mellie03
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De lo que hacía Begoña Gómez en La Moncloa con sus negocios universitarios ha dado más información un par de correos electrónicos que todos estos meses de golpes de pecho de su marido y presidente del Gobierno y de comparecencias silenciosas de la propia Gómez en el juzgado de instrucción de la plaza de Castilla y en la Asamblea madrileña. Los socialistas que cierran filas con la esposa de su líder, en una inmersión peronista intensiva, saben ya que su apoyo incluye también la utilización de una funcionaria de la Presidencia de Gobierno, directora de Programas de su Secretaría General, de la cual se ha sabido ahora que mandó en 2021, desde su cuenta oficial y con el sello de su cargo en La Moncloa, un correo electrónico a una aseguradora que patrocinaba la cátedra de Gómez. En 2024, mandó otro correo, esta vez desde una cuenta personal, a la misma aseguradora, en el que transmitía a su interlocutor un revelador mensaje: «Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis (sic) como patronos de la cátedra, aunque sea con una cantidad inferior».Por fin se sabe lo que dice Begoña, pero no por ella, ni por su esposo, ni por su guardia pretoriana socialista, sino por una funcionaria retribuida con dinero público, destinada a la Presidencia de Gobierno y que fue utilizada por la pluriinvestigada señora Gómez para organizar eventos con sus patrocinadores y mantener su financiación para la cátedra que tenía asignada en la Universidad Complutense. Aunque en el futuro se desvelen nuevos correos similares, este es el punto de la investigación judicial en el que se sabe a ciencia cierta que Begoña Gómez se ha servido de las instalaciones de La Moncloa para organizar sus negocios universitarios y que ha utilizado a un alto cargo de la Presidencia de Gobierno, identificada con su puesto oficial y usando su correo oficial, como asistente o secretaria particular para comunicarse con sus patrocinadores. Álvarez también acompañó a la mujer de Sánchez al acto inaugural de la patronal Conpyme, en la que Gómez actuaba como madrina del evento en su calidad de directora de la cátedra.Esto apunta a un uso ilícito de medios públicos, al margen de que tenga o no relevancia penal, aunque cada minuto que esa funcionaria dedicó a los asuntos personales de Gómez es dinero de los contribuyentes destinado a fines impropios. Los silencios de Sánchez y Gómez, y su cansina y rutinaria apelación a los «bulos», sólo aumentan la gravedad de estos hechos, que ya no son meros indicios, sino un abuso comprobado de la posición de privilegio que le confiere a Begoña Gómez ser la esposa del presidente del Gobierno. Qué más se tiene que saber para que Sánchez asuma su responsabilidad por la utilización indebida por su esposa de los medios humanos y materiales de La Moncloa. Sánchez exigió responder por escrito a las preguntas del juez Peinado porque, según dijo, conocía los hechos atribuidos a su esposa por su condición de presidente del Gobierno. Si es así, debe responder como presidente del Gobierno. Ya hizo el ridículo con sus cinco días de excedencia laboral, precedidos de una carta a la ciudadanía, testimonio almibarado y fraudulento que solo sirvió para exponer aún más a su esposa ante la opinión pública.Bien dijo Begoña Gómez en la Asamblea que «verdad pondrá las cosas en su sitio». Por el momento, la verdad la está poniendo a ella más cerca de una imputación formal por tráfico de influencias y otros delitos cometidos en los salones de La Moncloa.
Editorial ABC: Lo que dice Gómez es un abuso
Los correos de funcionaria de Presidencia gestionando negocios particulares de la esposa de Sánchez suponen un uso ilícito de medios públicos, al margen de su posible relevancia penal
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