Magnus_Pfeffer
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Con la Navidad a la vuelta de la esquina, son muchos los que buscan hacer una escapada en España para aprovechar sus días de vacaciones antes de las comidas o cenas familiares propias de estas fechas. Una de las excursiones por excelencia es visitar las grandes ciudades como Madrid o Barcelona para ver las luces, pasear por sus mercadillos y hacer las compras. Sin embargo, hay otros que prefieren huir de las aglomeraciones y apostar por destinos más rurales.
Es justo esto lo que puedes encontrar en la provincia de Ávila. En esta zona de Castilla y León encontramos localidades preciosas en las que perderse por sus calles nada masificadas. Guisando es uno de esos destinos perfectos. Situado en la Sierra de Gredos, es conocido como el pueblo andaluz de Ávila, debido a las fachadas blancas de sus casas, las calles empedradas y una mampostería con influencia mudéjar.
Qué ver en Guisando
El pueblo de Guisando fue declarado en 1974 como Conjunto Histórico Artístico y Pintoresco. Su belleza es tal que consiguió cautiva al premio Novel de Literatura, Camilo José Cela, quien aseguró que este municipio "es quizás el pueblecito de más bellas vistas de toda España". Quizá uno de los símbolos de la localidad es la Fuente Grande, construida en 1893. Tiene un pilón de cantería rectangular sobre el que vierte el agua los tres caños del poste que lo corona.
La iglesia de la Purísima Concepción es unos de los lugares más relevantes de este pueblo. La original fue demolida en los setenta y fue en los años ochenta cuando se empezó su obra de reconstrucción. A pesar de ello, ha podido conservar algunos elementos de la época. Este edificio moderno es de planta de salón con un espectacular artesonado macizo de madera de pino.
Hay que recordar que la antigua iglesia tenía un amplio coro y un presbiterio realizado con cerámica talaverana y pinturas neorrenacentistas que hizo a mano Eduardo Martínez Vázquez. En su interior, el retablo mayor es uno de los elementos más importantes junto a alguna de sus pinturas.
La ermita de San José, que data del siglo XVII, cuenta con un hermoso frontal con azulejos de Talavera por los que parece que el tiempo no ha pasado. Además, Guisando es un destino para alpinistas o escaladores al tener la sierra al lado. Entre la naturaleza que le rodea también se encuentran diferentes piscinas naturales que son uno de sus grandes atractivos en los tres meses de verano.
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