bednar.aimee
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A lo largo de los años, han sido muchos los estilos de bolsos que han marcado tendencia y se han convertido en un accesorio perfecto para hacer referencia a la mítica frase de "todas las modas vuelven". Por eso, no nos ha sorprendido en absoluto que llevemos varias temporadas teniendo en el centro de atención a los bolsos cruzados que tan de moda estuvieron durante la década de los 2000, preferentemente, en su estilo bandolera. Aunque lo realmente interesante es cómo esta vez llegan renovados en formatos XXL o maxi combinando estilo y practicidad para el día a día.
Independientemente de las tendencias, llevar el bolso cruzado tiene un sentido más allá relacionado directamente con la psicología; y así lo ha querido demostrar al mundo Carolyn Mair, psicóloga especialista en moda y creadora del departamento de psicología de la moda en el London College of Fashion de la Universidad de Artes de Londres en una entrevista con la Asociación Estadounidense de Psicología.
Sabemos que detrás de la moda y la elección de vestimenta y estilo de cada uno existen razones psicológicas, por eso, Carolyn Mair asegura que la ropa es lo más parecido a nuestro cuerpo, es nuestra segunda piel. "La forma en que pensamos, la forma en que percibimos, la forma en que entendemos el mundo para darle sentido, todas estas cosas, procesos, que hacemos como seres humanos, esto es en lo que los psicólogos pueden ayudar a la industria de la moda", describe la experta, quien también pone de manifiesto que los accesorios, así como decidir llevar bolsos cruzados, son una pieza clave que refleja aspectos de la personalidad y la funcionalidad en la vida cotidiana.
Qué significado psicológico tiene llevar el bolso cruzado
Según la teoría de Carolyn Mair sobre los bolsos cruzados tipo bandolera, se pone de manifiesto que el diseño y estilo de estos complementos suelen transmitir un mensaje de practicidad y dinamismo. Este tipo de bolso está asociado con personas que valoran la comodidad, la libertad de movimiento y la organización, ya que permiten mantener las manos libres mientras cargan lo esencial.
Además, Mair destaca que los bolsos cruzados, al colocarse diagonalmente, aportan una sensación de seguridad y control, algo que puede influir positivamente en la percepción del usuario sobre su entorno. Lo que conlleva que este accesorio pueda ser, por otro lado, una elección consciente para proyectar una imagen de confianza y estilo sin tener que sacrificar funcionalidad.
En cuanto a esta creencia, otra experta, Maryfer Centeno, grafóloga y especialista en lenguaje corporal, asegura que quienes llevan el bolso cruzado son personas más prácticas. "Solucionan, resuelven. No importa si queda bonito", expone.
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