antone64
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Cuando paseamos con nuestro perro, es común que surja la idea de que debe interactuar y saludar a cada perro que encontramos en el camino, pero la realidad es diferente y, en la mayoría de los casos, es más seguro y beneficioso enseñar a nuestros perros a mantener la neutralidad frente a otros canes.
En los últimos años, ha aumentado la presencia de perros en espacios públicos y eventos sociales y, como consecuencia, se ha instaurado la percepción de que los perros deben ser altamente sociables y saludar a todos los animales presentes. Esta expectativa, aunque bien intencionada, puede derivar en situaciones incómodas o incluso peligrosas.
En realidad, la mayoría de los perros adultos son selectivos o tolerantes en sus interacciones, lo que significa que no sienten la necesidad de saludar a cada perro que se encuentran. De hecho, forzar estos encuentros puede provocar problemas de comportamiento a largo plazo, como nerviosismo, reactividad o incluso agresiones. Los perros, al igual que las personas, valoran su espacio personal y no siempre quieren interactuar con desconocidos.
Para manejar estas situaciones y entender mejor el comportamiento canino, el Kennel Club Americano (AKC) ha publicado algunas pautas que todo guía canino debe conocer.
El riesgo de las interacciones no controladas
Uno de los principales problemas es la posibilidad de que el otro perro no esté vacunado o padezca alguna enfermedad contagiosa pero es que, además, es difícil prever el comportamiento de un perro desconocido: algunos pueden haber tenido experiencias negativas en el pasado o estar en proceso de educación o de entrenamiento, y forzar un encuentro puede desencadenar reacciones defensivas o agresivas.
En su artículo, el Kennel Club Americano enfatiza que las consecuencias de una interacción no deseada pueden ser variadas, desde un simple susto hasta lesiones físicas y problemas de ansiedad que afecten al comportamiento del perro en el futuro.
Enseñando la neutralidad en los paseos
Fomentar la neutralidad en los perros es una estrategia eficaz para evitar situaciones de conflicto. La idea es que el perro aprenda a ignorar a otros animales y a centrar su atención en su guía. Esto se puede lograr mediante el refuerzo positivo, premiando al perro cuando mantiene el contacto visual o se enfoca en su guía durante los paseos.
Un ejercicio útil para este fin recomendado por el AKC es enseñar al perro el comando ‘mírame’, en el que el animal dirige su mirada al guía. Para entrenar este comando, se empieza colocando una golosina frente al perro y llevándola hasta la cara del titular. Cuando el perro hace contacto visual, se le elogia y se le recompensa. Con la práctica, se introduce la orden verbal para reforzar el comportamiento.
La importancia de crear espacio
En situaciones en las que es inevitable encontrarse con otros perros, crear espacio puede ser clave para mantener la calma. Si se aproxima un perro desconocido, es aconsejable cambiar de acera o dar un rodeo para mantener una distancia prudente. En áreas concurridas, puede ser útil situar al perro en el lado interior del cuerpo del guía, creando una barrera física que refuerce la seguridad del animal y evite enfrentamientos.
Esta técnica de desviar al perro de un lado a otro durante el paseo se puede entrenar con señuelos, como golosinas o juguetes, hasta que el perro responda con fluidez a las indicaciones verbales.
Cómo actuar ante encuentros inesperados
En ocasiones, puede que otro perro se acerque sin previo aviso, en cuyo caso es importante proteger a nuestro perro, incluso si esto implica interrumpir la interacción de forma educada. No se debe tener miedo al utilizar frases como ‘mi perro está en fase de educación o entrenamiento y agradecería no tener interrupciones’ o ‘mi perro no quiere saludar’ son útiles para explicar la situación a otros paseantes con perros y evitar malentendidos.
El AKC sugiere que, si un perro suelto se acerca y no es posible evitar el encuentro, podemos colocar el cuerpo entre los dos animales para reducir el contacto, mientras solicitamos al otro guía que controle a su animal. Esto, además, transmite seguridad a nuestro perro y refuerza su confianza.
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