zella.weimann
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“Estoy nerviosa. Esta es mi primera vez. Es la primera vez que me entrevistan en EL PAÍS”, reconoce Lydia Lozano (Madrid, 63 años). “Mi hermano Jorge, al que adoraba, era un lector fanático del periódico”, añade la periodista, que acaba de publicar La venganza de la llorona (La esfera de los libros), unas memorias en las que repasa sus casi 45 años de trayectoria en la prensa rosa. Lozano empezó a trabajar con 18 y desde entonces no ha parado. Dio sus primeros pasos en la radio, luego pasó a las agencias de noticias y de ahí saltó a algunos de los programas del corazón más exitosos de las últimas décadas: Tómbola, A tu lado, Salsa rosa, La noria, Sálvame, Sálvame Deluxe…
La periodista del cuché recorre en su libro sus éxitos y fracasos, sus aciertos y errores. Desde sus exclusivas más sonadas ―el embarazo de Belén Esteban cuando estaba con Jesulín de Ubrique, la separación de Carmen Martínez-Bordiú y José Campos, la primera entrevista de Rocío Carrasco y Antonio David Flores―, hasta su mediático revés con el caso Ylenia Carrisi ―llegó a afirmar que la desaparecida hija de Al Bano y Romina Power estaba viva y luego tuvo que rectificar―.
En 2023, tras la cancelación de Sálvame, se encontró por primera vez fuera de pantalla. Llevaba 21 años en Telecinco y 14 en el popular programa. “A mí me salvó este libro. Vino en el momento oportuno”, apunta. No ha pasado mucho tiempo sin trabajo. Hoy colabora en Mañaneros (TVE) y en Ni que fuéramos (Ten), una suerte de spin-off de Sálvame en el que vuelve a compartir plató con el elenco del universo televisivo creado por Óscar Cornejo y Adrián Madrid.
Pregunta. Cuando anunció que quería ser periodista, su padre, un funcionario del antiguo Ministerio de Obras Públicas, le dijo: “¿Quieres ser puta?”. ¿Así veían esta profesión en su casa?
Respuesta. En aquella época había muy pocas mujeres dentro del periodismo. Nosotros teníamos una casa muy cerca de Prado del Rey, en lo que ahora llaman Somosaguas, y había muchísimos rumores. Se decía que para ser azafata te tenías que enrollar con el comandante, y que para ser periodista tenías que enrollarte con el presentador de turno.
P. ¿Sufrió el machismo?
R. Nunca. A ver cómo se lo van a tomar… Nunca sufrí el machismo porque yo he sido muy hombre. He sido más hombre que mujer. Aunque iba maquillada y con minifalda, no pasaba nada porque yo actuaba como un hombre. He llegado a ir con los fotógrafos a garitos donde había chicas de alterne. Ahí iban todos los empresarios de este país. Cuando eres periodista, tienes que meterte en todos los sitios. ¿Tú sabes toda la información que sacaba tomándome una copa con esas chicas?
P. ¿De verdad nunca tuvo que enfrentarse a una situación machista?
R. Solo una vez. Pero nunca diré su nombre porque creo que si no lo denuncié en su momento… Yo tendría 24 años y él era muy famoso. Lo estaba entrevistando en su habitación y se creyó que tenía derecho de pernada. Cuando me cogió, le pegué una patada en los huevos y me fui.
P. Estudió en el colegio de las Damas Negras, en el barrio de Chamberí. ¿Se considera una pija?
R. No. Para mí, pija es sinónimo de tonta. Yo soy una tía normal, de toda la vida, que se ha mezclado con todas las clases sociales. La calle te quita la pijería. Cuando tienes que hacer guardias y dormir en un coche o hacer pis detrás de un árbol o delante de un fotógrafo, ahí se te quita la pijería.
P. Su hermana es abogada y su hermano fue un reputado semiólogo y discípulo de Umberto Eco. ¿Usted fue la oveja negra de la familia?
R. Fui bastante independiente desde siempre. Era la pequeña, pero nunca fui la mimada.
P. En su libro narra su amistad con Encarna Sánchez. ¿La leyenda negra de Encarna es cierta?
R. Yo fui amiga de Encarna y le caía bien y ella a mí, pero no voy a dejar de decir que utilizaba el poder para que se hablara bien de ella.
P. ¿Alguna vez tuvo un romance con un famoso?
R. Sí, alguno, pero no diré con quién.
P. ¿Se llevará el secreto a la tumba?
R. Lo contaré el día que me muera, así se llena mi funeral de paparazis.
P. ¿Cuál fue su exclusiva mejor pagada?
R. Los divorcios se vendían muy bien, aunque luego salieran en el Cóctel de Noticias de ¡Hola! El divorcio de Jesús Hermida se pagó muy bien, el de Fernando Fernández-Tapias, también… ¡Guau! Yo viví la época de las vacas gordas. Luego llegó la televisión y los famosos se fueron a las teles. Lo que se está pagando ahora en la tele me recuerda a esos años.
P. ¿Entonces los famosos siguen ganando bien yendo a la tele?
R. El programa de Telecinco de los viernes por la noche paga muy bien: de 100.000 euros para arriba.
P. Una vez la archiduquesa Sofía de Habsburgo le dio un bolsazo en la calle. ¿Alguna vez puso en peligro su vida por conseguir una exclusiva?
R. Sí, en un funeral. Se había muerto el familiar de una famosa y ahí estábamos todos. Buscando el mejor ángulo para la foto, casi me caigo sobre la tumba. Me dio pavor. Ese día decidí no volver a hacer ni entierros ni funerales.
P. Cubrió la edad dorada de Marbella, en los años ochenta. ¿Corría tanta cocaína como parecía?
R. Sí, pero no era como ahora. Ahora la gente se pone muy irascible. Entonces era para divertirse. De toda la gente que conocí en esa época, no vi a nadie que terminara en un centro de rehabilitación.
P. Tómbola marcó un antes y un después en la prensa del corazón. ¿Se traspasaron muchos límites en esa época?
R. ¿En Tómbola? Ninguno. ¿Qué se va a traspasar viendo lo que yo veo ahora? Tómbola era Barrio Sésamo al lado de la tele de ahora.
P. En su libro recuerda el día que no dejaron hablar a Bárbara Rey en Tómbola sobre su romance con el rey Juan Carlos. Si todos lo sabían, ¿por qué nadie lo contó?
R. ¿Porque nos echaban del país? No se podía. Nosotros empezamos a hablar de esto en Sálvame hace cuatro años. De hecho, vino Bárbara al plató y habló, pero como lo movíamos en Sálvame nadie hizo caso.
P. ¿Uno se jugaba la carrera si hablaba de la vida íntima del rey emérito?
R. Hombre… Ahora te pregunto yo a ti: ¿por qué no se dice el nombre de las otras? ¿Tú te crees que yo te voy a decir el nombre de las otras? Seguimos en el mismo punto. Me da igual que el rey Juan Carlos esté en Abu Dabi o Sanxenxo, no hemos avanzado.
P. Si supiéramos el nombre de las otras amantes, ¿se cae España?
R. Sí. Yo creo que si se supieran los nombres de dos mujeres que estuvieron con el rey, se cae España.
P. En el libro dedica un capítulo al caso Ylenia Carrisi. Usted ya ha asumido la responsabilidad de ese error, ¿pero siente que la han perdonado?
R. Fue la metedura de pata más televisada, más publicada y más radiada de la historia, y aun así he seguido teniendo trabajo. Ese es mi perdón.
P. ¿Y usted se ha perdonado a sí misma?
R. Yo con este capítulo ya me he perdonado. Escribiendo ese capítulo del libro lloré mucho.
P. En el libro dice que Sálvame fue un “devorador de almas”. ¿Alguna vez se arrepintió de formar parte del programa?
R. Nunca. Sálvame fue el cum laude del periodismo, mi cum laude. Fue mi doctorado, mi masterclass, lo fue todo. Aprendí muchísimo. Ahora me muevo por un plató como por mi casa.
P. Pero la hicieron sufrir mucho. Lloró mucho. ¿Nunca necesitó ir a terapia?
R. No, aunque creo que la cabeza la tengo mal. Jorge Javier [Vázquez] siempre me decía: “Lydia, ve al psicólogo”. ¿Para qué? Me habría dicho que dejara el programa y yo no me retiro de ningún sitio. Yo sé que tengo mal la cabeza, pero este punto de locura no va fuera de mi personalidad. Lo que pasa es que va a más [risas].
P. ¿Sabe quién fue la “mano negra” detrás del fin de Sálvame?
R. Que te veten de un sitio donde has dado oro es muy duro. No tengo palabras. No nos dejan ir a esa cadena, no tengo palabras.
P. Entonces sabe quién está detrás de la cancelación…
R. Sí, pero no sé si ha estado con el rey [carcajadas]. No te vuelvas loco, es una forma de hablar. Nunca lo voy a decir. Fue por política y por Borja Prado. Entró Prado como un elefante en una cacharrería y rodaron cabezas. Y como llegó, se fue [dejó de ser el presidente de Mediaset España en diciembre de 2023]. Dejó un buen chapapote. Les está costando quitarse ese alquitrán.
P. Si ahora la llamaran de Telecinco, ¿volvería?
R. En este momento estoy muy bien donde estoy.
P. Va a cumplir 64 años. ¿Nunca fantasea con retirarse?
R. Me retiraré el día que no conozca a ninguno de los personajes sobre los que tengo que hablar. Yo ya tengo que ir a los photocalls con una amiga para que me explique quién es quién.
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La periodista del cuché recorre en su libro sus éxitos y fracasos, sus aciertos y errores. Desde sus exclusivas más sonadas ―el embarazo de Belén Esteban cuando estaba con Jesulín de Ubrique, la separación de Carmen Martínez-Bordiú y José Campos, la primera entrevista de Rocío Carrasco y Antonio David Flores―, hasta su mediático revés con el caso Ylenia Carrisi ―llegó a afirmar que la desaparecida hija de Al Bano y Romina Power estaba viva y luego tuvo que rectificar―.
En 2023, tras la cancelación de Sálvame, se encontró por primera vez fuera de pantalla. Llevaba 21 años en Telecinco y 14 en el popular programa. “A mí me salvó este libro. Vino en el momento oportuno”, apunta. No ha pasado mucho tiempo sin trabajo. Hoy colabora en Mañaneros (TVE) y en Ni que fuéramos (Ten), una suerte de spin-off de Sálvame en el que vuelve a compartir plató con el elenco del universo televisivo creado por Óscar Cornejo y Adrián Madrid.
Pregunta. Cuando anunció que quería ser periodista, su padre, un funcionario del antiguo Ministerio de Obras Públicas, le dijo: “¿Quieres ser puta?”. ¿Así veían esta profesión en su casa?
Respuesta. En aquella época había muy pocas mujeres dentro del periodismo. Nosotros teníamos una casa muy cerca de Prado del Rey, en lo que ahora llaman Somosaguas, y había muchísimos rumores. Se decía que para ser azafata te tenías que enrollar con el comandante, y que para ser periodista tenías que enrollarte con el presentador de turno.
P. ¿Sufrió el machismo?
R. Nunca. A ver cómo se lo van a tomar… Nunca sufrí el machismo porque yo he sido muy hombre. He sido más hombre que mujer. Aunque iba maquillada y con minifalda, no pasaba nada porque yo actuaba como un hombre. He llegado a ir con los fotógrafos a garitos donde había chicas de alterne. Ahí iban todos los empresarios de este país. Cuando eres periodista, tienes que meterte en todos los sitios. ¿Tú sabes toda la información que sacaba tomándome una copa con esas chicas?
P. ¿De verdad nunca tuvo que enfrentarse a una situación machista?
R. Solo una vez. Pero nunca diré su nombre porque creo que si no lo denuncié en su momento… Yo tendría 24 años y él era muy famoso. Lo estaba entrevistando en su habitación y se creyó que tenía derecho de pernada. Cuando me cogió, le pegué una patada en los huevos y me fui.
P. Estudió en el colegio de las Damas Negras, en el barrio de Chamberí. ¿Se considera una pija?
R. No. Para mí, pija es sinónimo de tonta. Yo soy una tía normal, de toda la vida, que se ha mezclado con todas las clases sociales. La calle te quita la pijería. Cuando tienes que hacer guardias y dormir en un coche o hacer pis detrás de un árbol o delante de un fotógrafo, ahí se te quita la pijería.
P. Su hermana es abogada y su hermano fue un reputado semiólogo y discípulo de Umberto Eco. ¿Usted fue la oveja negra de la familia?
R. Fui bastante independiente desde siempre. Era la pequeña, pero nunca fui la mimada.
P. En su libro narra su amistad con Encarna Sánchez. ¿La leyenda negra de Encarna es cierta?
R. Yo fui amiga de Encarna y le caía bien y ella a mí, pero no voy a dejar de decir que utilizaba el poder para que se hablara bien de ella.
P. ¿Alguna vez tuvo un romance con un famoso?
R. Sí, alguno, pero no diré con quién.
P. ¿Se llevará el secreto a la tumba?
R. Lo contaré el día que me muera, así se llena mi funeral de paparazis.
P. ¿Cuál fue su exclusiva mejor pagada?
R. Los divorcios se vendían muy bien, aunque luego salieran en el Cóctel de Noticias de ¡Hola! El divorcio de Jesús Hermida se pagó muy bien, el de Fernando Fernández-Tapias, también… ¡Guau! Yo viví la época de las vacas gordas. Luego llegó la televisión y los famosos se fueron a las teles. Lo que se está pagando ahora en la tele me recuerda a esos años.
P. ¿Entonces los famosos siguen ganando bien yendo a la tele?
R. El programa de Telecinco de los viernes por la noche paga muy bien: de 100.000 euros para arriba.
P. Una vez la archiduquesa Sofía de Habsburgo le dio un bolsazo en la calle. ¿Alguna vez puso en peligro su vida por conseguir una exclusiva?
R. Sí, en un funeral. Se había muerto el familiar de una famosa y ahí estábamos todos. Buscando el mejor ángulo para la foto, casi me caigo sobre la tumba. Me dio pavor. Ese día decidí no volver a hacer ni entierros ni funerales.
P. Cubrió la edad dorada de Marbella, en los años ochenta. ¿Corría tanta cocaína como parecía?
R. Sí, pero no era como ahora. Ahora la gente se pone muy irascible. Entonces era para divertirse. De toda la gente que conocí en esa época, no vi a nadie que terminara en un centro de rehabilitación.
P. Tómbola marcó un antes y un después en la prensa del corazón. ¿Se traspasaron muchos límites en esa época?
R. ¿En Tómbola? Ninguno. ¿Qué se va a traspasar viendo lo que yo veo ahora? Tómbola era Barrio Sésamo al lado de la tele de ahora.
P. En su libro recuerda el día que no dejaron hablar a Bárbara Rey en Tómbola sobre su romance con el rey Juan Carlos. Si todos lo sabían, ¿por qué nadie lo contó?
R. ¿Porque nos echaban del país? No se podía. Nosotros empezamos a hablar de esto en Sálvame hace cuatro años. De hecho, vino Bárbara al plató y habló, pero como lo movíamos en Sálvame nadie hizo caso.
P. ¿Uno se jugaba la carrera si hablaba de la vida íntima del rey emérito?
R. Hombre… Ahora te pregunto yo a ti: ¿por qué no se dice el nombre de las otras? ¿Tú te crees que yo te voy a decir el nombre de las otras? Seguimos en el mismo punto. Me da igual que el rey Juan Carlos esté en Abu Dabi o Sanxenxo, no hemos avanzado.
P. Si supiéramos el nombre de las otras amantes, ¿se cae España?
R. Sí. Yo creo que si se supieran los nombres de dos mujeres que estuvieron con el rey, se cae España.
P. En el libro dedica un capítulo al caso Ylenia Carrisi. Usted ya ha asumido la responsabilidad de ese error, ¿pero siente que la han perdonado?
R. Fue la metedura de pata más televisada, más publicada y más radiada de la historia, y aun así he seguido teniendo trabajo. Ese es mi perdón.
P. ¿Y usted se ha perdonado a sí misma?
R. Yo con este capítulo ya me he perdonado. Escribiendo ese capítulo del libro lloré mucho.
P. En el libro dice que Sálvame fue un “devorador de almas”. ¿Alguna vez se arrepintió de formar parte del programa?
R. Nunca. Sálvame fue el cum laude del periodismo, mi cum laude. Fue mi doctorado, mi masterclass, lo fue todo. Aprendí muchísimo. Ahora me muevo por un plató como por mi casa.
P. Pero la hicieron sufrir mucho. Lloró mucho. ¿Nunca necesitó ir a terapia?
R. No, aunque creo que la cabeza la tengo mal. Jorge Javier [Vázquez] siempre me decía: “Lydia, ve al psicólogo”. ¿Para qué? Me habría dicho que dejara el programa y yo no me retiro de ningún sitio. Yo sé que tengo mal la cabeza, pero este punto de locura no va fuera de mi personalidad. Lo que pasa es que va a más [risas].
P. ¿Sabe quién fue la “mano negra” detrás del fin de Sálvame?
R. Que te veten de un sitio donde has dado oro es muy duro. No tengo palabras. No nos dejan ir a esa cadena, no tengo palabras.
P. Entonces sabe quién está detrás de la cancelación…
R. Sí, pero no sé si ha estado con el rey [carcajadas]. No te vuelvas loco, es una forma de hablar. Nunca lo voy a decir. Fue por política y por Borja Prado. Entró Prado como un elefante en una cacharrería y rodaron cabezas. Y como llegó, se fue [dejó de ser el presidente de Mediaset España en diciembre de 2023]. Dejó un buen chapapote. Les está costando quitarse ese alquitrán.
P. Si ahora la llamaran de Telecinco, ¿volvería?
R. En este momento estoy muy bien donde estoy.
P. Va a cumplir 64 años. ¿Nunca fantasea con retirarse?
R. Me retiraré el día que no conozca a ninguno de los personajes sobre los que tengo que hablar. Yo ya tengo que ir a los photocalls con una amiga para que me explique quién es quién.
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Lydia Lozano, periodista: “Nunca sufrí el machismo porque yo actuaba como un hombre”
La comunicadora publica ‘La venganza de la llorona’, unas memorias en las que repasa sus casi 45 años de trayectoria en la prensa del corazón. Para ella, ‘Sálvame’ fue su ‘cum laude’, y el ‘caso Ylenia Carrisi’, “la metedura de pata más televisada, más publicada y más radiada de la historia”
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