Lelia_Stehr
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Cuando se tiene entre las manos el libro de Marta Bustos ' Cuando perdí mis ojos marrones ' (Lunwerg) una espera leer sobre la pérdida y el duelo , en este caso, del color de sus ojos del que se despidió cuando una mezcla de agua, aceite y sosa cáustica explotó en su cara arrebatándole la vista. Y de todo lo que vino después hasta que la recuperó de nuevo.Sin embargo, el libro que ha escrito la autora de 29 años -fue a sus 24 cuando todo ocurrió- no va de nada de eso sino de contar su historia. En cerca de 300 páginas, Marta Bustos relata cada uno de sus pasos, sus luces y sombras cuando en un día como otro cualquiera haciendo cosmética natural su vida cogió otro rumbo. De cómo algo tan sencillo para ella como es hacerse el desayuno pasó a ser un reto y de Noticias Relacionadas estandar Si Anhedonia o la razón por la que algunas personas no disfrutan con nada Melissa González estandar No Corina Randazzo: «Cuanto más aceptemos el cambio en nuestra vida más fácil será nuestra evolución» Melissa González- ¿Qué ocurrió para que perdieras la vista?Yo vivía en Estados Unidos con mi pareja y uno de mis hobbies era hacer productos de cosmética para uso propio: jabones, detergentes, cremas, champús... de todo. Y un día mientras hacía una tanda de jabón, la segunda del día, la mezcla estalló. Todavía intento entender el porqué, qué es lo que falló, porque no era la primera vez que lo hacía, lo estaba haciendo igual que siempre, con agua, aceite y sosa cáustica, pero la mezcla se sobrecalentó, creo yo, y el recipiente explotó. Entonces, tal como explotó, me quemó directamente en la cara y mi vida cambió de cero a cien. Imagínate tú... una chica sana, con todos los sentidos y todas las extremidades y de repente me quedo ciega en otro país, sin un seguro médico porque yo estaba en un proceso de inmigración y, nada, mi vida cambió drásticamente.- Imagino que al estar en el extranjero la situación fue muy diferente a si te llega a pasar en tu país, España.No es lo mismo que te pase en casa con tu familia, con tus amigos, a que te pase fuera. Yo echaba mucho de menos los médicos de aquí, eso sí te lo puedo asegurar, porque los médicos de ahí no tienen piedad. Igual te vienen a la consulta un día y te dicen: 'oye, que la operación hemos visto que el ojo este, que está fatal, que lo vas a perder. Me tengo que ir en dos minutos ya. ¿Tienes alguna pregunta?'. Y te lo dicen así, tan anchos. Los médicos ahí te tratan totalmente diferente y esto sí que era muy duro. «En nuestro entendimiento social hemos aprendido que las personas con discapacidades no pueden ser felices» Marta Bustos Influencer y conferenciante- De hecho tú eres una persona muy independiente El aprendizaje de todo esto ha sido aprender a pedir ayuda porque yo era muy de 'yo me lo hago sola'; soy una persona muy independiente que empezó a vivir sola muy pronto, por ejemplo. El hecho de que me pasara algo tan grave fuera de casa, viviéndolo solo con mi pareja pudo hacer que cogiera fuerzas para lo que se venía. Lo que me tenía peor era el hecho de hacer sufrir a mi familia y haber hecho sufrir a mis amigos. - ¿El estar fuera, de algún modo, te preparó las emociones?Decir: 'ostras, me ha pasado esto, estarán todos sufriendo por mí, ¿no?'. Y, claro, cuando tú estás sola en la otra punta del mundo, sola entre comillas, entiéndeme, tienes tus momentos y puedes escoger cómo hacerlo. Si yo hubiera estado aquí, hubiera tenido la casa siempre llena de gente, no hubiera podido... O sea, en parte, creo que haber estado tres meses en Estados Unidos -luego ya nos volvimos porque allí no nos ofrecían soluciones- me hizo prepararme mentalmente porque mi primera parte del duelo ya estaba pasada allí. Tengamos en cuenta que creo que esto es un duelo infinito que no termina nunca. Y luego ya tuve fuerzas para ver a mi familia porque sentía que tenía que ser fuerte por ellos y por mí. Entonces me fue bien. O sea, echando la vista atrás digo 'mira, es que todo pasa por algo'.- Lo que te sucedió decidiste contarlo en tus redes socialesNo era influencer ni nada, simplemente decidimos hacer una campaña de recaudación de fondos. Ni siquiera la intención era hacer algo de esto. Pensamos en hacer un 'crowdfunding', una recaudación de fondos, para intentar recaudar lo máximo y empezar el tratamiento. Por si había una solución, intentar poder pagarla. Y nada, la sorpresa fue que cuando hicimos la campaña de recaudación de fondos, la gente se volcó muchísimo y recaudamos una barbaridad de dinero en dos días.- Tu historia impactó bastante, ¿no?La gente, para seguir el caso, empezó a seguirme en redes sociales y fue a partir de ahí cuando despegué un poco porque querían saber cómo iba avanzando y creo que conectaron mucho con ello porque yo lo hablaba con mucha honestidad.«Pasar por algo tan serio con mi pareja es como si lleváramos 100 años juntos» Marta Bustos Influencer y conferenciante- Leyendo tu libro se te nota optimista. ¿Fue así todo el tiempo?En aquel momento mi cuerpo me estaba protegiendo tanto que evidentemente sí que era consciente de lo que me había pasado pero es como que cuando te pasa algo tan drástico, el cuerpo te lo va dando en pequeñas dosis, ¿sabes?A día de hoy tengo momentos en los que me permito autocompadecerme como quizá en ese momento no lo hice. Como cuando te caes, que en ese momento no vienen reflexiones de golpe, sino que te levantas y sigues caminando, pues yo creo que el cuerpo te protege en situaciones así: hay como una adrenalina, unos estados de shock en los que entra el cuerpo y te van dando las sensaciones poco a poco. Evidentemente sí que me permití sentir, pero no confundamos optimismo con ignorar emociones. Sí que quería volver atrás, poder cambiar las cosas, pero no se puede así que opté por fijarme en otras opciones que eran las de intentar afrontarlo de la mejor manera posible y para ello estuve triste, enfadada... ahora echando la vista atrás me pregunto cómo lo hice. Creo que en algún momento todos podríamos sacar esa fuerza aunque no todos en un momento así.- Te has apoyado en la meditación, vas al psicólogo... ¿estás en paz?Fue una mezcla de todo. Ir al psicólogo y hacer meditación me han salvado la vida, pero también es gracias a mi carácter y mi background, todo lo que había aprendido antes sobre mi mundo interior, y contaba con bastante herramientas.No sabía ponerme audiolibros, no sabía utilizar el móvil ni el ordenador, tenía mucho insomnio y me di cuenta que lo que necesitaba era callar las voces que me hablaban 24-7 y las pesadillas. Y lo conseguí con la ayuda de un experto -ya había ido antes de que ocurriera todo esto- y de la meditación.- Recomiendas, por tanto, iniciarse en esta disciplina Meditar te cambia la vida lo que pasa que la gente se cree que es sentarte y, ah, mira, ya está, ya sé meditar. Es como si tú vas a correr y en un solo día te planteas hacer una maratón. No, no, tienes que aprender. Es un camino de ver qué te funciona, qué no... Esto me salvó la vida para mantenerme cuerda y para que pasaran las horas.- En tu libro hay una cita en la que dices: «Pienso que todo está oscuro porque simplemente no me ha dado la gana encender la luz» y da a entender que has hecho un trabajo maravilloso con el psicólogo, la meditación...Sin que suene a estar romantizando lo que me ocurrió, en procesos muy duros hay momentos felices y en épocas muy buenas y muy prósperas de la vida hay momentos también muy jodidos. Yo, efectivamente me lo tomé con esperanza, con la esperanza de que iba a ser transitorio y de alguna forma proyectando en que, aunque de manera diferente, recuperaría la vista y mis ojos, pero si todo me lo tomaba a mal no llegaría a buen cauce.En un momento dado llegué a pensar: 'a ver, ¿quién ha tenido la oportunidad de quedarse ciega y luego volver a ver otra vez?'. Realmente muy poca, y yo en mi delirio, que se ha cumplido, pensaba que volvería a leer y he vuelto a leer, que volvería a conducir y he vuelto a conducir... - En todo este tiempo has conocido a personas ciegas, has estado en asociaciones...Sí, sí, efectivamente. Es un choque muy raro porque de repente tú te ves en una posición que aunque tú no quisieras hacerlo todos hemos estigmatizado, ¿no? De decir, 'ostras, mira esta pobre persona que va con un bastón por la calle que no ve, pobrecita'. Y después dices: 'ostras, esta persona pobrecita soy yo'. Encontrarte en este papel de víctima cuando no me ha gustado nunca serlo es muy duro porque de repente ves que la gente te ve de manera distinta. Dentro de mí no ha cambiado nada pero tienes que demostrar que no eres menos, que sigues siendo con tu mismo sentido del humor, con tu misma capacidad... Necesitas ayuda en muchas otras cosas, sí, pero sigues siendo tú. Es un trabajo muy duro y en estos años sin ver siento que han contado por tres.- Has contado en alguna ocasión que escuchaste que decían de ti 'pobrecita' porque ibas con bastón. ¿Cómo se toman esos comentarios?Hay días que tienes más paciencia que otros. A la gente lo que le mueve es la empatía. En nuestro entendimiento social hemos aprendido que las personas con discapacidades no pueden ser felices en vez de pensar que le falta algo pero que puede que a los demás, sin esa discapacidad, le falten otras cosas. Te falta la capacidad de hacer algo, pero esa persona igual es 10.000 veces más feliz que yo porque tiene un mundo interior increíble, que la conecta con yo que sé, porque es súper agradecida, porque tiene sus herramientas... y yo en realidad solo me estoy quedando con una parte que es la que yo entiendo ¿no? Entonces, claro, agota mucho. Aparte yo soy una persona muy muy vital como mucha pasión por vivir: me gusta hacer muchas cosas y cuando estaba ciega, pues joder, necesitaba más ayuda, era menos independiente. Y tener que justificarte todo el rato de 'estoy bien', 'estoy bien', 'estoy bien'... es agotador. - Has pasado por muchas operaciones hasta poder recuperar la visión, ¿no es así?Para poder recuperar la visión tuve que pasar por muchas operaciones, quizá 12 o 13, algunas de párpados... Hubo en algún momento que no me podía bañar en la playa por los puntos y pensé: 'a tomar por saco'. Realmente me estaba cansando tanto de las operaciones... Cuando ya sabía andar por la calle, ya sabía utilizar el móvil y tenía una independencia bastante fuerte pensé: 'me da más palo lo que no puedo hacer por las operaciones que por mi ceguera'.- ¿Te aceptas como eres?Hay días que siento que voy hacia atrás pese a todo lo que he avanzado, pero hay días que te aceptas más los ojos. Ahora mis ojos tienen un aspecto muy raro, muy distinto a la mayoría de los ojos y tengo momentos en los que me veo muy bien, muy guapa y otros que en cambio alguien por la calle puede preguntarte qué te ha pasado en los ojos y según el día te lo tomas de un modo o de otro. Cuando te pasa algo así creo que nunca llegas a aceptarlo, simplemente lo asumes. Esto es una carrera de fondo que nunca termina. - ¿En qué punto estás ahora?Llevo una vida mucho más normal y antes solo quería ver, así que me he vuelto más ambiciosa. Primero quieres ver, luego tener una imagen más normativa, unos ojos que encajen más en el canon... Es verdad que tengo pareja pero a veces pienso que si no la tuviera estaría haciendo peripecias para las citas y todo eso... Pasar por algo así te vuelve muy cambiante: lo que quiero hoy puedo no quererlo mañana.- Tu pareja es quien más te ha acompañado desde el día del accidente. ¿Te ha contado cómo ha vivido todo esto?Yo soy muy de 'lo que me echen' porque aguanto mucho y me considero muy fuerte, pero creo que me costaría más acompañar que ser yo la que se come el marrón. Hay que valorar mucho a las personas que acompañan a alguien que está pasando por algo así. Reconozco que mi recuperación, además de por mi mentalidad y mi trabajo, ha sido gracias a toda mi red de apoyo. Volviendo a mi pareja, creo que no se ha desahogado conmigo lo suficiente. Él siempre dice que es que yo se lo puse fácil, pero una situación así hace que crezcamos los dos porque descubres cosas de ti que no sabías, cosas de la otra persona... y aprendéis juntos. Es una realidad completamente nueva. Cuando entra un tema de salud en acción, todo cambia, todas tus prioridades cambian, todas tus alegrías cambian. Si yo era capaz de hacerme una comida sola, me sentía la ama del mundo, y era también las alegrías de mi marido. Nuestra doctora nos decía siempre: 'this will make you or break you'. O sea, esto os construirá u os romperá, y es así. Pasar por algo tan serio con mi pareja es como si lleváramos 100 años juntos.- Pasar por todo esto, además de contarlo en redes, te llevó a escribir 'Cuando perdí mis ojos marrones', y no es un libro solucionador...Empecé a escribir para desahogarme, como hobby. Cuando me ocurrió esto, al segundo día en el hospital estaban pasando cosas tan surrealistas que dije de escribir un libro. Me ayudó mucho durante el proceso. Yo estaba ciega cuando empecé ya a escribir cosas. Y me ayudó un poco. Surgió de manera orgánica- A día de hoy, ¿cuál es tu relación con la cosmética natural?La gente me dice que ya no hago cosmética natural porque he prendido la lección. ¿Qué lección? Todos hemos cometido imprudencias y he vuelto a hacer cosmética pero no uso sosa cáustica de momento. ¿En algún día que quizá la uso? Pues sí, quizás sí. De momento no la uso. Uso otro tipo de cosas y hago otras cosas.- ¿Qué planes tienes ahora que has recuperado la visión y tienes un libro en las librerías?Estoy haciendo conferencias y estamos a punto de sacar un proyecto para que la gente aprenda a hablar en inglés en mi cuenta de YouTube. Estoy planteándome otras cosas para que no gire todo alrededor de mis ojos. Además, necesito parar un poco. Siento que llevo mucho tiempo con un ritmo frenético que quiero pausar.Sobre Marta BustosMarta Bustos Góngora nació en Terrassa (Barcelona) en 1995. Amante de la lectura y las artes, terminó sus estudios de comedia musical en 2016 y un máster en locución y doblaje de voz en 2018, momento en el que se instaló en Seattle, Washington (Estados Unidos).Su pasión por la naturaleza la llevó a preparar cosméticos y jabones artesanales. En 2020, mientras elaboraba jabón, sufrió un trágico accidente que la dejó ciega y sacudió los cimientos de su vida. Tras superar una de las pruebas más duras a las que nunca se había enfrentado, se ha volcado de lleno en el mundo de la divulgación dando numerosas charlas y conferencias, grabando su propio podcast y compartiendo su experiencia a través de su cuenta de Instagram (@stuntmanmarta).
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