hagenes.berta
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Ha influido más en las elecciones de EE.UU. un 'podcaster', Joe Rogan, que la práctica totalidad de la prensa escrita y de las cadenas nacionales de televisión. En la entrevista con Rogan –recomendable–, casi 40 millones escucharon en formato conversación larguísima lo que dice Trump y no lo que otros dicen que dice Trump. Cuando eso ocurre, las manipulaciones de algunas de sus frases en periódicos sesudos son demasiado burdas. Jeff Bezos, el propietario de Amazon y del 'Washington Post', se olía la victoria hace semanas y, por eso, se negó a que la cabecera pidiera el voto por Kamala Harris . Se ha propuesto encontrar a periodistas conservadores. A ver si los encuentra. Según encuestas de allí, el periodismo está muy escorado a la izquierda. Tanto, tanto que, en una actitud que debía ser lo opuesto a la curiosidad más genuina y propia del oficio, muchos adaptan la realidad a su ideología. Lo veremos ahora, en los análisis de la victoria. Muchos se quedarán en insultar a los millones de votantes trumpistas por racistas, fascistas, machistas. Dejarán fuera a factores ignorados sistemáticamente por la prensa tradicional. La censura ha sido uno de ellos. A España no ha llegado el debate pero ha sido objeto de discusión en una comisión del Congreso de EE.UU, donde testificaron antiguos empleados de Twitter y periodistas como Lara Logan para contar cómo justo antes de las elecciones de 2020 las redes sociales decidieron suprimir la noticia que comprometía al hijo de Biden y su ordenador portátil. Hasta Mark Zuckerberg escribió una carta admitiendo que el gobierno de Biden había presionado para censurar cuentas en la pandemia que ponían en duda la seguridad de las vacunas o lo inhumano de los confinamientos. Los que creen que sin libertad de expresión no hay democracia están de enhorabuena. Y la compra de Twitter, hoy X, por parte de Musk ha sido fundamental en esta cruzada. Lo que lleva al segundo asunto.Robert Kennedy Jr. y su empeño por un EE.UU. más sano y menos medicalizado. ¿Quién se ha enterado en España de 'Make America healthy again'? Si acaso llegó la brocha gorda de los medios tradicionales que le pintaban como un antivacunas conspiranoico y mujeriego. Hace años, Michelle Obama se centró en que los niños de EE.UU. comieran sano e hicieran ejercicio. Diez años después, estar en forma, evitar la comida basura y proporcionar centros de rehabilitación para drogadictos se ha convertido en la bandera de Kennedy, o sea, de Trump. Quién lo iba a decir. Porque sobran niños enfermos, con medicinas de por vida. Porque la droga, de la que Kennedy salió, se cobra más vidas que la guerra de Vietnam en EE.UU. Biden, para la prensa tradicional, estaba estupendo hasta el debate en junio. Las evidencias sobre su estado mental eran calificadas de 'fake news' por los medios tradicionales. Hasta que no se pudo esconder y hubo que iniciar la operación Kamala. Otra puntada más en el descrédito de los medios. Ha ganado Trump, han perdido allí los medios tradicionales. Más nos vale tomar nota a todos.
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