bwilkinson
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Este ha sido un gran año para Luis Barrera Jr. Las obras del ingeniero de mezcla mexicoamericano acumulan un total de 13 menciones para la próxima edición de los premios Grammy Latinos, que se celebrará el 14 de noviembre en Miami. Su trabajo destaca en múltiples categorías, que incluyen el Mejor Álbum de Música Norteña por El Comienzo, de Grupo Frontera, y Mejor Álbum de Música Mexicana Contemporánea por Jugando a que No Pasa Nada, de la misma agrupación.
Después del éxito global de Hawái, el tema interpretado por Maluma que marcó una pauta en la industria al llevar ritmos latinos a una audiencia masiva durante la pandemia de la covid-19, Barrera (McAllen, Texas, 39 años) ha sido pieza fundamental para impulsar a nuevos artistas de la música regional mexicana al siguiente nivel y ha logrado que éxitos de artistas de la talla de Shakira, Bad Bunny o Karol G conquisten el mercado estadounidense.
Las palabras de Barrera revelan un balance entre su sencillez y perseverancia, clave en su carrera. Orgulloso de sus raíces mexicanas, cuenta en videollamada con EL PAÍS cómo la música ha formado parte de su vida desde niño, atribuye su éxito a una combinación de trabajo constante y su habilidad para escuchar a las personas, cualidades que han marcado sus 20 años de carrera.
Pregunta. ¿Qué representa para usted haber recibido 13 nominaciones a los Grammy Latinos?
Respuesta. Es un logro enorme. He logrado establecer una buena relación con muchos productores y colegas en la industria, y eso ha sido fundamental. Formar parte de la música ya es ganar; es increíble ser parte de una canción que conecte con millones de personas en todo el mundo. Detrás de cada disco y cada canción hay muchas horas de esfuerzo, de producción, mezcla, masterización, de todo el equipo. Que la Academia lo valore y reconozca el resultado final es un gran plus, y es un reconocimiento al trabajo bien hecho.
P. ¿Cómo influyó en su carrera musical crecer en la frontera entre Estados Unidos y México?
R. Ha sido una gran ventaja. Vivir entre México y Estados Unidos me permitió conectar con las dos culturas desde pequeño. El español es mi primera lengua, pero también domino el inglés, y esa habilidad bilingüe ha sido fundamental en mi carrera. Además, la gente en la frontera tiene una perspectiva única porque, aunque se comparten muchas tradiciones mexicanas, existe una mentalidad distinta que define a la región. Conocer ambos lados de la frontera me ha permitido ver las dos caras de estos países.
P. ¿Cuál ha sido uno de los mayores desafíos que ha enfrentado en Estados Unidos?
R. Ser escuchado. Que alguien me prestara atención y dijera: “Este tipo es bueno”. Es fácil empezar a dudar de uno mismo, ¿no? Pero yo sentía que tenía algo valioso que ofrecer, algo que gustaba. Trabajé con [el productor] Dan Warner, que fue la primera persona que creyó en mi talento. Al principio escribí a muchos productores en Los Ángeles, pero ya tenían asistentes y no había lugar para mí. En 2011, Dan me dijo: “Vente”. Yo le comenté que tenía el verano libre —soy maestro— y que podía dedicarme a esto. Escuchó mis grabaciones y producciones y le gustaron; entonces, aceptó. Creo que ser escuchado es lo que todos buscamos al principio, que alguien nos valore. Por eso siempre escucho lo que me envían, si me gusta, lo digo; si no, también. Uno nunca sabe qué oportunidades pueden tocar a la puerta.
P. ¿Qué significa ser latino para usted?
R. Es un gran orgullo. Es un honor poder representar a personas que se identifican con lo que soy, con lo que hago y con mi trabajo.
P. Ha trabajado con artistas muy reconocidos, como Shakira, Peso Pluma o Bad Bunny. ¿Qué es lo que más le ha impactado de esas colaboraciones?
R. La verdad, me ha sorprendido el gran trato humano que tienen. Nunca he tenido una experiencia complicada o negativa; todos han sido amables. Creo que eso es algo que tenemos los latinos. Jennifer Lopez, por ejemplo, es una persona muy humana; Maluma, también, siempre ha sido muy profesional y Christian Nodal es un camarada, un amigo. Hace poco conocí a Xavi cuando mezclamos su último disco, y aunque es muy joven —tiene solo 20 años—, es muy agradable. Al final del día, todos somos personas, y para mí es importante tener una buena relación personal además de la conexión técnica en el trabajo.
P. ¿Hay alguna producción en particular que considere como punto de inflexión en su carrera?
R. Cuando trabajé el remix de Hawái con The Weeknd y Maluma fue una experiencia única. Me tocó mezclar las voces de ambos y lograr que el dueto fluyera de manera natural, lo cual fue muy emocionante, especialmente en plena pandemia. Ese proyecto abrió puertas importantes para otros trabajos. También recuerdo Vida de Rico de Camilo, que fue un momento crucial. Era una cumbia, y hacía tiempo que el género no alcanzaba los primeros lugares de las listas.
P. Con el avance de la tecnología, ¿qué opina de las nuevas producciones creadas con inteligencia artificial?
R. La inteligencia artificial es solo una herramienta. No va a poder reemplazar el feeling y la libertad creativa que tiene alguien al componer. En mi trabajo como ingeniero de mezcla, la IA puede ayudar a nivelar el sonido o a limpiar detalles para que suene bien, y claro, facilita ciertas tareas. Sin embargo, no creo que pueda lograr el mismo impacto que un ser humano que le pone el corazón y su visión personal. Nadie va a poder reemplazar eso.
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Después del éxito global de Hawái, el tema interpretado por Maluma que marcó una pauta en la industria al llevar ritmos latinos a una audiencia masiva durante la pandemia de la covid-19, Barrera (McAllen, Texas, 39 años) ha sido pieza fundamental para impulsar a nuevos artistas de la música regional mexicana al siguiente nivel y ha logrado que éxitos de artistas de la talla de Shakira, Bad Bunny o Karol G conquisten el mercado estadounidense.
Las palabras de Barrera revelan un balance entre su sencillez y perseverancia, clave en su carrera. Orgulloso de sus raíces mexicanas, cuenta en videollamada con EL PAÍS cómo la música ha formado parte de su vida desde niño, atribuye su éxito a una combinación de trabajo constante y su habilidad para escuchar a las personas, cualidades que han marcado sus 20 años de carrera.
Pregunta. ¿Qué representa para usted haber recibido 13 nominaciones a los Grammy Latinos?
Respuesta. Es un logro enorme. He logrado establecer una buena relación con muchos productores y colegas en la industria, y eso ha sido fundamental. Formar parte de la música ya es ganar; es increíble ser parte de una canción que conecte con millones de personas en todo el mundo. Detrás de cada disco y cada canción hay muchas horas de esfuerzo, de producción, mezcla, masterización, de todo el equipo. Que la Academia lo valore y reconozca el resultado final es un gran plus, y es un reconocimiento al trabajo bien hecho.
P. ¿Cómo influyó en su carrera musical crecer en la frontera entre Estados Unidos y México?
R. Ha sido una gran ventaja. Vivir entre México y Estados Unidos me permitió conectar con las dos culturas desde pequeño. El español es mi primera lengua, pero también domino el inglés, y esa habilidad bilingüe ha sido fundamental en mi carrera. Además, la gente en la frontera tiene una perspectiva única porque, aunque se comparten muchas tradiciones mexicanas, existe una mentalidad distinta que define a la región. Conocer ambos lados de la frontera me ha permitido ver las dos caras de estos países.
P. ¿Cuál ha sido uno de los mayores desafíos que ha enfrentado en Estados Unidos?
R. Ser escuchado. Que alguien me prestara atención y dijera: “Este tipo es bueno”. Es fácil empezar a dudar de uno mismo, ¿no? Pero yo sentía que tenía algo valioso que ofrecer, algo que gustaba. Trabajé con [el productor] Dan Warner, que fue la primera persona que creyó en mi talento. Al principio escribí a muchos productores en Los Ángeles, pero ya tenían asistentes y no había lugar para mí. En 2011, Dan me dijo: “Vente”. Yo le comenté que tenía el verano libre —soy maestro— y que podía dedicarme a esto. Escuchó mis grabaciones y producciones y le gustaron; entonces, aceptó. Creo que ser escuchado es lo que todos buscamos al principio, que alguien nos valore. Por eso siempre escucho lo que me envían, si me gusta, lo digo; si no, también. Uno nunca sabe qué oportunidades pueden tocar a la puerta.
P. ¿Qué significa ser latino para usted?
R. Es un gran orgullo. Es un honor poder representar a personas que se identifican con lo que soy, con lo que hago y con mi trabajo.
P. Ha trabajado con artistas muy reconocidos, como Shakira, Peso Pluma o Bad Bunny. ¿Qué es lo que más le ha impactado de esas colaboraciones?
R. La verdad, me ha sorprendido el gran trato humano que tienen. Nunca he tenido una experiencia complicada o negativa; todos han sido amables. Creo que eso es algo que tenemos los latinos. Jennifer Lopez, por ejemplo, es una persona muy humana; Maluma, también, siempre ha sido muy profesional y Christian Nodal es un camarada, un amigo. Hace poco conocí a Xavi cuando mezclamos su último disco, y aunque es muy joven —tiene solo 20 años—, es muy agradable. Al final del día, todos somos personas, y para mí es importante tener una buena relación personal además de la conexión técnica en el trabajo.
P. ¿Hay alguna producción en particular que considere como punto de inflexión en su carrera?
R. Cuando trabajé el remix de Hawái con The Weeknd y Maluma fue una experiencia única. Me tocó mezclar las voces de ambos y lograr que el dueto fluyera de manera natural, lo cual fue muy emocionante, especialmente en plena pandemia. Ese proyecto abrió puertas importantes para otros trabajos. También recuerdo Vida de Rico de Camilo, que fue un momento crucial. Era una cumbia, y hacía tiempo que el género no alcanzaba los primeros lugares de las listas.
P. Con el avance de la tecnología, ¿qué opina de las nuevas producciones creadas con inteligencia artificial?
R. La inteligencia artificial es solo una herramienta. No va a poder reemplazar el feeling y la libertad creativa que tiene alguien al componer. En mi trabajo como ingeniero de mezcla, la IA puede ayudar a nivelar el sonido o a limpiar detalles para que suene bien, y claro, facilita ciertas tareas. Sin embargo, no creo que pueda lograr el mismo impacto que un ser humano que le pone el corazón y su visión personal. Nadie va a poder reemplazar eso.
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