Casimir_Balistreri
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Siempre es buen momento para escaparse por unos días fuera de España y hacer turismo por Europa. Y uno de los lugares más populares a los que ir es Alemania, con ciudades tan interesantes como Berlín, Múnich o Hamburgo. Precisamente muy cerca de esta última se encuentra una de las localidades más bellas y desconocidas del país germano. Se trata de Lübeck, un destino bañado por los ríos Trave y Wakenitz, que te enamorará con sus calles adoquinadas y sus coloridas fachadas medievales. Y además en su bahía podrás disfrutar de las playas más glamurosas de toda la zona del Báltico.
Un viaje al pasado
Si alguna vez te has preguntado cómo eran en realidad las ciudades de la Edad Media, en Lübeck podrás revivir esta época en primera persona. De hecho es una de las ciudades más antiguas de Alemania. Recorremos sus históricos barrios repletos de edificios de ricos comerciantes que fueron construidos en los siglos XV y XVI y que ofrecen una impactante escenografía de ladrillos rojos, para después llegar hasta las playas bálticas de Travemünde, una localidad balnearia con mucho estilo y muy popular entre los alemanes.
Un casco antiguo con un rico patrimonio
Comenzamos a descubrir Lübeck por uno de sus principales puntos de interés: Holstentor, una de las antiguas puertas que protegían la ciudadela medieval y que fue construida en el siglo XV. Está formada por dos enormes torres principales, unidas por un edificio central.
Tras cruzar la puerta nos adentramos en el centro de Lübeck, un lugar con más de 1.000 años de historia que le ha valido ser considerado patrimonio de la UNESCO. Entre las construcciones más destacadas se encuentran sus cinco iglesias y sus siete campanarios, responsables de que se conozca a Lübeck como la ciudad de las siete torres.
En la plaza del Mercado es donde se ubica el impresionante edificio del Ayuntamiento y la iglesia gótica de Santa María (Marienkirche), que es la tercera más grande de Alemania y tiene la nave de ladrillos más alta del mundo, con casi 40 metros. Otra de las cinco iglesias luteranas que podrás visitar en el casco antiguo es la de Santiago. Construida en el siglo XIV, sirvió como templo para marineros y pescadores.
La Catedral de Lübeck
Fundada en 1173 por Enrique el León, la catedral es uno de los monumentos más antiguos de la ciudad. Patrimonio de la Unesco, destaca sobre el paisaje de la ciudad con sus espléndidas torres de azulejos verdes y ladrillos anaranjados. Parte del edificio fue destruido por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial y entre las joyas que se perdieron estaba un órgano barroco construido por Arp Schnitger. La rehabilitación del edificio se terminó en 1982.
Salzspeicher
Es el nombre con el que se conoce a una de las zonas más bellas de Lübeck. Está formada por seis edificios construidos en ladrillos de color rojo y en estilo gótico báltico. Estos históricos almacenes de sal están distribuidos a lo largo de la ribera izquierda del río Trave. Te aconsejamos pasear por esta zona al atardecer cuando las casas se reflejan en el agua ofreciendo una estampa única.
Ciudad de literatos y Premios Nobel
Si te gusta la fotografía encontrarás en esta ciudad miles de rincones para fotografiar, sobre todo cuando te adentres en los callejones peatonales del centro. En una de estas calles del barrio de la Catedral verás la casa museo de Thomas Mann, uno de los dos escritores alemanes vinculados a Lübeck que han sido galardonados con el Nobel de literatura. El otro es Günter Grass, quien pasó parte de su vejez aquí. Y hay que añadir otro premio Nobel a esta lista: el de la Paz que se le otorgó al político Willy Brandt, nacido también en esta ciudad.
Lübeck desde el agua
Otra de las maneras de descubrir esta ciudad del norte de Alemania es navegando por sus canales en alguno de los barcos que van desde el casco antiguo hacia el puerto comercial. Durante el paseo turístico por el río Trave podrás ver Lübeck desde otro punto de vista.
Excursión a Travemünde
Solo tendrás que recorrer 13 kilómetros para llegar a este pueblo marinero junto al mar Báltico que te recomendamos no perderte. Está situado en la desembocadura del río Trave, donde hay un viejo faro (de 1539) que es el más antiguo de Alemania. Populares playas con tumbonas de mimbre, pero también pintorescas casas de madera y villas de estilo nórdico es lo que te espera en este encantador enclave de pescadores que es uno de los balnearios más chic del país.
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