Perspectivas económicas de Andalucía en un contexto global

[Ulises_Turner]

Trump lo ha vuelto a hacer. Su nueva elección como presidente de la todavía primera potencia mundial tendrá efectos determinantes en un mundo que ya cambió por la pandemia, limitando la globalización tal como la entendíamos, para avanzar en otros conceptos como el de glocalización, que aborda la necesidad de producir en proximidad, y que dará nuevas alas al proteccionismo, resultando vencedor frente al multilateralismo. Mientras tanto China seguirá creciendo al 5%, potenciando la fragmentación geopolítica, y potenciando sus tratados de libre comercio y deuda pública con Asia, África o América Latina Entretanto, la Unión Europea prosigue en una compleja situación, con el motor alemán al ralentí, con reducida confianza del sector privado, aunque eso si con menor inflación que ha permitido bajar los tipos, y a la espera de que la nueva Comisión concrete los hitos de este próximo quinquenio.Mientras tanto, España sigue a la cabeza del crecimiento en Europa, cerrando 2024 cerca del 3%, con un déficit con vuelta de reglas fiscales, que nos hace recuperar las posiciones perdidas en los años de pandemia. En Andalucía, seguimos lejos de converger con la renta media de España, pero crecemos en inversión extranjera, en exportaciones y en VAB industrial, con una administración business friendly, que simplifica trámites y baja impuestos, para un empresariado renovado, que tiene en su to do la necesidad de seguir concentrándose y ganar en tamaño.En ese contexto, la Junta ha aprobado su Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Andalucía para el año 2025, con unas previsiones de crecimiento del 2,4%, que no olvida la necesidad de hacer más competitivas nuestras empresas y mejorar infraestructuras, y en el que se agradece el estable mensaje de sólo aprobar rebajas fiscales, aunque sean leves.En todo caso, el desempleo sigue siendo la principal preocupación de los andaluces, dada la tasa históricamente alta, especialmente entre jóvenes y sectores clave, que aún en un ciclo positivo para el empleo se sitúa en un preocupante 18%, que hace que las dificultades relacionadas con el coste de la vida ocupen un lugar preminente entre las cuestiones que más nos desasosiegan.Con otros retos que abordar, como la sanidad -por la sobrecarga en los servicios públicos y retrasos en la atención-, o la vivienda -por la dificultad de acceso a la misma-, la preocupación principal sigue siendo la antecitada de las cifras de empleados, que requiere de más innovación en el sector agroalimentario y el turismo como principales referentes productivos, pero también de una industria más pujante que es impulsada desde los retos de transformación digital en sedes como Málaga, o de la transición energética, que quiere aprovechar nuestras condiciones naturales -bendito sol y bendito viento-, una excepcional situación geoestratégica y la competitividad que le ofrece una sociedad joven y bien formada. Solo con una energía más barata y suficiente, como insumo determinante, conseguiremos una mejor y mayor apuesta industrial en nuestra región.Y en ese contexto, la diversificación inteligente y un entorno estable ya ha atraído inversiones significativas de firmas multinacionales cuyos primeros resultados han permitido que la industria andaluza ya haya alcanzado el 13,5 % del PIB de la comunidad autónoma, el mayor peso relativo en más de dos décadas.Andalucía debe dejar de ser conocida sólo por su herencia cultural y entornos naturales para serlo por su diversidad productiva en un fabuloso entorno geoestratégico por el que pasa -vía Estrecho de Gibraltar- el 10% del comercio mundial. El sector aeronáutico y de defensa también es ya un pilar importante de su economía, con un clúster impulsor como hay pocos en España.Sin olvidarnos del resurgir de la industria minera, con el cobre, el hierro e incluso el mármol, que están contribuyendo significativamente a los ingresos regionales, siendo imprescindibles prácticas sostenibles e infraestructuras energéticas suficientes y tempranas.Aunque el sector servicios ha sido un componente fundamental de nuestra economía, Andalucía tiene ante sí el reto de dar un paso más para fortalecer otras industrias. La inversión en educación y formación técnica, o el fomento de la I+d+i, son clave para fomentar un crecimiento económico más equilibrado.Andalucía debe seguir avanzando con una estrategia más abierta y sostenible, con visión a largo plazo, con consenso, junto con una inversión continua en la formación y la innovación, que debe un puntal en su desarrollo económicoSOBRE EL AUTOR alberto garcía valera Auditor y Consultor

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