qcrooks
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Contra la tendencia general del incremento de la ocupación de forma sostenida de los últimos años, los pequeños negocios están acusando de forma considerable el peso del aumento de los costes, laborales y de producción, que han ido acompañando a las buenas cifras que arroja el mercado laboral. El rally alcista del IPC, sumado a las medidas aplicadas por el Gobierno con el incremento del salario mínimo interprofesional del 54% en el último lustro, la nueva cuota destinada a dar cobertura a la Seguridad Social para el pago de las jubilaciones del 'baby boom' -mecanismo de equidad intergeneracional-, además de la subida de las bases máximas de cotización están haciendo mella sobre la capacidad de mantenimiento del empleo de autónomos y pequeñas empresas. Tanto es así, que las empresas de menos de cinco trabajadores han experimentando la pérdida de 62.000 empleos en el último lustro . Precisamente, uno de los argumentos que han puesto sobre la mesa las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme para rechazar la propuesta del Ministerio de Trabajo sobre la reducción de jornada a 37,5 horas es el impacto que puede tener sobre los negocios más pequeños, que tienen menos posibilidades de efectuar una reorganización a nivel interno y que en muchos casos, dependiendo del tipo de actividad, se verían obligadas a cargar no sólo con los costes directos del recorte horario sin merma salarial sino también con otros indirectos, en caso de necesitar contratar a nuevos trabajadores. Noticias Relacionadas estandar Si Yolanda Díaz diseña un enredo de ayudas para la reducción de jornada: algunas existen y otras son incompatibles Gonzalo D. Velarde estandar Si El plan de reducción de jornada laboral de Yolanda Díaz sólo permite concentrar 180 horas anuales a las empresas Gonzalo D. VelardeY son precisamente estos autónomos con empleados a cargo y pequeños negocios los que tienen un punto de partida menos favorable para encajar el coste de la reducción de jornada. Concretamente, según las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo, las empresas de uno y dos trabajadores han pasado de contar con 949.095 empleados en 2019 a registrar 916.770 a cierre de octubre de 2024, lo que supone una pérdida de 32.325 en el último lustro (3,4% menos). Por su parte, las compañías entre tres y cinco trabajadores han pasado de tener en este mismo periodo 1.131.741 de trabajadores a su cargo a contar con 1.102.252 en plantilla, es decir, 29.489 empleos menos en cinco años (una caída del 2,6%). En suma, las empresas de menos de cinco trabajadores han destruido desde 2029 un total de 61.814 empleos. Pero el reflejo del peso que puede imprimir sobre las cuentas de estos negocios más modestos un nuevo aumento de costes está en la perspectiva global, ya que a partir de los seis empleados -pequeñas y medianas empresas con mayor músculo financiero- la senda de incremento de costes no ha desdibujado el alza de empleo experimentada en el último lustro. Desde 2019, las compañías de entre seis y nueve trabajadores han sumado 47.899 empleos (+5%); entre diez y 49 trabajadores las plantillas han crecido en 319.331 personas (+10,4%); de 50 a 249 trabajadores el incremento es de 311.901 empleos (+12,6%); entre 250 y 499 trabajadores el alza de empleo es de 187.029 asalariados; y en las empresas de a partir de 500 trabajadores el incremento de empleados se sitúa en el 1.094.527 (23,2%). Sobre esta base defienden las organizaciones empresariales la necesidad de que la reducción de jornada corra a cargo de las negociaciones bilaterales entre patronal y sindicatos en el perímetro de la negociación colectiva, empresa a empresa y sector a sector. Para tener en cuenta las singularidades de cada una de las actividades y sus ámbitos de actuación. Una visión que, más allá, comparten igualmente los expertos en la materia conscientes de la conflictividad que podría generar la implantación legal del máximo de 37,5 horas semanales y la obligación de su adaptación a los convenios colectivos. Así lo analiza Juan Manuel Ortiz , miembro de la junta directiva de Asociación Nacional de Laboralistas ( Asnala ), que señala que la distribución y fijación de horarios es una clave de bóveda de la negociación colectiva «porque atiende a las singularidades y necesidades de cada sector». Por lo que carece de sentido realizar una norma de aplicación genérica que podría derivar en problemas cuando, por ejemplo, «nunca se han cuestionado las reducciones de jornada que han sido resultado de la negociación» entre los empresarios y los trabajadores.Paso adelante de TrabajoEn este contexto, el Gobierno ha decido no obstante dar una patada hacia adelante con la medida prometida como parte del acuerdo de coalición, siendo este uno de los puntales de las normas que pretende sacar adelante la vicepresidenta del Gobierno segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz , en la presente legislatura. Con el «no» definitivo de CEOE y Cepyme a la propuesta de reducción de jornada acompañada de un limitado paquete de ayudas a las empresas de menos de diez trabajadores, centrado en bonificaciones a la contratación para empresas de menos de diez trabajadores que se vean forzadas a incorporar a personal para cubrir los huecos generados por el recorte de horas y en una línea de ayudas directas de hasta 6.000 euros -destinados a digitalización de los negocios- para las de menos de cinco empleados, el Ministerio de Trabajo encara ahora una negociación bilateral con UGT y CC.OO. para tratar de cerrar un texto que llevar al Congreso y tratar de llevar adelante la medida, aun con la expectativa de un pedregoso trámite parlamentario. MÁS INFORMACIÓN La reducción de jornada a 37,5 horas costará a las empresas 1.000 euros anuales por trabajador La reducción de las jornadas laborales acortó un 40% el crecimiento de la economía española tras la pandemiaFuentes empresariales consultadas por ABC subrayan precisamente que el Gobierno es plenamente consciente del riesgo que entraña la medida ya que ha articulado el plan de ayudas específicamente para las empresas de menos de diez trabajadores, y advierten no sólo del esfuerzo de soportar el coste sino los daños colaterales que la reducción de jornada tendrá en términos de productividad y competitividad del tejido productivo. Además, señalan desde CEOE y Cepyme que el hecho de que Trabajo vaya a retirar de la oferta de reducción de jornada las ayudas para empresas -en primera instancia- es anecdótico toda vez que estas tendrían un alcance limitado tal y como están planteadas, además no compensar ni de lejos el coste el coste estructural, que se calcula en un mínimo de 15.000 millones de euros anuales -según el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos-.
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