Hailey_Mayert
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La crisis de Muface entra en una nueva etapa con la llegada del nuevo año. En solo unos días, el miércoles 1 de enero de 2025, da inicio el plazo para que los cerca de 1,6 millones de funcionarios adscritos a la mutualidad puedan decidir cambiar de sistema sanitario pasando a la sanidad pública. El proceso permanecerá abierto hasta el 31 del mismo mes. De esta forma, los empleados públicos que no deseen esperar a saber qué pasa con la licitación, podrán acceder a la pública sin que les afecte el futuro de Muface con las aseguradoras. En caso de querer volver a la privada, el Gobierno habilitará de nuevo el cambio en el mes de abril en caso de que salga adelante la concesión.
Hasta el momento, Adeslas la aseguradora que eligen casi el 50% de los empleados públicos ya ha anunciado públicamente que no optará a la licitación, por tanto solo DKV y Asisa estarían dispuestas a aceptar las nuevas condiciones del Gobierno, aunque de momento no se han pronunciado al respecto. Ambas disponen hasta el 15 de enero para comunicar si se presentan o no a la nueva licitación, pudiendo quedar desierta por segunda vez si deciden retirarse.
Las intenciones del ministerio de Función Pública que dirige Óscar López pasan por salvar el modelo y es por ello que han accedido a mejorar las condiciones económicas en un 33,5% a repartir en 36 meses. Esto supone que el incremento en 2026 será del 7,25% y del 4,32% en 2027. Sin embargo, esta tarifa no será lineal, ya que empezarán a calcularse con una nueva fórmula incremental en función de los tramos de edad, de manera que los mutualistas más jóvenes saldrán más baratos al Gobierno y los más mayores más caros.
¿Qué pasa si no se presenta ninguna aseguradora?
Si alguna de las aseguradoras acepta las condiciones publicadas, el Gobierno aspira a que el nuevo concierto para 2025, 2026 y 2027 arranque el próximo 1 de abril de 2025, aunque podría alargarse un poco. Los plazos pueden ser mayores si fuera necesario abrir una tercera licitación en caso de que finalmente la segunda quedara de nuevo desierta.
¿Muface podría desaparecer?
Los empleados públicos vigilan con preocupación una crisis que empezó el 5 de noviembre cuando las aseguradoras dieron portazo a la primera licitación del Gobierno.
Desde esa fecha los funcionarios ven peligrar su asistencia sanitaria concertada. Desde CSIF se quejan de que se han empezado a cancelar citas o incluso operaciones cuando todo parecía acabar el 31 de enero. Un informe del Ministerio de Sanidad ponía sobre la mesa la posibilidad de que Muface dejara de existir y sus mutualistas pasaran a la sanidad pública. Ahí empezó una carrera por salvar la mutualidad que ha acabado con una segunda licitación. Mientras se intenta salvar el modelo, CSIF denuncia que siguen "recibiendo quejas de mutualistas por falta de atención (anulación de citas, pruebas médicas, intervenciones...)" y advierten que seguirán "vigilantes hasta que se ofrezca a nuestros mutualistas el servicio que merecen".
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