Ni Amsterdam ni Rotterdam: la ciudad más antigua de los Países Bajos que cambió el destino de Europa

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Si estás planeando un viaje fuera de España con destino al país de los tulipanes, seguro que los primeros lugares que te vienen a la cabeza son Ámsterdam, Rotterdam o La Haya, pero te sugerimos que también incluyas en tu itinerario una renombrada ciudad que todos conocemos pero pocos han visitado: Maastricht. De origen medieval, es una de las ciudades más antiguas de Holanda y de Europa. Y esto lo notarás paseando por su casco histórico, repleto de iglesias, murallas y plazas impresionantes siempre atiborradas de gente. Y no es de extrañar ya que debido a la alta presencia de estudiantes extranjeros, Maastricht es un destino vibrante, cosmopolita y lleno de vida.

Qué ver en la ciudad donde se firmó la Unión de Europa​

Atravesada por el río Mosa (que aquí se llama Maas y da nombre a Maastricht), la ciudad tiene a gala haber sido la sede donde se firmó el Tratado de la Unión Europea. Los principales lugares de interés los encontrarás en el casco antiguo, una zona de calles empedradas, edificios históricos y preciosas plazas de las épocas medieval y renacentista. Y por supuesto, como en toda ciudad medieval, en Maastricht tampoco echarás en falta las murallas. Lo mejor es descubrir esta ciudad holandesa a pie y con calma, pero sobre todo, empapándote de la alegría de sus habitantes.

Atravesamos la muralla para acceder al casco antiguo​

La impresionante Helpoort o Puerta del Infierno es una de las antiguas entradas de la muralla que se utilizaban para acceder a la ciudad y será nuestro punto de partida para explorar el casco histórico. Construida en 1229, es la más antigua que se conserva en Holanda.

La plaza Vrijthof​

Desde aquí, nos trasladamos hasta el centro de Maastricht donde se encuentra la plaza Vrijthof, rodeada de árboles y adoquinada, es la plaza más importante y uno de los lugares con más encanto de la ciudad. Aquí te encontrarás con dos importantes iglesias, que además están juntas: la Basílica románica de San Servatius y la iglesia gótica de San Juan. Esta última de la Edad Media y con un campanario de color rojo al que merece la pena subir para disfrutar de la mejor panorámica. Y entre visita y visitar puedes tomarte un momento de relax para disfrutar de un relajante café en alguno de los bares con vistas a esta enorme plaza, mientras escuchas el reloj de la torre de la basílica de Saint Servatius.

La Basílica de San Servatius​

Construida en el siglo VI y lugar de peregrinación durante la Edad Media, alberga las reliquias de San Servacio, primer obispo de Maastricht. Tan bella por dentro como por fuera, además de ser la gran joya de la ciudad, es también la iglesia más antigua de los Países Bajos.

La librería de la iglesia dominicana​

A estas alturas del recorrido, te habrás dado cuenta de que si algo no faltan en Maastricht son iglesias, y a cuál más interesante. Pero una de las que más llama la atención de los turistas es la iglesia gótica de los dominicos que hoy se ha reinventado en librería (la Dominicanen Boekhan). Y aunque la fachada de este magnífico edificio del siglo XIII no deja dudas, cuando entres te llevarás la grata sorpresa de tener ante ti una de las librerías más curiosas y bellas del mundo.

Markt van Maastricht​

Conocida como la plaza del Mercado, en este espacio es donde se celebra el mercado semanal de productos y telas. Se encuentra rodeada de varios edificios históricos, como el Ayuntamiento (Stadhuis) de fachada neoclásica y una escalera doble. También acoge numerosas cafeterías y restaurantes siendo uno de los lugares con más ambiente de la ciudad.

Wyck, uno de los barrios con más encanto​

Situado en la orilla oriental del Mosa, en el centro histórico de Maastricht, es una zona que te recomendamos visitar sobre todo por el encanto de sus edificios. Es el espacio más chic de toda la ciudad y acoge un hervidero de nuevos restaurantes, tiendas de diseño y galerías de arte.

El futurista museo de arte Bonnefanten​

Su forma de nave espacial te parecerá lo más. De hecho es uno de los edificios más modernos y emblemáticos de la ciudad. Está situado al sur del centro de Maastricht, a orillas del río Mosa. En su interior encontrarás esculturas medievales y pinturas antiguas italianas, flamencas y holandesas, así como interesantes obras contemporáneas.

Sint Pieter Fort​

En la única colina de la ciudad se encuentra este fuerte, del siglo XVIII, desde donde los soldados defendían la ciudad. Es el lugar perfecto para disfrutar de una bella panorámica, pero su importancia va más allá de lo que alcanza la vista: en los alrededores hay una serie de cuevas con una longitud de 18 kilómetros que se pueden visitar y que sirvieron de refugio durante la II Guerra Mundial.

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