Parar las aguas

Vida_Davis

New member
Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
56
Tal día como hoy, hace 269 años, la tierra se partía en dos en un punto inconcreto del Océano Atlántico, más o menos a unos 300 kilómetros de Lisboa. Se partía de tal forma que provocaba un terremoto que hubiera reventado el medidor de la escala de Richter de haber existido por aquella época. Ese cataclismo causaba a su vez un tsunami que se llevó por delante –literalmente– la ciudad de Lisboa. Entera. Bajo el mar durante horas hasta que se retiraron las aguas, causando miles de muertos. La ola gigante, obviamente, llegó también a Andalucía. Huelva y Cádiz sufrieron sus terribles consecuencias. A decir de los escritos de la época, la cosa no fue a mayores porque la mismísima Virgen de La Palma intercedió ante la furia divina para que las aguas retrocedieran. De ahí que desde aquel día, los gaditanos la saquemos en procesión todos los 1 de noviembre. De eso podríamos hablar otro día porque, en fin, no sé cómo decirle... muchas pruebas de ello no hay. Como consuelo está bien. Ya se sabe que quien no se consuela es porque no quiere. Viva la Virgen de La Palma siempre, pero en estas situaciones lo mejor es aferrarse a la ciencia. Y si en algo han insistido desde entonces los científicos –geólogos, ingenieros, sismólogos y todo tipo de expertos en terremotos– es que aquello se va a repetir. Puede ser mañana o dentro de un año. O puede que sea el siglo que viene. Pero se repetirá. Hasta la saciedad lo han repetido. Y nadie les ha hecho ni puñetero caso. Nadie de quien tiene que hacérselo, claro, que no son otros que los responsables públicos. Un político, por definición, no mira más allá de los cuatro años que dura su legislatura. Si encima es un tema que puede que sí, puede que no, que a lo mejor, ya veremos... y para colmo causa alarmismo, pues eso es lo que tenemos: nada. Miento. Hay un municipio que sí ha hecho los deberes: Chipiona. Su alcalde es el único que se ha tomado en serio el asunto y ha elaborado un plan específico de prevención anti–tsunamis. Algo ha hecho la Junta de Andalucía también, pero más de cara a la galería que otra cosa. Ya llegará la hora de lamentarnos.Porque si en esta vida hay alguna evidencia innegable, más allá de que algún día todos moriremos, es que cuando la naturaleza dice «aquí estoy yo», no hay forma de frenarla. Esta semana lo hemos vuelto a comprobar de la manera más trágica. Decenas de muertos a causa de la DANA que ha azotado prácticamente todo el país es un precio a pagar aterrador. Las crecidas de ríos a causa de las lluvias torrenciales no dejan de ser catástrofes naturales muy similares a los tsunamis. Toneladas y toneladas de agua arrasando todo a su paso. Segando vidas sin piedad. Pero se nos olvidará. Dentro de nada volveremos a estar hablando de los problemas de los políticos y no de los de verdad. De nuevo relegaremos a los científicos y a los expertos a una esquina de la actualidad. Seguiremos sin tener planes de prevención. Y cuando llegue el tsunami, que llegará, lamentaremos de nuevo decenas de muertes. Eso sí, volveremos a encomendarnos a la Virgen. Que está muy bien. Pero que, hágame caso, no hay pruebas de que pare las aguas. Ni hace 269 años, ni ahora, ni nunca.

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba