Durante veinte años, el objetivo principal del Mexico Now Festival ha sido propiciar un punto de encuentro entre creadores y audiencia, más que atraer multitudes, lo que hace único este festival, enfocado en dar sentido y significado a la identidad creativa mexicana y en romper estereotipos, al margen de los intereses del mercado. “Creamos este festival en el 2004 ante la limitada representación de artistas mexicanos contemporáneos en la ciudad y a lo largo de estos veinte años hemos colaborado con más de 130 organizaciones culturales y presentado el trabajo de más de 500 artistas”, ha empezado diciendo la productora mexicana Claudia Norman, fundadora y directora del festival, ante una sala llena en la Chelsea Factory de Manhattan.
Lo sobresaliente de su iniciativa, que durante dos décadas ha programado arte, conciertos y paneles de entrada gratuita, no se reduce a haber ayudado a visibilizar en Estados Unidos el trabajo de artistas y colectivos mexicanos independientes, sino que ha establecido lazos de conexión entre diferentes organismos y ha construido una comunidad ahora muy sólida.
Para poner el broche de oro a la edición de este año, una de las actividades programadas este domingo ha sido la mesa redonda: Construyendo Puentes con las Artes: Presentando el trabajo contemporáneo mexicano en los Estados Unidos, que ha reunido a varias de las programadoras culturales latinas más destacadas de la ciudad. Moderadas por Ruth Wikler, las panelistas han sido Laura Filloy, curadora de la sección Artes de las Américas Antiguas del MET; Isabel Soffer, cofundadora y directora del globalFEST (un festival de músicas del mundo organizado anualmente); Paloma Estévez, directora de la programación artística del Lincoln Center; y Mary Lou Aleskie, directora ejecutiva de la Iniciativa del Repertorio Mexicano/Hopkins Center for the Arts en Dartmouth. La idea era compartir las estrategias que distintas instituciones culturales de Nueva York están llevando a cabo para conseguir que haya una representación contemporánea y auténtica de los artistas mexicanos en la ciudad.
Laura Filloy, que se incorporó al MET tras trabajar en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México con el objetivo de reimaginar las galerías dedicadas al arte indígena, ha explicado que su objetivo es transicionar de la exhibición de artefactos estáticos a la presencia real. Para atraer a nuevas audiencias invitaron al rapero indígena Jesús Pat Chablé, más conocido como Pat Boy, a hacer una performance. Pat Boy rapea en la lengua maya de Yucatán (de la que también es maestro) y así, ha conseguido que las nuevas generaciones se interesen y conecten con la lengua. “Hay que tener presente que 11 millones de personas hablan maya hoy día. Los mayas todavía existen”, recalca Filloy, destacando la necesidad de que este público también sea representado en la programación cultural. Y para la inauguración de las nuevas galerías, el 31 de mayo del 2025, planean mostrar la riqueza cultural mexicana con una performance coral de la cantante Gabriela Ortiz en el Carnegie Hall, en la que llevará al escenario un poema dedicado a los cuatro elementos y la cosmología.
“Solemos compartimentar a los artistas y las audiencias, limitándonos. Ocurre por ejemplo con las traducciones, ¿por qué no se puede traducir al español un programa sobre el año nuevo chino? ¿Por qué no permitir que un americano se interese por algo mexicano?”, matiza Paloma Estévez, que asegura tener confrontaciones de este tipo con el equipo de márketing del Lincoln Center. “Es hora de crear intersecciones, de generar curiosidad, de expandir las identidades culturales y abandonar los prejuicios sobre los gustos o preferencias de una cultura entera”, continúa Estévez, que también apunta a los distintos estándares que se aplican, pagando por lo general menos a los artistas latinos, y más a disciplinas como la música clásica.
“Nosotros creamos el globalFest después del 9/11 y en plena guerra de Irak para animar a aquellos que empezaron a tener miedo de mostrar su cultura a través de la música y asegurarles que seguían teniendo un sitio. Lamentablemente, creo que ahora estamos históricamente en una situación similar, por eso nuestro trabajo como programadoras es más importante que nunca”, recalca por su parte Isabel Soffer.
En esta misma línea, Mary Lou Aleskie destaca que desde que lanzaron la iniciativa del repertorio mexicano han reunido 200 piezas musicales de artistas mexicanos de código abierto, de libre descarga. “Tenemos que desmantelar la toma de decisiones jerárquica y hacer un esfuerzo colectivo para cocrear”, señaló Aleskie ganándose los aplausos del público. “Vosotros también sois agentes del cambio”, puntualizó Claudia Norman, haciendo alusión a que tanto los asistentes como las ponentes estaban sentados conformando un círculo y que los presentes también podrían proponer ideas, colaborar y hacer donaciones al proyecto.
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Lo sobresaliente de su iniciativa, que durante dos décadas ha programado arte, conciertos y paneles de entrada gratuita, no se reduce a haber ayudado a visibilizar en Estados Unidos el trabajo de artistas y colectivos mexicanos independientes, sino que ha establecido lazos de conexión entre diferentes organismos y ha construido una comunidad ahora muy sólida.
Para poner el broche de oro a la edición de este año, una de las actividades programadas este domingo ha sido la mesa redonda: Construyendo Puentes con las Artes: Presentando el trabajo contemporáneo mexicano en los Estados Unidos, que ha reunido a varias de las programadoras culturales latinas más destacadas de la ciudad. Moderadas por Ruth Wikler, las panelistas han sido Laura Filloy, curadora de la sección Artes de las Américas Antiguas del MET; Isabel Soffer, cofundadora y directora del globalFEST (un festival de músicas del mundo organizado anualmente); Paloma Estévez, directora de la programación artística del Lincoln Center; y Mary Lou Aleskie, directora ejecutiva de la Iniciativa del Repertorio Mexicano/Hopkins Center for the Arts en Dartmouth. La idea era compartir las estrategias que distintas instituciones culturales de Nueva York están llevando a cabo para conseguir que haya una representación contemporánea y auténtica de los artistas mexicanos en la ciudad.
Laura Filloy, que se incorporó al MET tras trabajar en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México con el objetivo de reimaginar las galerías dedicadas al arte indígena, ha explicado que su objetivo es transicionar de la exhibición de artefactos estáticos a la presencia real. Para atraer a nuevas audiencias invitaron al rapero indígena Jesús Pat Chablé, más conocido como Pat Boy, a hacer una performance. Pat Boy rapea en la lengua maya de Yucatán (de la que también es maestro) y así, ha conseguido que las nuevas generaciones se interesen y conecten con la lengua. “Hay que tener presente que 11 millones de personas hablan maya hoy día. Los mayas todavía existen”, recalca Filloy, destacando la necesidad de que este público también sea representado en la programación cultural. Y para la inauguración de las nuevas galerías, el 31 de mayo del 2025, planean mostrar la riqueza cultural mexicana con una performance coral de la cantante Gabriela Ortiz en el Carnegie Hall, en la que llevará al escenario un poema dedicado a los cuatro elementos y la cosmología.
“Solemos compartimentar a los artistas y las audiencias, limitándonos. Ocurre por ejemplo con las traducciones, ¿por qué no se puede traducir al español un programa sobre el año nuevo chino? ¿Por qué no permitir que un americano se interese por algo mexicano?”, matiza Paloma Estévez, que asegura tener confrontaciones de este tipo con el equipo de márketing del Lincoln Center. “Es hora de crear intersecciones, de generar curiosidad, de expandir las identidades culturales y abandonar los prejuicios sobre los gustos o preferencias de una cultura entera”, continúa Estévez, que también apunta a los distintos estándares que se aplican, pagando por lo general menos a los artistas latinos, y más a disciplinas como la música clásica.
“Nosotros creamos el globalFest después del 9/11 y en plena guerra de Irak para animar a aquellos que empezaron a tener miedo de mostrar su cultura a través de la música y asegurarles que seguían teniendo un sitio. Lamentablemente, creo que ahora estamos históricamente en una situación similar, por eso nuestro trabajo como programadoras es más importante que nunca”, recalca por su parte Isabel Soffer.
En esta misma línea, Mary Lou Aleskie destaca que desde que lanzaron la iniciativa del repertorio mexicano han reunido 200 piezas musicales de artistas mexicanos de código abierto, de libre descarga. “Tenemos que desmantelar la toma de decisiones jerárquica y hacer un esfuerzo colectivo para cocrear”, señaló Aleskie ganándose los aplausos del público. “Vosotros también sois agentes del cambio”, puntualizó Claudia Norman, haciendo alusión a que tanto los asistentes como las ponentes estaban sentados conformando un círculo y que los presentes también podrían proponer ideas, colaborar y hacer donaciones al proyecto.
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