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Leontxo García
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No pocos ajedrecistas son buenos en el póquer, donde, además de la capacidad de cálculo, es fundamental el control de las emociones. El campeón del mundo, Liren Ding, de 32 años, buscó este sábado un empate muy aburrido en la décima partida del Mundial de Singapur, como ya hizo el jueves en la novena. Su objetivo es incitar a que su rival, Dommaraju Gukesh, de 18, arriesgue porque el chino se siente favorito en un eventual desempate rápido. El marcador está igualado (5-5) a falta de cuatro; el indio tendrá la iniciativa de las piezas blancas este domingo en la undécima.
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