Los padres de Paco Molina, joven desaparecido hace 9 años, hablan en 'El diario de Jorge': "Seguimos con esperanza"

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Isidro Molina y Rosa Sánchez, padres de Paco Molina, desaparecido hace 9 años, visitaron esta semana El diario de Jorge para recordar el triste suceso que tuvo lugar en Córdoba el 2 de julio de 2015. Y, aunque han pasado más de nueve años de aquello, ambos han defendido que aún siguen "con esperanza" de encontrarlo.

Los padres recordaron el último día que vieron al joven, que entonces tenía 16 años y ahora tendría 26. Según rememoró Isidro en el formato de Telecinco, lo único que vieron fuera de lo normal fue que él les mandó un WhatsApp diciéndoles que no iba a dormir en casa, algo que normalmente no hacía, sino que primero pedía permiso.

Entonces, él le llamó por teléfono y le dijo que se iba a quedar "en casa de unos amigos donde se había quedado dos veces con anterioridad". Al día siguiente, su móvil estaba apagado y, cuando Rosa llamó a los amigos con los que supuestamente se había quedado, le dijeron que "allí no había dormido y que llevaban dos o tres días que no le veían".


"Su padre se fue a comisaría a poner la denuncia y yo me fui a buscar al chico que había visto que se había ido con mi hijo la tarde anterior", explicó la madre de Paco Molina. Por tanto, este amigo fue el último que le vio, aunque "luego parece ser que fue visto en la estación de autobuses (de Córdoba) cogiendo un autobús con dirección a Madrid", según explicó Isidro.

"Yo creo que a mi hijo le engatusaron, le mentirían diciendo que iban a hacer algo esa noche y él se ha encontrado con otra cosa que no era eso, ni parecido", opinó Rosa. "Además, el último mensaje que le manda a una amiga es que se le está acabando la batería a las 12 de la noche y que cuando llegue y lo conecte, sigue hablando con ella. Eso ya no se cumple, por lo tanto, él iba con otras ideas".

Los padres aseguraron que la habitación de Paco Molina sigue como estaba entonces, "esperando que vuelva", pues, aunque "este drama es una losa" que cayó en sus vidas, tal y como su padre declaró, viven "para encontrarlo": "Seguimos con esperanza".

"Si no tuviésemos esperanza, ya estaríamos muertos… Eso es lo que nos mantiene vivos, seguir buscándolo porque tenemos que encontrarlo. Yo creo que mi hijo está en algún sitio y lo tengo que encontrar", añadió su madre.

Además, están contentos porque, tras más de nueve años, la Policía sigue buscándolo, aunque no les den detalles de cómo va la investigación, porque son muy herméticos.

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