ideológicos, o desde el oportunismo propagandístico. Así se neutraliza un debate racional. Por lo demás, a un Gobierno no le se hace balance de sus intenciones sino de sus resultados.ElogiosMuchos elogios a Andalucía por la gestión de la Dana. «¿Contra quién va ese elogio?», solía preguntar Unamuno, que sospechaba que siempre que se elogia públicamente a alguien es sobre todo para molestar a un tercero. Y sí, los elogios al Gobierno del PP en Andalucía van contra el Gobierno del PP de Valencia, para enfatizar, por comparación, la gestión negligente de Mazón en la catástrofe devastadora de Valencia.Parece que hay quien cree que elogiando a un Gobierno del PP contra otro Gobierno del PP se notará menos su estrategia propagandística de eximir de toda responsabilidad al Gobierno Sánchez en la mala gestión. Y no es así.Por lo demás, aunque sea con intención torticera contra un tercero, si se elogia al Gobierno andaluz es porque sí ha hecho una buena gestión de la DANA. Algún diputado del PSOE quiso abrir el frente del mantenimiento de los cauces, seguramente confiando en la desmemoria de los ciudadanos sobre algunos desastres en la época socialista por el pésimo mantenimiento de los cauces. No tuvo éxito en enmarañar la percepción positiva. Si acaso, enmarañó la imagen de la oposición.DesafecciónAdemás del estado de los cauces –un tema recurrente en cada riada como el estado de los montes en cada incendio– a la clase política debería preocuparle el estado de los ciudadanos. Crece el pesimismo y la sensación de desprotección por el Estado. Se ha divulgado estos días una encuesta de Metroscopia para su serie Pulso de España: las personas se sienten muy protegidas su familia y amigos, en torno al 90%; y por empresas y cuerpos policiales, en torno al 75%; baja a la mitad por los ayuntamientos, pero todavía es la mitad, y al 40% por las comunidades autónomas… pero el desplome del Gobierno es mucho más acentuado, apenas el 25%. Tres de cada cuatro no se siente protegido por el Gobierno central, no confía en ellos. Es una encuesta hecha tras la DANA, que los encuestadores consideran que ha agudizado la sensación de desamparo. Pero en la clase política prevalece la batalla por el relato, sin entender el significado de esta desconfianza que se cronifica.ConfederaciónLa polémica de la catástrofe interpela estos días, y mucho, al rol de la Confederación. Como las cajas de ahorros, la politización de estas es desde hace tiempo una mala tendencia. Se ha destacado que en la del Júcar se puso al frente a un exconcejal del PSOE, aunque ingeniero, tras haberlo hecho comisario de aguas. En la Confederación del Guadalquivir, hay otro exconcejal socialista esta vez de Chiclana, Joaquín Páez, que fue secretario de los socialistas allí en un movimiento del clan Jiménez Barrios-Román. Se trata un profesor de secundaria con años de carrera política. Y si antes de llegar ahí ya era habitual que insultara al PP –canallas, chulos, sinvergüenzas, despreciables…– no ha dejado de usar el cargo para atacar al actual Gobierno andaluz acusándolo de no cumplir las leyes, mentir o ser un peligro público. Mal perfil para una Confederación, rebajada a enésima trinchera política. No es raro que después cundan las sospechas.SanidadEn la encuesta de Metroscopia, todavía se mantiene alta la sensación de protección por la sanidad publica, pero desde hace años también se ha convertido en una trinchera preferente de la batalla política. Unos y otros creen que sólo se desgasta la confianza en el rival, pero también se erosiona la confianza en la propia sanidad. El PSOE lleva toda la legislatura golpeando ahí, de momento sin demasiado éxito, con los eslóganes de la privatización y de los negocietes de amiguetes, y ahora ha encontrado el frente de los contratos de emergencia, bajo sospecha de haberse prolongado fuera de cobertura legal. Ahora predomina la confusión –contratos de emergencia, troceados, a dedo, la Intervención, el juez, el gabinete jurídico de la Junta… maremágnum con versiones encontradas– pero estos asuntos tienden a cuajar y en el PSOE lo saben. En el PP también. Y reactivar la Comisión Faffe no va a transmitir calma, como han hecho hasta ahora. Puede parecer como el chiste del dentista que va a acometer con el torno la dentadura de un paciente y éste le coge por los mismísimos y le dice «¿a que no vamos a hacernos daño?». En corrupción no hay que aspirar a empatar nunca.

Teodoro León Gross: Política bajo la tormenta

Los presupuestos andaluces, están muy lejos de ser unas cuentas privatizadoras y fachas. Crece el pesimismo y la sensación de desprotección por el Estado, según una encuesta de Metroscopia

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