Francisco_Hand
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Cada treinta minutos se activan unos aspersores ubicados a seis metros de altura que pulverizan con agua unas cortinas de plástico. En un lateral, un dispositivo móvil se aprovecha de la luz natural que entra por un óculo del espacio para generar un eclipse que se reproduce en una gran pantalla central a través de cinco proyectores. Noticias Relacionadas estandar Si ARTE Juan Uslé: «No creo que haya hecho grandes pinturas. Siempre pienso que estas están por hacer» Javier Díaz-Guardiola estandar No CRÍTICA de: ''LaBola' desborda', de La Ribot, en la galería Max Estrella: la creadora se nos lleva una vez más por delante Javier Díaz-GuardiolaTodo ello ocurre en la sala expositiva circular de grandes dimensiones de El Tanque, un antiguo depósito de combustible cuya remodelación para convertirlo en espacio cultural apenas tocó su estructura, permitiendo que su aspecto tosco y frío se maximice al carecer de revestimientos que cubran sus paredes metálicas.Vestigio de la memoriaEste vestigio de la memoria industrial de Santa Cruz de Tenerife es clave para entender 'Phantom Eclipse', la primera exposición individual en una institución pública española de Ángela Jiménez Durán (Madrid, 1996). Hace dos años la artista y la comisaria mantuvieron una conversación en torno al espacio expositivo que acabó convirtiéndose en el punto de partida de esta muestra. Un diálogo que se construyó en torno a los intereses de la propia creadora -como lo son los materiales o la luz- y a una serie de preguntas que se formularon : ¿De dónde viene este agua?, ¿ya estaba aquí?, ¿cómo podemos corporizar un elemento fluido?Considerando las aportaciones de la tecnología del crecimiento agrario y la idea de eclipse como alegoría de visibilidad y presencia, Jiménez Durán introduce al espectador en los lares de lo fantasmal como figura especulativa, como aquello que está presente pero que no siempre es perceptible. Es cuando lo sensorial aparece en escena –seguramente, el punto álgido de esta exposición– y la experiencia, ya sea individual o compartida, provoca que el público se transporte a otro lugar. Un lugar impreciso y atemporal, como si de repente nos deslizáramos -gracias a una certera miscelánea de ruidos, olores y juegos de luces y sombras- a un escenario distópico propio de una película de ciencia ficción.Deslumbrante visión. En las imágenes, distintos momentos de la pieza activada ABCReflejos, dobles imágenes, nebulosas, el aroma a tierra mojada o las gotas de agua cayendo en el suelo o en la cara, elementos que surgen –alguno de ellos fruto del azar– de un meticuloso proceso de trabajo y que enriquecen aún más el proyecto. La artista crea y a continuación se emancipa de la obra –un acto generoso cuanto menos–, aceptando su capacidad de desconcertar, mutar o desobedecer, y permitiendo el surgimiento de un sinfín de posibilidades y vivencias en su diálogo con el espectador.Ese aire enigmático y desconocido que inunda el espacio, repleto de travesuras cromáticas que cambian con la hora del día, es posible porque la artista ha asumido con acierto que El Tanque es el sitio idóneo para ensayar, jugar y arriesgar. Digno de subrayar es el impecable comisariado de Dalia de la Rosa, que ha demostrado gran conocimiento y dominio de un espacio sumamente complicado que solo admite propuestas 'site specific' llevadas a cabo con valentía.Ángela Jiménez Durán 'Phantom Eclipse'. Espacio Cultural El Tanque. Tenerife. C/ Adán Martín Menis, s/n. Comisaria: Dalia de la Rosa. Hasta el 24 de marzo. Cuatro estrellasArtista y comisaria no solo han sido ambiciosas, sino que además han tenido en cuenta el impacto ecológico del proyecto, por eso los materiales serán recuperados y posteriormente donados a una finca de cultivo de flores en la zona norte de la isla de Tenerife.
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