'Maria Stuarda', una ópera maldita sobre la lucha inevitable de dos Reinas

  • Iniciador del tema Iniciador del temavelva51
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

velva51

New member
Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
73
JYE06928-RNCZLgaaEo7rfKYHyHC6UrI-758x531@diario_abc.jpg

El trágico enfrentamiento en el siglo XVI entre la Reina de Escocia María Estuardo y la Reina Isabel I de Inglaterra por el trono -la primera murió decapitada por orden de la segunda- ha fascinado tanto a historiadores como a creadores -novelistas, dramaturgos, cineastas, coreógrafos...- También a compositores como Gaetano Donizetti , que el 30 de diciembre de 1835 estrenó la Scala de Milán su ópera ' Maria Stuarda ', segundo título de la denominada 'Trilogía Tudor', con la figura de la Reina Isabel como eje (las otras dos obras son ' Anna Bolena' , de 1830, y ' Roberto Devereux' , de 1837). El libreto de Giuseppe Bardari basado en el drama que Friedrich Schiller escribió en 1800, fabula un encuentro entre las dos Reinas, que nunca sucedió. La obra debía de haberse estrenado en Nápoles, pero la censura lo impidió -los enfrentamientos reales entre las dos protagonistas, Giuseppina Ronzi de Begnis y Anna del Serre , tampoco facilitaron las cosas-, y la Scala de Milán decidió acoger el estreno, siempre que se limaran algunas frases del libreto, como el «Vil bastarda» que Maria Estuardo le dedicaba a Isabel I. La negativa de la protagonista, la diva española María Malibrán , a cambiar texto y partitura, hizo que los censores transigieran, pero una vez la soprano desapareció del reparto la censura volvió a prohibir la obra tal y como Donizetti la compuso.'Maria Stuarda' desapareció del repertorio hasta que grandes cantantes como Leyla Gencer, Montserrat Caballé, Joan Sutherland, Beverly Sills o Janet Baker contribuyeron a su recuperación a partir de los años cincuenta del siglo pasado. Hoy en día se representa con cierta asiduidad. No se había visto todavía sin embargo en el Teatro Real (en Madrid se estrenó en su momento en el Teatro de la Cruz), y Joan Matabosch , su director artístico, ha querido reparar esa ausencia con una producción que ve la luz en nuestra capital y en la que participan, además del Real, el Liceo de Barcelona, el Donizetti Opera Festival de Bérgamo (Italia), La Monnaie de Bruselas y la Ópera Nacional de Finlandia. Lleva la firma de uno de los más prestigiosos directores de escena actuales: David McVicar (del que esta temporada ya se ha podido ver en Madrid su 'Adriana Lecouvreur', y en el podio estará José Miguel Pérez Siera , actual director musical del Teatro de la Zarzuela.El reparto lo encabeza una de las voces más queridas del coliseo madrileño, la soprano estadounidense Lisette Oropesa (que debuta en el papel de María Estuardo, en el que se alterna con la canaria Yolanda Auyanet ). Junto a ella, las mezzosopranos Aigul Akhmetshina y Silvia Tro Santafé (Elisabetta), los tenores Ismael Jordi y Airam Hernández (Roberto, conde de Leicester) y los bajos Roberto Tagliavini y Krzysztof Baczyk (Giorgio Talbot), además del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. El coliseo madrileño ofrecerá diez funciones entre el 14 y el 30 de diciembre. PolarizaciónDavid McVicar asegura que ésta es «una ópera casi revolucionaria por la valentía de su partitura y la caracterización de los dos personajes». La historia se ha pasado por un tamiz romántico (presenta un triángulo amoroso entre las dos Reinas y el conde de Leicester), pero aun así «los aspectos políticos permanecen aunque se hayan suavizado, y yo he querido inyectar algo de historia en ese relato 'romantizado'». McVicar, nacido en Escocia, dice que en su país todavía se viven las consecuencias de las luchas entre protestantes y católicos que dividieron Europa en aquellos años. «El primer día de ensayos -cuenta- coincidió con las elecciones en Estados Unidos. No voy a comentar los resultados, pero nos sirve para reflexionar sobre la polarización que sigue presente en nuestros días, al igual que existía entonces. Las dos Reinas no pueden coexistir, porque las dos tienen su razón y son incapaces de admitir el punto de vista de la otra. Hemos avanzado muy poco en estos doscientos años transcurridos desde el estreno de la ópera».Noticias relacionadas reportaje Si Festival de Cap Rocat: no disparen al pianista Julio Bravo estandar No Haendel invade el Teatro Real en su temporada más barroca Julio BravoEn lo musical, una de las singularidades de esta puesta en escena es la inclusión de la obertura original que escribió Donizetti para su estreno en Milán con los temas musicales que hubo que eliminar posteriormente. Lo cuenta José Miguel Sierra , que se refiere al compositor italiano como «un perno fundamental» en la historia de la ópera. «Sin él, Verdi hubiera sido Meyerbeer. Donizetti reelabora la ópera seria de Rossini -su 'hermano mayor' musical- y huye de la gran ópera francesa de gran formato. Con toda esa herencia configura el 'melodramma' italiano del sigo XIX, mucho más humano, más directo y menos abstracta que la ópera seria rossiniana, y de ahí sale el Verdi serio. Donizetti es muy importante en sí mismo, pero también es un elemento fundamental para que luego nos lleguen las óperas del gran Verdi».Dos bicharracos y un tenor al que no aplauden«Si le preguntan a cualquier tenor, te dirá lo mismo: es un papel ingrato y difícil». Con estas palabras se refiere Ismael Jordi a su personaje, que sin embargo está disfrutando entre otras cosas porque tiene al lado a «dos bicharracos, como decimos en Andalucía». La ingratitud del papel viene, bromea, «porque canta mucho y luego no te aplauden». Uno de los dos ‘bicharracos’, Lisette Oropesa, dice de María Estuardo que «no es una inocente paloma blanca; es una mujer muy orgullosa y, aunque muere al final muere, no es una víctima». Aigul Akhmetshina, nacida en la República Asiática de Baskortostán, perteneciente a la Federación Rusa, añade que su personaje, Isabel, «no es una villana», como dice María, y que las dos son mujeres que no tienen elección y están obligadas a matarse la una a la otra».

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba