Anahi_Hagenes
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En San Lorenzo de El Escorial vive un joven prodigio de la música clásica que está conquistando el circuito internacional con su violín 4/4 de 1776. Incluso su apellido suena a nota musical: se llama Marcelo Ré , tiene quince años, forma parte de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (JORCAM) y ha ganado tantos premios por todo el mundo que sería imposible enumerarlos.Su historia en el mundo de la música pudo haber comenzado en 2011, cuando cumplió tres años y su padre le regaló un violín. Pero en ese momento era demasiado pequeño para que le llamara la atención y el instrumento quedó guardado en un armario. «Fue cuando tenía ocho años, después de haber probado distintos hobbies que no terminaron de gustarme, cuando les pedí a mis padres que quería empezar con el violín. Fue amor a primera vista, tan es así que a los pocos meses de iniciar mis estudios di mi primer concierto», cuenta ahora el joven artista, cuya educación musical está tutelada por el prestigioso violinista Alexander Détisov , del conjunto Virtuosos de Moscú y miembro de la Orquesta de Radio Televisión Española.Noticia Relacionada estandar Si Guitarras españolas contra el horror de los totalitarismos Nacho Serrano Los alemanes Essener Gitarrenduo darán un concierto para celebrar el 35 aniversario de la caída del Muro de Berlín, este miércoles en la Fundación CanalSus compositores favoritos son «generalmente de la época del romanticismo», cuenta Marcelo, que se declara fan de Paganini, Saint-Saens, Mendelssohn, Sarasate o Chopin en piano; y sigue con gran interés la obra de violinistas modernos como Hillary Hahn, Anne Sophie Mutter o Ning Feng. «Me gustaría instar a los jóvenes a escuchar la música clásica, porque realmente no saben lo que se están perdiendo», asegura Ré, que por suerte tiene amigos con quien compartir su pasión: «Al estudiar en un conservatorio, coincido con muchas personas con la misma afición. Es cierto que actualmente la música clásica no se escucha entre los jóvenes, y es una pena ya que tiene muchísima riqueza, cada una es una obra maestra».No obstante, este quinceañero no reniega de la música hecha por ordenador porque considera que «no hay que quitar mérito a los que la hacen, ya que los tiempos cambian y como resultado van surgiendo nuevas tendencias. Hay que tener en cuenta que la música ha ido evolucionando junto con la humanidad, en ella vemos reflejado distintas emociones, épocas y conocimientos como el amor, odio, guerra, etc. y ahora la tecnología».La rutina de Marcelo es tocar cuatro horas al día, «sin contar las horas del conservatorio» , y desde el año pasado está siguiendo sus estudios académicos a distancia para compaginarlos con su carrera. «De esta manera, puedo cumplir con mis compromisos musicales tanto locales como internaciones», asegura este violinista que ha tocado en Polonia, Argentina, Croacia, Italia, Alemania, Georgia o Guatemala, y que este viernes tiene una cita que le hace especial ilusión.MÁS INFORMACIÓN «Los jóvenes piensan que la música clásica no es «cool»»Se trata del concierto solidario que ofrecerá en el Teatro Casa de Cultura de Villaba (19.30h, aportación de 5 euros), cuya recaudación irá destinada a la ONG Almapura . «La oportunidad surgió a raíz de haber coincidido en una de mis presentaciones con Estefanía Granados, la fundadora de la ONG. Eses una organización sin fines de lucro, que auspicia un orfanato en la India que alberga alrededor de 120 niños abandonados, huérfanos y enfermos, en edades entre los 0 y 18 años. Su objetivo es la protección de los niños contra toda forma de abuso y abandono, asegurándoles un estado de completo bienestar físico, mental y social», explica Marcelo, que además de dar este concierto, está deseando ayudar también a los afectados por la DANA en Valencia. «He visto que hay muchas personas organizando proyectos para ayudar a los valencianos. Me encantaría poder hacer un concierto benéfico apoyando esta causa».
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