cristobal11
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Hay adioses difícilmente reemplazables y vacíos que cuesta mucho volver a llenar. Jesús Navas , santo y seña del sevillismo, su mayor leyenda, galopó contra el Celta por última vez sobre la pradera de la banda derecha del Sánchez-Pizjuán , esa heredad desde la que ha amargado a muchos laterales izquierdos al tiempo que hacía ricos a los compañeros que ocupaban la posición de delantero. En el primer palo, generalmente, se escondía la cueva del tesoro del gol. Muchos se asociaron con él, pero nadie descifró mejor su mensaje que el 'gigante' Kanouté. Con la retirada del 'duende', a muchos sevillistas les cayeron encima, a plomo, veinte años de golpe. Para el sevillismo , han sido dos decenios repletos de plata y alegrías que ni siquiera se soñaron. Conquistas inimaginables de las que ha sido testigo y protagonista este casi cuarentón con cara de niño cuyo lacónico discurso encierra a veces esa profunda rotundidad del sentimiento verdadero, al desnudo y cristalino, sin artificios.Cuando se pone atención a las palabras de Navas, al aficionado sevillista se le encoge irremediablemente el corazón. Porque no hace falta hablar por los codos para decir mucho. Navas dejó momentos cargados de simbolismo en su vuelta de honor , la que no quería que se acabase, y enlazó varias frases lapidarias en las que perfectamente se compila su trayectoria. Palabras que deberían adornar las paredes y los vestuarios del Sánchez-Pizjuán y la ciudad deportiva. Para que estén siempre presentes y nadie las olvide. «Lo que he hecho hasta el último día es darlo todo. Por mi afición. Por Puerta. Por Reyes . Quiero que quien se ponga esta camiseta se entregue como yo me he entregado. Este número es sagrado, como lo es Reyes. Este club es sagrado, este escudo es sagrado y esta afición es sagrada », sentenció. Palabras testamentarias del jugador que más veces ha vestido la camiseta nervionense. Cuando salió del campo sustituido con lágrimas en los ojos, se arrodilló en el círculo central para besar el césped y lo mismo hizo al acabar el partido en el mismo sitio donde se desvaneció Antonio Puerta aquel fatídico 25 de agosto de 2007. También mostró a la grada el dorsal de su camiseta con su nombre tapado, porque él nunca se ha dado importancia , dejando sólo visible para los aficionados ese '16' que ha defendido con honor, respeto y la máxima profesionalidad desde que regresara en 2017 de Manchester . Navas ha sido el '16' del Sevilla en su segunda, larga y fructífera etapa en el club de su vida. Y así ha honrado también la memoria de su querido Puerta, la 'zurda de diamantes', con quien compartió tantas vivencias y confidencias, partidos y goles, victorias y títulos desde que coincidieran en los escalafones inferiores del club. En su esportón de los sentimientos, Navas ha tenido siempre palabras de recuerdo y cariño para Antonio Puerta y José Antonio Reyes , dos leyendas que presenciaron desde el tercer anillo sus últimas carreras. Los nombres de ambos aparecían incluso en las botas diseñadas ex profeso para su último día en Nervión. Jesús Navas, felicitado en un partido por Antonio Puerta y Kepa ReutersNavas debutó en Primera en Montjuic el 23 de noviembre de 2003 en un partido perteneciente a la jornada duodécima que el Sevilla de Joaquín Caparrós perdió por la mínima (1-0) con tanto de Domoraud para el Espanyol en las postrimerías. El palaciego chocó las manos de Paco Gallardo , a quien suplió en el minuto 78, y coincidió en el campo con Reyes hasta el pitido final. El utrerano fue de la partida en un once formado también por Esteban, Redondo, Javi Navarro, Pablo Alfaro, Marañón, Gallardo, Martí, Casquero, Antoñito y Hornos. En un merecido y sentido homenaje que tributaron en los medios del club a Reyes en junio de 2020, un año después de su fallecimiento, Navas recordaba así a su amigo: «Siempre lo voy a echar de menos. He vivido tantos momentos bonitos con él que siempre quedarán ahí. Siempre estará presente, lo ha sido todo para el Sevilla y siempre lo será. Verlo entrenar era un espectáculo y siempre me trató muy bien al igual que su familia. Era más que un compañero, era un amigo que siempre estaba ahí . Siempre debemos recordarlo con una sonrisa en la cara, como a él le gustaba estar siempre».Partidos compartidosNavas y Reyes coincidieron en el campo defendiendo los colores nervionenses en 53 partidos. Antes de la marcha del segundo al Arsenal, sólo en tres, todos de la campaña 2003-2004: en el Sevilla-Zaragoza (3-2) de la jornada 15 y en el Valencia-Sevilla (1-0) de la 17, amén del ya citado bautizo contra el Espanyol. Los otros 50 los disputaron entre enero de 2012 y abril de 2013. La última vez juntos fue en un Valladolid-Sevilla en Zorrilla que acabó 1-1 con Unai Emery en el banquillo y una tripleta atacante con los canteranos en los extremos y Negredo en punta. En esos más de 50 encuentros, Reyes y Navas no pudieron levantar ningún título. El palaciego se marchó al Manchester City en el verano de 2013 y ahí comenzó una de las exitosas reconstrucciones de Monchi , que parió un trienio mágico con tres entorchados seguidos de la UEFA Europa League y que convirtieron a Reyes en el jugador con más títulos de la competición continental fetiche de la entidad de Nervión. Ese idilio del Sevilla con la UEFA comenzó el 27 de abril de 2006, jueves de Feria, en un abarrotado Sánchez-Pizjuán que jamás gritó un gol como aquella noche. Fue un crujido, un estallido de furia y felicidad. Puerta, con un golpeo exquisito con su pie izquierdo desde la frontal tras pase desde la banda contraria, la derecha, de Navas, obraba lo que varias generaciones de sevillistas nunca vieron: a su equipo clasificado para una final. Una diana histórica fabricada en el vivero de la carretera de Utrera. Qué orgullo. Jesús Navas y José Antonio Reyes J. SPÍNOLAAl contrario que con Reyes, con el añorado Puerta sí coincidió Navas en el Sevilla Atlético. Cuentan que destacó sobremanera en un derbi de filiales del 2 de marzo de 2003 que vencieron los entonces pupilos de Manolo Jiménez por 2-1. Puerta empató el 0-1 de Chando y José Serrano hizo el tanto de la victoria sevillista. Curiosamente, Navas reemplazó en el minuto 32 a Marañón, que debutó el mismo día que el palaciego en Primera división, pero en su caso partiendo en el once titular. Con Puerta, Navas vivió algunos de los momentos más emotivos y maravillosos que le ha brindado el fútbol en esta larga carrera profesional de 21 años. En aquel equipo de arrolladora intensidad de Juande Ramos , conquistaron dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y una Supercopa de España.En total, coincidieron en 73 convocatorias del primer equipo (tres más con la selección sub 21) y compartieron minutos en 53 partidos y en cuatro de las cinco finales: ante el Middlesbrough , el Espanyol , el Getafe y en la ida de la Supercopa de España ante el Real Madrid el 11 de agosto de 2007, 17 días antes del fallecimiento de Puerta, a quien el sevillismo, sin fallar un solo partido, rinde tributo en Nervión en cada minuto 16. El dorsal que brillantemente ha honrado el palaciego y que ahora legará a otro canterano que deberá seguir a pies juntillas las palabras de uno de los tres 'santos' del club. Navas, Puerta y Reyes son el Sevilla mismo . Un pedazo de su escudo.
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