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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al mismo tiempo secretario general del PSOE y líder de la Internacional Socialista (primer español que ocupa el cargo de la centenaria organización), terminará este 2024 con una merma considerable de aliados a uno y otro lado del Atlántico, sin que naturalmente haya tenido parte alguna en ello. Pero se trata de una nueva coyuntura política que puede afectar sensiblemente a su acción exterior, marcada por una impronta de frenética actividad, y también como es lógico a la posición de España en materias de gran envergadura. Si el inicio de 2024 le trajo al jefe del Ejecutivo la mala noticia del cambio de Gobierno en Portugal , tras la dimisión de su correligionario António Costa y la posterior victoria del conservador Luís Montenegro en las elecciones en el país vecino, el final del mismo año viene marcado por la victoria arrolladora de Donald Trump , que sucederá en enero en la Casa Blanca al demócrata Joe Biden, y por la ruptura del Gobierno de coalición 'semáforo' (socialdemócratas, liberales y Verdes) en Alemania, que abocará a unas elecciones a principios de año en la principal locomotora de la Unión Europa (UE). Una eventualidad de calado, que deja en el alero la continuidad del canciller socialdemócrata Olaf Scholz , uno de sus grandes aliados en la mesa del Consejo Europeo, que ahora presidirá precisamente Costa, cuando se complete la renovación institucional fruto de las últimas elecciones europeas.Ante la emergencia de la DANA en Valencia, Sánchez optó por no acudir a la cumbre europea informal de la semana pasada en Budapest, con el primer ministro húngaro Viktor Orbán , presidente de turno de la UE, como anfitrión. Puede que no coincida en muchos más encuentros de este tipo con Scholz, en quien precisamente delegó su representación durante otra ausencia similar en Bruselas, fruto de circunstancias familiares, algo que no fue necesario esta vez al tratarse de un encuentro informal de los líderes comunitarios y también de la comunidad europea. En diciembre tendrá lugar en Bruselas la última cumbre, ésta sí formal, del año.Noticia Relacionada Análisis opinion Si Trump deja tiritando a la aceituna de mesa y al Grupo de Puebla en España María Jesús PérezJunto a Costa, Sánchez cimentó la llamada excepción ibérica en el momento de mayor crecimiento exponencial del precio de la luz tras la invasión rusa de Ucrania a principios de 2022, y ambos actuaron en perfecta simbiosis en éste y otros asuntos en Bruselas. Pero con Scholz, además, se garantizaba una interlocución fluida con el motor principal del continente, teniendo en cuenta además que desde hace dos años hay una clara antagonista en la tercera potencia de la UE, la derechista primera ministra de Italia Giorgia Meloni , y que aun siendo menor la distancia ideológica tampoco es enorme la cercanía con la tercera cabeza del continente, que no es otra que la del presidente de Francia, Emmanuel Macron . Algo que puede verse empeorado todavía más para Sánchez ante el escenario al que se asoma la política alemana tras destituir fulminantemente Scholz al ministro de Finanzas germano y representante de los liberales en su Gabinete, Christian Lindner.El regreso de TrumpY como es obvio, el regreso a Washington de Trump, con el que Sánchez ya cohabitó brevemente desde su llegada a Moncloa en el verano de 2018 hasta dos años después, supone un serio contratiempo político para el Ejecutivo del PSOE y Sumar, si bien también lo puede ser en buena medida para los intereses de España y de Europa. La convivencia en el seno de la OTAN , a la que ya fue muy refractario el dirigente republicano en su primer mandato, se verá afectada, más aún ante la nueva administración norteamericana que se avecina, donde a diferencia de la que encabezó entre 2016 y 2020 Trump tendrá pocos o ningún contrapeso a su antiatlantismo. Ni en su equipo gubernamental, donde la posibilidad de incluir a dirigentes más proclives al vínculo atlántico parece ya una quimera, ni en el legislativo, donde los republicanos también obtuvieron un gran resultado en las elecciones del pasado día 5. Todo ello mientras España está en tránsito de cumplir con el aumento del 2% en gasto en defensa comprometido ya con Biden. Por no hablar de la guerra en Ucrania o la postura internacional sobre el cambio climático , asuntos donde el antagonismo de la Casa Blanca y Moncloa vuelve a ser total.Precisamente el pasado jueves, fuentes oficiales del Gobierno confirmaron que si bien Sánchez también se ausentará esta semana de la cumbre iberoamericana que tiene lugar en Ecuador, como consecuencia de la crisis de la DANA, sí estará a partir de hoy en Bakú (Azerbaiyán) en la COP29, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático . Un foro que va a estar marcado, inexorablemente, por la victoria hace una semana de Trump en las presidenciales de Estados Unidos.
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Pedro Sánchez pierde aliados a ambos lados del Atlántico
La llegada de Trump y la crisis de Scholz en Alemania se suman al cambio de gobierno este año en Portugal