Los diez pueblos más bonitos de Lleida: ideales para una escapada de invierno

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El invierno es una época muy propicia para realizar una escapada rural de fin de semana a algún pueblo pequeño de España. Además de disfrutar de la belleza de los paisajes, es muy agradable pasar unos días en un ambiente donde la tranquilidad es la protagonista y en la que el bullicio de las ciudades está a kilómetros de distancia.

Uno de los mejores lugares para hacer esa esperada escapada es la provincia de Lleida, ya que al noroeste de Cataluña hay centenares de localidades perfectas para relajarse y que están rodeadas de un entorno natural único. Algunas de ellas incluso se encuentran muy cerca de la frontera con Francia, por lo que también podrías pasarte unas horas al país vecino.

Vielha​

Vielha es uno de los pueblos más bonitos del Valle de Arán, y es que esta preciosa localidad erigida a ambas orillas del río Negro cuenta con edificios tan increíbles como la Iglesia románica de San Miguel o la Ermita de Santa María de Mijarán. Además, es el centro neurálgico de la comarca, por lo que hay bastantes opciones de ocio y restauración.

Salardú​

En la misma comarca pirenaica se encuentra Salardú, en la que confluyen los ríos Unhòla y Garona y en la que su principal atractivo turístico es la impresionante Iglesia de San Andrés, un templo del siglo XIII que sigue los cánones típicos de la arquitectura románica de la zona. Si buscas tranquilidad, es tu destino ideal.

Bosost​

Pero si de verdad se quiere disfrutar de la extraordinaria arquitectura de la zona del Valle de Arán, el lugar indicado para hacerlo es el pueblo de Bosost. De apenas 1.100 habitantes, sus calles empedradas están flanqueadas por preciosas viviendas de piedra, aunque la auténtica maravilla de la localidad es la Iglesia de la Asunción de María, declarada Bien de Interés Cultural Nacional.

Solsona​

Otro de los mejores pueblos de Lleida para visitar este invierno es Solsona, en el que podrás visitar monumentos medievales tan sublimes como su catedral o su recinto amurallado. Tampoco te puedes perder su precioso Palacio Episcopal ni su Plaza Mayor, aunque lo idóneo es perderte por las calles de la localidad para conocer todos sus encantos.

Taüll​

Pocas villas pueden decir que tienen dos templos declarados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Una de ellas es Taüll, una espectacular localidad del Valle de Boí en la que se encuentras las impresionantes iglesias románicas catalanas de Santa María y de Sant Climent. Además, sus casas con tejados de pizarra, sumada a los Pirineos como telón de fondo, hacen del pueblo un destino de turismo rural incomparable.

Montfalcó Murallat​

Adentrarse en este pueblo de la comarca de La Segarra es como viajar en el tiempo, ya que las pocas casas que quedan en pie en la sublime villa amurallada de Montfalcó Murallat tienen un perfecto estado de conservación. Pasear por sus calles te llevará automáticamente al siglo XIII, por lo que es una de las localidades más especiales de toda Lleida.

Durro​

Otro pueblo con dos templos en la prestigiosa lista de la UNESCO es Durro, y es que a pesar de tener tan solo 80 habitantes, es uno de los más bonitos de España. Tanto la Iglesia de la Natividad como la Ermita de Sant Quirc son una verdadera maravilla, pero es que además esta villa medieval está rodeada de un entorno natural alucinante.

Canejan​

Si lo que quieres es pasar unos días lo más cercano posible a la frontera con Francia, el pueblo al que debes acudir es Canejan, ya que es el más septentrional del Valle de Arán. Sus iglesias, sus pequeñas callejuelas repletas de encanto y su patrimonio arquitectónico son increíbles, por lo que es perfecta para aquellos que buscan tranquilidad a la par que una visita más cultural.

Gerri de la Sal​

En plena comarca de El Pallars Sobirà, colindante con el Valle de Arán, se encuentra la localidad de Gerri de la Sal, una preciosa villa medieval erigida a orillas del río Noguera Pallaresa con un patrimonio inigualable. El Monasterio de Santa María solo es un aperitivo de lo que te espera en su casco histórico, al que se accede tras pasar un puente del siglo XI.

Ribelles​

Este curioso pueblo está levantado sobre una colina de la comarca de la Noguera. Tanto su castillo como las casas de esta villa perteneciente a Vilanova de la Aguda son una auténtica preciosidad, por lo que no debes dejarte engañar por su escasa población (apenas hay medio centenar de vecinos). Sin duda, es uno de los mejores destinos rurales para este invierno.

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